¿Son suficientes los recursos actuales para sostener la innovación estudiantil en la UPR?

A pesar de los recortes presupuestarios, las asociaciones estudiantiles del RUM siguen destacándose, pero luchan por mantenerse activas.

Los recortes presupuestarios en la Universidad de Puerto Rico (UPR) han afectado a las asociaciones estudiantiles del Colegio de Ingeniería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), limitando su capacidad para desarrollar proyectos de alto impacto. La falta de personal técnico, espacio adecuado y promoción mediática son algunos de los principales retos que enfrentan estos estudiantes mientras intentan mantener el prestigio de la institución a nivel global.

“Para nosotros ha sido un reto grandísimo porque el presupuesto nos da para lo operacional, pero estos jóvenes que se han distinguido por llevar el nombre del Colegio de Ingeniería de la UPR a competencias nacionales e internacionales, muchas veces se ven desprovistos del apoyo del presupuesto de la Universidad para poder apoyar los diseños y la inversión”, expresó la Dra. Cristina Pomales García, decana interina del Colegio de Ingeniería.

Los recortes presupuestarios que afectan al sistema de la UPR desde 2017 han generado una crisis que amenaza la continuidad de estos esfuerzos. De acuerdo con datos recientes, la UPR ha perdido más de $300 millones en asignaciones gubernamentales en los últimos años . Así lo informó el presidente de la UPR, el doctor Jorge Haddock, en las vistas del Comité de Transición del Gobierno de Puerto Rico en el 2020 para el término 2019-2024.

Para el año fiscal 2024-2025, la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) determinó una reducción adicional de $102 millones, lo que ha limitado severamente los recursos operacionales disponibles para los recintos. 

Este déficit ha exacerbado grandes problemáticas que enfrentan las asociaciones estudiantiles a través de los diversos recintos. Uno de los grupos más afectados ha sido en el Colegio de Ingeniería, precisamente por la naturaleza de sus proyectos de manufactura, que requieren de mayores gastos.

La carencia de personal técnico en los laboratorios y talleres del RUM es otra de las consecuencias más visibles de los recortes presupuestarios. Según la Dra. Cristina Pomales García, decana interina, la Universidad ha intentado suplir estas necesidades mediante contrataciones temporales, pero los salarios ofrecidos no son competitivos. «Tenemos las plazas, hemos hecho las convocatorias, pero no llegan los recursos porque el salario que se le está ofreciendo, es un salario bien limitado… estamos hablando de que una persona que tenga el conocimiento y la destreza va a venir a trabajar por $1,500 mensuales», explicó.

Esta situación ha afectado a asociaciones como SEDS Students for the Exploration and Development of Space – UPRM. A pesar de contar con herramientas avanzadas, como una impresora 3D para metal, no pueden utilizarlas porque no tienen acceso a un técnico especializado.

Proyecto de la asociación SEDS, ganador en la competencias NASA RASC-AL en el 2020.

“El departamento tiene un “3D printer” en metal, pero no tenemos un técnico para usarlo», explicó Josué A. Galloza, presidente de SEDS. El profesor y mentor del departamento de ingeniería Ulpiano Almodóvar añadió que muchas veces no tienen mentores suficientes porque no hay profesores para tantos proyectos.

Pomales explica qué además de ofrecer un salarios deficiente también “el reto que tenemos, es que los cursos son tan especializados que no existe el recurso humano para poder dar la oferta aunque tengamos el apoyo institucional para las contrataciones, el personal con el doctorado, con la especialización y el conocimiento técnico o profesional, no existen en Puerto Rico.” 

La falta de infraestructura adecuada es otro desafío crítico. Asociaciones como Space Architecture Revolutionary Concept Design (SPARC), fundada en el 2018, ha ganado múltiples premios en la competencia internacional NASA Revolutionary Aerospace Systems Concepts – Academic Linkage (RASC-AL). Sin embargo, aun no cuentan con un taller fijo para reunirse ni para desarrollar prototipos. «Además del problema y la dificultad que es conseguir el dinero, se nos ha hecho complejo conseguir un taller y un salón, no tenemos un taller fijo ni un salón fijo donde podamos ir y reunirnos como equipo, guardar nuestra herramienta y hacer nuestro prototipo.», expresó Yosefine Santiago, presidenta de SPARC.

La falta de espacio también afecta directamente el desarrollo de proyectos más complejos. Este año, SPARC está trabajando en un rover multiservicio para la Luna, pero la falta de un lugar dedicado para su diseño y manufactura ha complicado el progreso del proyecto. «principalmente lo que necesitamos es un taller como asociación, un lugar donde podamos realmente poner nuestra idea en algo y poder formar nuestro prototipo», añadió Santiago.

SEDS-UPRM enfrenta un problema similar. Aunque han intentado gestionar sus necesidades de espacio con los recursos existentes, las limitaciones persisten. «La universidad simplemente no tiene espacio o no hay las facilidades o si están las facilidades no tienen el personal requerido para para hacerles que funcionen», explicó Galloza.

Dado que el presupuesto operacional está limitado, explicó la década interina que han tenido que estrechar la mano a egresados, ex alumnos y a las industrias con propuestas para que ellos inviertan en desarrollar las tecnologías y atraer fondos. De otro modo el profesor Ulpiano Almodóvar indica que considera “que las asociaciones siempre han tenido su altas y sus bajas, pero nunca se han visto afectado por lo por los movimientos de la Universidad, aquí han sido siempre bien abiertas a ayudar a las asociaciones estas no se ve afectada por recortes porque ellos siempre han tenido que sustentarse a ellos mismos y sus costos a través de auspicios”. 

La promoción mediática es fundamental para atraer patrocinadores que puedan financiar los proyectos estudiantiles. Sin embargo, muchas asociaciones sienten que la universidad no prioriza la difusión de sus logros. «Promocionamos mucho a nuestra atleta, pero dejamos atrás a nuestro ingeniero, nuestros científicos y en la universidad hay mucho talento que no es atlético que merece ser reconocido», explicó Yosefine Santiago presidenta de SPARC.

Los estudiantes han tomado la iniciativa de gestionar su propia promoción como la utilización de la redes sociales. Sin embargo, la visibilidad dentro del propio recinto sigue siendo limitada. «Lo más que necesitamos actualmente es el reconocimiento dentro de la universidad, porque honestamente fuera de la universidad, lo que fue la colaboración con Corona mucha gente se nos acercaba y tuvimos esa visibilidad, señaló Nay Pérez, miembro del Cave Lab.

Para SEDS, la falta de exposición también representa un obstáculo para acceder a más financiamiento. Aunque han recibido apoyo de organizaciones como Blue Origin y el NASA PR Space Grant Consortium, dependen de los estudiantes para mantener activos sus proyectos. «Si nosotros no nos movemos, nadie se entera de lo que hacemos nos gustaría que la universidad nos respaldara más, especialmente porque estamos representándola en competencias internacionales», añadió Torres Vicepresidente de SEDS.

A pesar de estos desafíos, las asociaciones estudiantiles del RUM siguen logrando hitos importantes gracias a la resiliencia y dedicación de sus integrantes. Los estudiantes han ganado premios en competencias internacionales, como el NASA RASC-AL, y han desarrollado proyectos innovadores que destacan a Puerto Rico en la industria aeroespacial y de manufactura.

Sin embargo, la Dra. Pomales advierte que el sistema necesita más apoyo institucional. «Es importante que haya mayor transparencia, métricas objetivas y que podamos entonces tener confianza que la manera en que se está asignando esos presupuestos esté alineada con números para saber dónde es que el dinero tiene el mayor impacto y beneficio para nuestro Puerto Rico.», enfatizó.

El futuro de estas asociaciones depende de un cambio en las prioridades presupuestarias y en la gestión administrativa. Más allá de los logros individuales, estas organizaciones son un motor para el desarrollo de la próxima generación de líderes e innovadores en Puerto Rico.

Depende de soluciones estructurales que faciliten el acceso directo a los fondos y promuevan alianzas con empresas externas. Según la Dra. Cristina Pomales, una alternativa clave sería permitir que los donativos corporativos lleguen directamente a los recintos, evitando la burocracia de la administración central y generando mayor confianza en los inversionistas. La creación de un fondo de inversión descentralizado y flexible permitiría invertir en el desarrollo de las facultades y ofrecer más apoyo a los estudiantes, asegurando la sostenibilidad de la innovación y el liderazgo que caracterizan al RUM. Esto, combinado con un esfuerzo sostenido para redactar más propuestas a empresas externas, podría garantizar el financiamiento necesario para mantener y expandir los proyectos estudiantiles. Estas medidas, junto con una mejor gestión del espacio y los recursos existentes, podrían transformar las limitaciones actuales en oportunidades de crecimiento para las asociaciones y sus iniciativas innovadoras.

«Los estudiantes están comprometidos con su trabajo y con poner el nombre de la UPR en alto; lo que necesitamos ahora es un sistema que los respalde y valore su esfuerzo», concluyó Pomales.

Edificio principal del colegio de ingeniería UPR Mayagüez.

Author: Thalia Curbelo