Por: Carlos M. González Román (carlos.gonzalez80@upr.edu)
Dos veces. Dos veces que le chocan el carro a mi abuela en el mismo lado y se van a la fuga. La primera vez, me encontraba en la parte trasera del vehículo arrancándole un trozo al pan cuando de repente: ¡placatán! Una persona nos rebasa por el lado, invadiendo el carril contrario, nos choca y feliz campante se marcha como si no hubiese ocurrido nada. Ma Eli, mi abuela, se detiene como es debido en un área segura, sin embargo, no hubo ni que esperar al conductor porque se fue de largo sin detenerse. Todavía le doy gracias por casi matarme con tremendo atragantamiento que me di con el pedazo de pan, así que supongo que me pasa por comer donde no debo.
Este es un ejemplo cotidiano sobre la falta de conciencia a la hora de manejar por la libre comunidad. La prisa, conducir bajo los efectos del alcohol y la negligencia en la carretera, cuestan caro. No juegues con la vida de otros que no tienen culpa de tus acciones.
La segunda vez, nuevamente mi abuelita iba de camino a recoger sus medicamentos a la farmacia. Antes de llegar, hay un “Pare”. A pesar de que mi abuela es una persona mayor, aún conduce de manera adecuada e incluso mejor que los “hábiles jóvenes”. Ma Eli hace el «Pare» en la curva antes de llegar a la farmacia y adivinen qué. Nuevamente impactan el guardalodo delantero del lado del conductor del vehículo de mi abuela. ¡Para colmo de la misma manera! La persona desesperada la rebasa por el carril contrario impactándola y yéndose a la fuga como si nada hubiera pasado.
¿Dónde tienen guardada la empatía y el respeto hacia los mayores que una vez se le tuvieron? Ya el carro de mi vieja parece pimiento de dos semanas en la nevera todo abollado como una pasa y lo increíble es que ni siquiera es su culpa sino, de personas irresponsables. Recientemente veo las noticias donde sólo se observan titulares como: “Hombre cae al Río Grande de Loíza y muere; Niño de 8 años muere tras salir expulsado del vehículo; Hombre luego de par de cortes de pastelillos impacta un camión y cae por un barranco, etc. ¿Qué nos pasa, Puerto Rico?
Es momento de tomar conciencia, pues no sabes cuándo una negligencia puede provocar un accidente fatal: una tragedia real para cualquier familia. Si bebes, pasa la llave. ¿Tienes prisa? Madruga.
