Texto y fotos por: Cyd Marie Miranda (cyd.miranda@upr.edu)
Amoná
La isla de la Mona es una isla semidesértica y deshabitada, ubicada al oeste de Puerto Rico y pertenece al municipio de Mayagüez, a pesar de encontrarse más cerca de República Dominicana que del archipiélago puertorriqueño. Conocida por los taínos como Amoná- el nombre de su cacique quien habitó en la isla previo a la colonización española- esta isla encantadora es conocida por su incalculable valor ecológico, protegido hoy día por el Departamento de Recursos Naturales (DRNA).
Sus únicos habitantes constantes con las especies terrestres endémicas que incluyen plantas, reptiles, anfibios y aves, así como también arrecifes, corales y una colorida vida marina. Hace siglos Mona estuvo habitada por piratas, pescadores y cazadores, hasta convertirse en Bosque Insular en 1919, por Arthur Yager, gobernador de Puerto Rico. Años más tarde, en 1986 se designó la isla como una Reserva Natural y en la actualidad solo el personal de la DRNA habita de modo permanente. Los visitantes que quieran acampar, explorar, pescar o cazar, pueden hacerlo solo si solicitan permiso previo a esta agencia.
Mona es una de las islas ubicadas en el archipiélago puertorriqueño menos conocida por los locales. Posiblemente por su difícil acceso, los permisos que deben solicitarse para explorarla o simplemente la falta de conocimiento, este territorio continúa siendo un enigma para muchos puertorriqueños. Antes de encaminarse a una exploración a la Mona, el visitante prescinde de un conocimiento previo en cuanto a los tesoros que oculta esta tierra, lugares a visitar y la preparación previa al viaje.
A continuación, 10 cosas que tienes que saber antes de visitar la isla de Mona.
1. La isla es plana
Mona es la tercera isla más grande ubicada en el archipiélago de Puerto Rico. Es una isla plagada de aventura y maravillas naturales y algunos le conocen como el Galápagos del Caribe. A pesar de ser en su mayoría, plana, algunas zonas son de difícil acceso, por lo que recomendamos llevar un buen par de botas impermeables y resistentes. La isla tiene unas 7 millas de largo por 4 millas de ancho, con una superficie aproximada de 13.638 hectáreas (dos veces el tamaño de Culebra); su clima se clasifica como semiárido y sub-tropical, con temperaturas que fluctúan desde 80ºF hasta 90ºF durante todo el año. La isla tiene 200 pies de los acantilados plagados de cuevas. El pico más alto es de unos 300 metros sobre el nivel del mar. Hay poca vegetación, aunque ha habido algunos proyectos de reforestación.
2. Los mangles crean laberintos
En Mona hace calor, ¡y mucho! Gracias a los laberintos naturales que se crean por la formación circular de mangles, se produce una sombra muy refrescante y un escape de los rayos del sol. Además de los visitantes, otras especies de animales como los cobitos, encuentran aquí refugio de las temperaturas asfixiantes durante el día.
3. Los cobitos no son «cobitos»
Mona es una isla coralina que se levantó del océano hace millones de años. Está compuesta en su mayoría, por acantilados de hasta 300 pies de altura y un enorme plateau en el centro. Alrededor de la base, yacen varias playas, pero por ser compuesta de piedra caliza, existen docenas de cuevas por toda la isla. Dentro y fuera de estas cuevas y en el litoral se encuentran muchas especies de flora y fauna como estas- algunas en peligro de extinción.
La migración del cobo hermitaño es uno de los eventos naturales más interesantes en Mona. Estos animales se dirigen por miles a la playa durante el cuarto creciente de la luna, a depositar sus larvas.
4. Cueva Caritas
La evidencia de una larga historia se pueden encontrar en esta pequeña isla. Se han encontrado restos de una aldea taína y restos de lo que parecen ser inscripciones Tainas, petroglifos, pictografías, esqueletos, botellas y otras reliquias. Las ruinas de cabañas históricas, muros de piedra, tumbas, y senderos antiguos. La isla fue visitada por Colón y Ponce de León en sus viajes.
Existen cuevas alrededor de todo este santuario natural que se extienden por varios kilómetros. Se pueden observar en algunas de ellas petroglifos taínos. Algunas de las cuevas de mayor renombre son: El gato, La esperanza, La negra, Los ingleses, El rifle, El otro, Del norte, Del frío, Las escaleras, Del capitán, Ataúd y Gallinas, entre otras.
5. Playa Uvero
Mona se compara a menudo a Galápagos, la isla está llena de iguanas gigantes, entre ellos la Iguana de Mona (certificada como amenazadas por la Ley de Especies en Peligro de Extinción de 1973) y el oriundo Geco, tres especies de tortugas marinas en peligro de extinción (la tortuga carey y la tortuga laúd ), piqueros de patas rojas y un sinnúmero de otras aves marinas.
La iguana de Mona no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, es considerada la forma mas espectacular de la vida en la isla. Alcanza cuatro pies de largo, pero es inofensivo. Sus nidos, que consiste en un túnel excavado en el suelo, son comunes en la llanura costera.
6. El centro de la isla es un bosque de cactus
Podríamos comenzar este reportaje diciendo que un viaje a Mona no es para cualquier persona. No representa tampoco un day trip, sino una aventura serie que requiere mucha preparación, trámite de permisos gubernamentales (que implican gran burocracia) y mucho equipaje, ya que en la isla no encontrará nada. Ni hospedaje, ni comida, ni agua potable ni señal para usar el celular. Todo lo que necesite tendrá que llevarlo consigo, asi como también tendrá que planificar y prepararse para cualquier situación imaginable. La única manera de visitar Mona es por medio de un paseo de tres a cuatro horas en lancha a través de un mar muy bravo.
La isla parece ser diseñada para luchar contra la intrusión humana. Tanto así que existen cuatro tipos de especies venenosas de plantas y árboles que pueden ocasionar reacciones serias. El interior está lleno de cactus y otras plantas espinosas; el suelo es de piedra caliza y la cantidad de rocas ásperas requieren de su suma atención para evitar accidentes. Asimismo, existe una cantidad abrumante de insectos, un clima árido y caluroso, posibilidad de deshidratación, insolación y fatiga causada por las altas temperaturas.
Por último, una vez en Mona encontrará pocas indicaciones en cuanto a rutas a tomar. Es de suma importancia andar con un guía y tomar las medidas de precaución en todo momento. Sin embargo, no se asuste ni desanime, ya que la isla de Mona es fascinante y un verdadero paraíso intocable que vale la pena visitar y explorar.
7. El Faro
La isla de la Mona tiene un faro, construido en el año 1900 fue uno de los dos primeros faros construidos por el Gobierno de los EE.UU. en Puerto Rico.
8. Cueva del Agua
9. Playa Sardinera
Las aguas que rodean la isla son el hogar de más de 270 especies de peces y tortugas marinas. Algunas especies son tan raras o en peligro de extinción que estas islas se puede considerar su refugio natural de significativa importancia. Durante el inviernos, las ballenas jorobadas y sus crías son visitantes regulares.
La isla de Mona nos ofrece un paisaje completamente virgen llenos de manglares, arrecifes de coral, 200 pies de altos acantilados y el sistema de cuevas marino más grande del mundo. Las playas, con unas 5 millas de longitud total, lucen unas de las arenas mas blancas de todas las playas de Puerto Rico.
10. Amanecer observando la Isla del Encanto
A pesar de estar más cerca de la República Dominicana, la historia de la Mona se ha unido a Puerto Rico. Fue descubierta por Colón en 1493, y en 1508 Ponce de León se detuvo allí. En 1511 la isla fue cedida a Bartolomé Colón, hermano menor del hijo de Colón, Diego.
Para visitar Mona, la opción más razones es ir junto a un operador de excursiones que se encarga de coordinar el viaje, el transporte en bote y juntar a un grupo de aventurosos que quieran y estén dispuestos a aventurar la isla. Algunas compañías como Mona Island Tours, Adventures Tourmarine, y ocasionalmente, el capítulo del Sierra Club en Puerto Rico.
Se permite acampar de mayo a noviembre, cazar de diciembre a abril (solo para efectos de control de población de cabras y cerdos no-endémicos de la zona). Para poner pie sobre Mona se debe tener ya el permiso del DRNA: un permiso para acampar (máximo de 3 días), un permiso diario, o un permiso para cazar y acampar.
Llame al 787-999-2200 ext 2100 para más información
También puede tramitar los documentos requeridos en: Uso de Terrenos y Permisos Forestales.
A los interesados en visitar Mona, recuerden que desde 1975 es administrada por el DRNA. Se permite acampar en la playa Sardinera, pero recuerde que antes de hacer cualquier arreglo, debe obtener permisos especiales para hacer esta visita.Otras actividades como: senderismo, observación de aves, el buceo o el submarinismo está permitido y coordinado por el biólogo residente. Los visitantes son bienvenidos, pero no más de un centenar de visitantes puede encontrarse en la isla a la misma vez.
