Soy mujer y solo pido respeto e igualdad

Por: Fransheska Fuentes Morales

“Nos hemos probado que como mujeres podemos llegar a hacer el trabajo, eso no nos limita; siempre lo asocian a que es un trabajo de hombre, pero eso es mentira” me expresó una joven adolescente en medio de una entrevista e inmediatamente provocó mi interés de exponer un tema bastante polémico, pero más que oportuno en la actualidad: el rol de la mujer en la sociedad, los peligros y estereotipos que la rodean.

Hoy 8 de marzo, precisamente el Día Internacional de la Mujer, pretendo traer a colación los estereotipos que rodean e influyen en el rol de la mujer en la sociedad.

Comencemos desde la raíz. La sociedad nos predispone desde la infancia qué podemos o no hacer por el simple hecho de ser mujeres. Estamos siendo educadas desde pequeñas para llevar a cabo un determinado rol en la sociedad y en el mundo laboral.

Remontándome a mis tiempos de niñez, recuerdo que desde muy niña me debatía por qué mis hermanos podían hacer lo que quisieran, mientras que yo no. La respuesta en ocasiones era “ellos pueden porque son hombres” y de tan solo escucharlo me hervía la sangre. Sin duda, no me enfadaba más que comentarios como: “barriendo así no te casarás nunca”, o «aprende a cocinar para que te puedas casar».

Mi contestación siempre solía ser «¿pero los hombres no pueden hacer eso también?» En algún momento me he planteado y cuestionado si las nuevas generaciones crecen con estos estereotipos y si sienten la misma frustración que yo en aquella época. La respuesta lamentablemente es que sí, aquella entrevista que me sirvió de gancho para comenzar, me lo comprobó.

La joven aspirante a científica me explicaba que ella no veía limitación en lo que una mujer podía hacer en comparación con un hombre. Me contó, por ejemplo, cómo hacía uso de herramientas que requerían cierta fuerza física y que se sentía orgullosa porque es una mujer que realiza trabajo pesado. Me llenó de ilusión ver una chica tan joven defendiendo el argumento que una mujer puede hacer cualquier cosa, incluso una tarea que la sociedad dicta como masculina.

Hemos sido bombardeadas y asfixiadas con estereotipos que poco a poco, y con mucho esfuerzo, vamos rompiendo. Los tiempos han cambiado, pero para las mujeres todavía queda mucho camino que recorrer.

En el pasado, el rol de la mujer se remontaba a la recolección mientras el hombre era el que realizaba la caza. Luego, las mujeres fuimos adquiriendo tareas del cuidado del hogar y los niños. En el presente, seguimos siendo las encargadas del hogar, pero también formamos parte del mundo laboral. Sin embargo, nos queda mucho camino por recorrer para lograr derechos e igualdad con los hombres, tanto en términos de salarios más justos y equitativos, ocupar más cargos de alto nivel y representación en la esfera pública. También luchamos en contra del acoso laboral y la valoración justa en los cargos que ocupamos.

Según el informe Las mujeres en el trabajo (2016) por la Organizacion de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), entre 1995 y 2015 la tasa mundial de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo cayó del 52.4 al 49.6 por ciento. En el informe indica que las mujeres tienen más probabilidades de estar desempleadas en comparación con los hombres. Se destaca que las mujeres siguen siendo representadas como familiares auxiliares, aunque esto ha mostrado algún  progreso en los últimos años.

Ademas, el informe revela que tanto en paises de alto como de bajo ingreso, las mujeres siguen trabajando menos horas en sus trabajos para ocuparse de tareas en el hogar. «Las mujeres se encargan al menos dos veces y media más de estas labores que los hombres», añade el documento.

Estadística de informe de la UNESCO sobre la brecha de género en las tasas de participación en la fuerza de trabajo desde el 1995 al 2015.

Todo esto es solo la punta del iceberg. A nivel social, desde luego, nos queda mucho más camino por recorrer. Es preocupante la cantidad de feminicidios que se reportan en América Latina, casos de violencia de género y maltrato a las mujeres. Honduras es el país que presenta más casos de feminicidios con un total de 466 casos reportados en 2016. Puerto Rico presenta un total de 44 casos, igualando a España en ese año.

«Algo está muy mal si hay que «explicar» los motivos por los cuales no está bien acuchillar o moler a golpes a la mitad de la población; algo está muy mal si hay que «explicar» los motivos por los cuales no es admisible que una mujer gane menos que un hombre si hace el mismo trabajo; y algo está muy mal si hay que «explicar» los motivos por los cuales no debe haber ningún mecanismo, explícito o disimulado, que impida el acceso aun puesto por cuestiones de género. Pero hay algo que está muy mal mucho antes de llegar a la violencia desaforada, la discriminación y la desigualdad, y que empieza con un mundo dividido -por mujeres y por hombres- en celeste y en rosa» expresó Leila Guerriero en su columna de opinión para el diario español El País.

 

El asesinato de las jóvenes Marina Menegazzo (21 años) y María José Coni (de 22) en el balneario de Montañita en Ecuador en el año 2016 desató un amplio debate sobre el acoso que sufren las mujeres y sobre si deben viajar «solas».

Visualizo un futuro en el que las mujeres podamos salir solas a cualquier lugar sin temor a que se nos haga daño. Aspiro a un mundo en el que las mujeres tengamos oportunidades de empleo y de mejor calidad de vida. ¿Cuál es la solución? Debemos comenzar a cambiar la forma en la que luchamos por un mundo más inclusivo. Empecemos por la educación en casa.

Si educamos a los niñxs, fomentándoles el respeto y la igualdad, entonces estaremos creando un mundo mejor para todos y todas. Educar desde la perspectiva de género, los valores y la moral trabajamos para un mundo de más paz.

Concluyo citando el estudio mundial de las Naciones Unidas  que dice que «la paz solo puede ser duradera si se incluye plenamente a las mujeres en el proceso, y de que la paz está unida de manera inseparable a la igualdad entre mujeres y hombres.»

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *