Por: Miryel Orama Avilés (miryel.orama@upr.edu)
Gay Talese, un escritor norteamericano nacido en Ocean City, New Jersey es uno de los periodistas más reconocidos en todo el mundo por su manera de recrear a los personajes y acercarlos al lector, por su narrativa limpia y precisa. Por su forma de mirar el mundo, es un observador exigente, elegante, inteligente. En sus obras ha demostrado un particular modo de ver el mundo desde el mínimo detalle.
En su texto Retratos y encuentros, bajo el título Cuando tenía veinticinco el literato expresa:
“Cuando yo tenía veinticinco años perseguía gatos callejeros por todo Manhattan.”
De esta manera revela el recelo que tiene para con sus tareas. En su desarrollo Talese puntualiza cómo hizo de su primer artículo extenso la trama de un día para un gato callejero en Manhattan. Y es esa fascinación por lo escéptico lo que hizo que Talese convirtiera la no ficción en un arte singular. Sus libros revelan realidades y tramas complejas, como las que relató en The New York Times: The Kingdom and the Power, la mafia: Honor Thy Father, la «industria» del sexo: Thy Neighbor’s Wifeson, o la experiencia de los inmigrantes de América, como su propia familia italiana, Unto the Sons.
A Gay Talese le interesa el ser humano sobre todas las cosas y de ello nos ha dejado un impagable testimonio en sus perfiles Retratos y encuentros, un mosaico étnico que dibuja bien la sociedad multicultural en la que vive. El escritor de no ficción relata parte de su trayectoria en este libro y por ende disfrutar de su literatura te acerca a su historia. Sus textos Cuando tenía veinticinco, Orígenes de un escritor de no ficción, Paseando a mi cigarro, y Los sastres de Maida nos introducen en su vida pasada y presente, en su cotidianeidad misma.
Es reconocido por el periódico El País como el “fundador (…) de una nueva manera de entender el periodismo, consistente en aplicar al reportaje las técnicas propias de la creación novelística”. Así destaca su género informativo como uno literario. De la misma manera, Talese nos muestra una manera dinámica de presentar sus relatos al abordar con una perspectiva distinta cada tema, así como su participación directa en los hechos.
“Creo en la necesidad del contacto directo porque, además del diálogo, me interesa hacerme una idea visual de los rasgos y gestos del entrevistado, así como tener la oportunidad de describir la atmósfera del lugar en que acontece la reunión.”
Su mayor objetivo era transmitir una realidad por medio de la palabra. Gay Talese siempre tuvo el empeño de dignificar el periodismo encumbrándolo a la cima de la literatura: el periodismo hecho arte.