Preocupante la poca accesibilidad de librerías en Puerto Rico

Los seres humanos necesitan leer por distintas razones. Entonces, ¿por qué el acceso a la lectura conlleva un reto en la actualidad?

 

Por: Zaelys A. Pellicier Plaza (zaelys.pellicier@upr.edu)

Imagina que quieres visitar una librería para explorar filas y filas de tus obras favoritas. Observas diferentes títulos y portadas, y al hojear las páginas de algún texto, te impregna ese olor característico que acapara tus sentidos y hace que te enamores súbitamente. Quizás buscas un rincón para comenzar un capítulo de la historia junto a una taza de café. Pasas lo que parece un día entero rodeado de literatura, y te vas del lugar pensando en volver al día siguiente.

Ahora visualiza que esa librería ideal está a una hora o más de distancia de tu hogar. Tienes que separar un día específico y un presupuesto para cubrir los costos de gasolina y peaje. Además, no olvides buscar un horario lejos del rush hour para no lidiar con el tráfico. Cuando al fin llegas al lugar, dedicas el tiempo a observar las largas filas de libros, rogando que haya algún título que valga la pena el largo viaje. Luego de tu experiencia realizas otro largo viaje a tu hogar y te quedas con la nostalgia de la experiencia, sin saber cuándo podrás regresar.

Si vives en Puerto Rico y la última situación te parece familiar, no estás solo, ya que con el paso del tiempo cada vez existen menos librerías comerciales para acceder fácilmente a los libros que tanto se desean.

Desde comienzos del siglo 21 las librerías en Puerto Rico han pasado por una serie de crisis que afectan tanto el comercio como la accesibilidad de lectura para la población. Muchos libreros atribuyen el comienzo de esa crisis a la llegada de la librería americana Borders, período durante el cual muchas librerías locales cesaron operaciones.

Reportajes realizados en Noticel y Nación Social explican que otras razones para la escasez de librerías son el crecimiento de otras empresas en-línea como Amazon, así como la llegada de otros métodos de entretenimiento como los videojuegos y programas de televisión.

En el año 2011 Borders cesó operaciones en Puerto Rico. Pudo ser un momento para el ascenso de propuestas locales, pero ese no fue el caso. El diario Noticel reportó en el año 2013, que tras el cierre de Borders, solo quedó menos del 50% de las librerías que existían antes de la llegada de la mega librería a al país. Como consecuencia muchas editoriales se han visto en aprietos, ya que tienen pocos puntos de venta donde distribuir su inventario.

Nación Social publicó que en años recientes más librerías puertorriqueñas cerraron operaciones, como lo fue La Tertulia en Río Piedras en el 2017, Beta Book Café en Carolina en el 2015, y otras librerías pequeñas.

En el presente aún quedan varias librerías de interés general para visitar. Entre ellas se encuentra The Bookmark en Guaynabo, Casa Norberto en Hato Rey, Libros AC en Santurce, La Librería Mágica en Río Piedras, entre otras. Estas librerías tienen una situación particular: todas se encuentran solo en el área metropolitana del país.

En el área sur de Puerto Rico solo se encuentra en esta categoría de librerías comerciales El Candil en Ponce, y en el área noroeste La Casita Books and Gifts en Aguadilla.

En el siguiente link encontrarás una ilustración interactiva de la distribución de librerías comerciales en el país.

Librerías comerciales en Puerto Rico

En una encuesta realizada en Google Forms a más de 40 puertorriqueños sobre la accesibilidad a librerías y preferencias de lectura, se preguntó cuánto tiempo les toma el viaje de ida a las librerías. Se encontró que aproximadamente el 48% viajan de 1 hora a 1 hora con treinta minutos, versus 22% que puede viajar por 30 minutos o menos.

Esto representa un panorama complicado para muchos residentes del resto del país, tomando en cuenta los factores de cantidad de tiempo libre, gastos vehiculares, tráfico y la probabilidad de no encontrar un libro para consumir luego de tanta travesía.

¿Por qué la mayoría de las librerías se aglomeran en el área urbana de Puerto Rico? Marisol Martínez, dueña de La Casita Books & Gifts en Aguadilla, comenta que “en el área metro es donde está el mayor flujo de gente, o sea la población allá es grandísima. La gente, los estudiantes estudian mucho en el área metropolitana, y hay muchas universidades en el área de allá”.

Samuel Medina, dueño de Libros AC, explica de forma similar el factor de la población y el flujo de universidades, y añade que, “el grosor de la economía en Puerto Rico se da en el área metropolitana”.

Algunos libreros están considerando abrir establecimientos fuera del área metropolitana para cubrir mayor población. El municipio con mayor enfoque hasta el momento es Mayagüez. Aún estos proyectos no se han realizado, y existen varios factores para ello.

Norberto González, dueño de Casa Norberto y la Librería Norberto González, comenta que su propuesta de abrir una librería en Mayagüez tardaría aproximadamente un año más por el alto costo de establecer este tipo de negocios.

Samuel Medina ha deseado abrir establecimientos de Libros AC en lugares como Carolina, Isabela, Aguadilla y Mayagüez, pero no se ha logrado porque “nos hemos enfocado en este espacio y en que funcione, y de por sí ya es mucho trabajo mantener una librería, y también no se nos ha dado la oportunidad, o sea no hemos visto el local perfecto. Es una cuestión hasta cierto punto de suerte”.

Luis Ángel Oyola, gerente de The Bookmark , explica otro factor: “Lo que pasa es que eso es algo que uno no puede hacer de una vez si no cuentas con el capital para respaldarlo, e incluso tienes que hacerlo de una movida que sea estratégica e inteligente y no empezar hoy para cerrar mañana”

Ante tal panorama, ¿Qué se puede hacer para mejorar la accesibilidad a la lectura?

En un mundo que incluye diversos avances tecnológicos las librerías tienen opciones para reinventarse y alcanzar un número mayor de clientes. Esto puede lograrse por medio de los libros electrónicos, conocidos en inglés como “E-books”.

Consiste en un archivo digital que incluye todo el contenido de un libro físico. Puede leerse en diferentes aparatos electrónicos, como celulares, computadoras, tabletas o lectores digitales (tabletas diseñadas para el uso exclusivo de lectura digital). En tiempos recientes creció al igual la tendencia de los audiolibros, donde se escucha la narración de un libro entero mientras se realizan otras labores.

Ejemplo de un lector electrónico, donde puedes guardar una gran capacidad de libros y llevarlo a cualquier lugar

 

El tema de los libros digitales puede ser uno de mucho debate, ya que por un lado muchas personas lo invalidan como método de lectura por carecer de esas experiencias sensoriales que incluye leer un libro físico (el olor, la textura, etc.).

“La cantidad de personas que compra literatura, la mayor parte de ellos prefiere que el libro sea impreso, o sea tenerlo físicamente en sus manos porque a pesar de que es una súper ventaja tener un libro que sea digital la experiencia no es la misma. Para una persona que es amante a la literatura el pasar una página es parte de lo que se convierte en la magia de la lectura” explica Luis Ángel Oyola.

Además existe mucho recelo porque el dispositivo depende de una batería para funcionar, pueden llegar distracciones si se lee desde un celular, la luz en ocasiones afecta la visión, entre otros aspectos.

Sin embargo los libros electrónicos pueden traer muchos beneficios. Uno de los más esenciales es el espacio, donde un dispositivo puede almacenar centenares de libros y ahorrar mucho espacio físico en el hogar. Los libros se pueden obtener de manera rápida sin necesidad de largos viajes, ya que al comprarlo en una tienda virtual desde cualquier lugar aparece inmediatamente en el dispositivo.

Muchas veces suelen ser más económicos y ecológicos porque no necesitan papel para ser fabricados. Incluyen diccionarios, marcadores y creador de notas dentro del dispositivo, por lo que se puede leer sin necesidad de espacio para acomodar libretas, diccionarios, etc. La luz puede ser ajustada según el gusto y necesidad de cada persona, por lo que se puede leer sin luz solar ni lámparas, y la salud ocular se puede mantener en buen estado.

En países como Estados Unidos se ha implementado la venta de libros electrónicos a tiendas físicas. El ejemplo más conocido es la librería Barnes & Noble, quienes además de libros físicos ofrecen el “Nook”, su lector electrónico exclusivo con tienda virtual integrada. Hasta donde se conoce en Puerto Rico no se ha implementado esta estrategia en ninguna librería, y algunas planifican continuar vendiendo solo libros impresos.

Samuel Medina no se ve interesado en unirse a esa tendencia: “Somos una librería, así que lo que vendemos son libros, no vendemos los E-books. No se consideran libros, son meramente texto como si estuvieses comprando el contenido de algo. Cuando estamos hablando de un libro pues es un objeto, es algo que puedes tocar, poner en tu casa, sobre una mesa, que tú puedes ver y compartir”

Otra gran razón de esta postura es que la clientela general, aunque sí conoce de métodos electrónicos y la han utilizado alguna vez, prefieren el libro impreso. Este dato puede respaldarse en la encuesta sobre preferencias de lectura, donde la mayoría de las personas identificó que prefiere el libro impreso encima de libros electrónicos o los audiolibros.

“La experiencia que he tenido es que mi clientela que se basa mayormente en jóvenes, aparte de que están metidos en lo tecnológico no le gusta leer en tabletas, por lo menos lo que me hacen entender a mi es que prefieren el libro físico, que si usan el medio electrónico para búsqueda de información” cuenta Marisol Martínez acerca de su experiencia sobre esta tendencia.

Aun así muchas personas no rechazan idea de integrar métodos electrónicos a las librerías. En esta encuesta mencionada se preguntó si las librerías deberían incluir ofertas de libros electrónicos a sus catálogos. El 84% de los encuestados opinó que sí. Algunas respuestas para respaldar esta contestación fue “el ahorro de papel y espacio”, “expandir las posibilidades de interés en la lectura” y “complacer todas las preferencias de lectura”.

En otro cuestionario realizado para lectores internacionales por Google Forms se opina similar sobre los libros electrónicos. Cerca de 10 personas de América del Norte y Europa comentaron que por medio de esta herramienta han podido obtener todos los libros buscados aunque no tengan tiendas físicas cerca, y que es buen método para que más personas tengan atracción a la lectura.

El librero Norberto González considera incluir en el futuro libros electrónicos en su catálogo. Aunque menciona que necesita informarse más sobre el tema ha observado que “la generación de la edad mía, o sea de la generación mayor no creen en el libro electrónico. La generación nueva sí entiendo que, de acuerdo a mis nietos y sobrinos, van al libro electrónico”. Incluye que los métodos electrónicos seguirán siendo tendencia.

Lo que depara la futura economía, las tendencias y situaciones de lectura aún es incierto. Tampoco se sabe si el país tendrá nuevos establecimientos y mayor aceptación de la tecnología. Lo que sí se sabe es que la lectura es indispensable para la vida de los seres humanos, así que es tiempo de procurar una excelente accesibilidad para preservarla.

Existen varias opciones de lectura. ¿Cuál prefieres?

 

Fuentes Adicionales:

http://www.nacionsocial.com/noticias/escasez-de-librerias-en-puerto-rico/

https://www.noticel.com/ahora/la-industria-del-libro-en-puerto-rico-escribe-pginas-tristes/608315711

https://www.elnuevodia.com/negocios/finanzas/nota/porellibroeldesempenodeborders-671740/

https://www.publishingpulse.com/audiobooks-vs-ebooks-vs-physical-books-pros-cons/

 

Zaelys Pellicier
Author: Zaelys PellicierEstudiante de Comunicación Tele-Radial en la Universidad de Puerto Rico en Arecibo. Intereses dentro del campo: Periodismo y Producción/Dirección

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