Por: Maribel Méndez (maribel.mendez1@upr.edu)
La alienación parental es una problemática que afecta a muchas familias divididas por divorcio y se caracteriza por la manipulación y el lavado de cerebro de los menores para beneficio de sus progenitores.
«Hace un año y medio que no veo a mi hijo, no hay un solo día de mi existencia que no piense en él», así nos relató con ojos llorosos el protagonista de esta historia, a quien llamaremos «Juan» (nombre ficticio) para proteger su identidad. Cuando Juan se separó de la que fuera su pareja, ya habían procreado un hijo. Al momento de la inscripción del menor, la madre, lo hizo bajo engaño con otro apellido, diferente al del padre biológico. A partir de este momento comienza la batalla legal de nuestro entrevistado por reconocer a su hijo, y a su vez, el intento de la madre «alienadora» por separarlo de él. ¿Se trata esto de un caso de alienación parental?
¿Qué es la alienación parental?
La alienación parental es un término que utilizó el psiquiatra Richard Garner en el año 1985, para referirse a lo que él describe, como un desorden psicopatológico en el cual, un niño, insulta y desvaloriza sin justificación alguna a uno de los progenitores, generalmente al padre, aunque no exclusivamente a éste. El progenitor alienador, es el que realiza, mediante distintas estrategias, una especie de «lavado de cerebro» en el menor, para alejarlo del otro progenitor, a quien nos referiremos como el progenitor alienado.
Este término, conocido comúnmente como el síndrome de alienación parental (SAP), carece de consenso científico por no reunir los criterios metodológicos necesarios para ser aceptado. Por tal motivo no está reconocido por la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psicología. No obstante, el SAP es utilizado en los tribunales, cuando hay luchas judiciales por custodia. Existen grupos de profesionales que trabajan como peritos, para defender en los tribunales a sus clientes, en su mayoría padres, que alegan han sido alejados de sus hijos mediante enajenación parental.
El licenciado Virgilio González, a quien entrevistamos, es uno de ellos y señaló que en los tribunales: «Se le da validez, pues aunque no está reconocida como una condición o síndrome, hay varios tratadistas expertos en la conducta humana que han escrito sobre el tema y las consecuencias que tiene en los menores y la familia».
Las razones por las cuales el padre alienador decide llenar la cabeza de su hijo con pensamientos negativos se debe a varios factores como económicos, celos, frustraciones de pareja, rencor u otras emociones afectivas y psicológicas. Sin embargo, el caso de Juan, el padre alienado de esta historia, es diferente. En entrevista nos confesó que no ve a su hijo porque su madre insiste que es una mala influencia para él por ser homosexual.
No todos sus esfuerzos por reconectar con su hijo han sido en vano. Afortunadamente, la primera batalla legal, Juan la ganó, pues su hijo ya lleva su apellido tras varios años de disputa legal en la cual tuvo que someterse a pruebas genéticas y presentar documentos del hospital donde nació el niño, como evidencia de su paternidad. A causa de las denuncias presentadas por la madre, de que Juan no influye positivamente en el niño, éste será sometido a una rigurosa investigación por el Departamento de la Familia. Dicha investigación, busca determinar cuán seguro está el menor en presencia de su padre. Esta determinación será clave en el futuro de su relación y para poder establecer visitas paterno-filiales. Dichos procesos legales pueden tardar años, tiempo en el que el menor seguirá creciendo, lejos, ausente y desprovisto del amor esencial e indispensable de la figura paterna.
Según la Honorable Mirinda Vicenty, jueza de Relaciones de Familias de Carolina: «La alienación parental se caracteriza por menores varones que son separados de sus padres por medio de la enajenación parental, y por tanto, privados de un modelo de identificación y emulación. En el caso de las niñas que son alejadas de papá, las privan de un modelo heterosexual sobre el cual se basarán sus futuras relaciones». Vicenty añadió que en los menores el síndrome se manifiesta con expresiones de odio, miedo y coraje de una forma obsesiva que carecen de fundamento. Son niños que presentan distanciamiento emocional, y llaman a su padre por su nombre, por ejemplo «Juan «, en vez de papá.
En entrevista con el Dr. Jose Óscar Carrasquillo, psicólogo y profesor universitario, nos señala que: » La alienación parental es el aislamiento de uno de los adultos, que toma como rehén a un niño o niña y lo coacciona para que siga un efecto de agenda, que tiene por consecuencia alejar definitivamente al menor, y evitar que comparta con el otro padre o madre.»
Según Carrasquillo, «En los tribunales estos casos exigen una investigación, verificar las versiones de cada lado, entrevistar a los niños y niñas, que no es cosa fácil, porque exige que haya no solamente un psicólogo o una psicóloga, sino también varios expertos de la psicología o la psiquiatría que estén involucrados. Hasta terapeutas recreativos. Estamos hablando que (estos casos) invitan a que haya un equipo multidisciplinario a cargo- y no podemos olvidar la pieza clave acá- que en este caso es el trabajador social».
Comportamiento clásico del progenitor alienador:
- Poner obstáculos a las visitas con el padre o madre no custodio.
- Rehusar pasar las llamadas telefónicas a los hijos.
- Desvalorizar e insultar al otro progenitor delante de los hijos.
- Cambiar o intentar cambiar los apellidos.
- Presentar denuncias falsas de malos tratos y abusos.
- Evitar contacto con la familia extensa del padre alienado.
- Negarse a revelar el domicilio.
- Mudar al niño lo más lejos posible del padre alienado
A corto y largo plazo esta manipulación tiene efecto sobre el menor, de acuerdo al Dr. Carrasquillo, pues el menor que ha sido víctima de SAP muestra ansiedad, pobre desempeño escolar, agresividad, y a largo plazo serán adultos con problemas de socialización.
«El fin justifica los medios aquí. Se inventan historias, al niño se le crea un ambiente en el hogar que favorece el rechazo de ese otro progenitor, que en algunos casos abandona el hogar y en otros casos se separa, pero no está dispuesto a regresar al matrimonio. Ese efecto de venganza repercute en la salud integral de los niños», acató el psicólogo.
Proyecto de ley en Puerto Rico
En Puerto Rico se presentó el proyecto de la cámara 1309, que buscaba enmendar la Ley 246 de 2011, conocida como La Ley para la Seguridad y Protección de menores. El mismo perseguía, tipificar la alienación parental como delito menos grave, que conllevaría una pena de cárcel de hasta seis meses, o una multa de hasta $5,000, o ambas penas a discreción del tribunal. En las vistas públicas que se efectuaron en enero de 2015, la licenciada Wanda Simons, quien depuso en representación del Secretario de Justicia de Puerto Rico, Cesar Miranda, dijo que: » Existe consenso de que se trata de una práctica que existe en casos de divorcio o separación conflictiva». A su vez señaló que no respaldan el proyecto de ley, porque no tiene parámetros claros en la definición, y se presta, a que la ocurrencia de un solo incidente, promueva que se presente una querella.
Por su parte, la representante Luisa «Piti» Gándara, quien preside la comisión legislativa, señaló que «la alienación parental, o influencia indebida en menores de edad, es un problema real, que está afectando a miles de familias puertorriqueñas y merece la pronta atención de la asamblea legislativa.» La representante reconoció que la vía penal no es la mejor alternativa para atender el problema y que el proyecto tiene que mejorar.
Un problema mundial
En Argentina, el Instituto Nacional de Cine produjo el documental «Borrando a papá», del productor Gabriel Balanousky. El guión está inspirado en la situación personal de Balanousky y en la historia de otros cinco padres que fueron separados de sus hijos, tras un divorcio conflictivo con sus respectivas parejas. Este documental generó una gran polémica, marchas a favor, otras en contra, donde se manifiesta las pasiones que genera este tema. En este país suramericano, a diferencia de Puerto Rico, no existe la custodia compartida, en la mayoría de los casos, se le brinda la custodia de los menores a la madre.
El documental comienza con el testimonio de uno de los padres alienados. » Cuando mis padres se separaron, tenía ocho años, lo único que supe fue que mi papá se fue, mi mamá lloraba, estaba tirada por ahí. Me golpeó más fuerte la separación, cuando fui más grande. A mi papá no lo podía ver, porque al principio de la separación, mi mamá no quería que lo viera. Mi papá ha venido a tocar el timbre alguna vez; mi vieja me dijo que me quedara arriba, ella bajaba y no lo dejaba verme, lo amenazaba «, narró el padre de nombre Claudio.
Como bien sugiere el título «Borrando a papá «, en el documental se muestra la forma en que el progenitor alienador, en este caso mamá, hace lo posible por sacar a papá de la escena, y borrarlo de la vida de sus hijos, sin medir las consecuencias físicas, psicológicas y emocionales en la vida del menor.
El Dr. Carrasquillo aseveró que «el divorcio o la separación de los adultos, no debe ser visto como una coartación de la manifestación de los afectos, al contrario, puede ser una crisis que de como resultado el afianzar los lazos familiares. Pero mientras se vea esto (la separación) como algo terrible, como un evento traumático, muchos de los adultos, en gran medida lo que tienen es una lucha de poder en la que los niños y niñas terminan siendo el efecto de esas tensiones sin resolverse. A fin de cuenta, quienes sufren las consecuencias son los menores».
Mientras tanto nuestro entrevistado Juan sigue luchando por ver a su hijo. Recientemente asistió a una vista judicial, y él asegura que no descansará hasta poder estrechar lazos con el niño. Juan seguirá defendiendo sus derechos y los del menor, estos últimos garantizados en La Declaración de los Derechos del niño. En el Artículo 2 se estipula el derecho a tener una protección especial para el desarrollo físico, mental y social de los miembros de cada familia. En el Artículo 6 aparece el derecho a la comprensión, y el amor de los padres y de la sociedad. Por otra parte, en el Artículo 9, se señala el derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación de menores. Y por último, y no menos importante, el derecho a que cada niño sea criado con un espíritu de comprensión sexual, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal.
Es responsabilidad de toda madre y padre anteponer el bienestar de los hijos menores, echando a un lado sus egoísmos y caprichos personales. No olvidemos que la etapa de la niñez es cuando se forja el carácter de los hombres y mujeres del mañana. De la misma manera que no podemos sembrar ortiga y cosechar una rosa, es imposible sembrar odio y cultivar amor.
Enlaces relacionados:
Pulse aquí para ver el documental «Borrando a papa». https://m.youtube.com/watch?v=6B1w_t8ri00
https://m.youtube.com/watch?v=m4im9INkpO0
https://m.youtube.com/watch?v=KgvuFqsXRvk