Por: Marié E. Rivera Diaz (marie.rivera3@upr.edu)
El pasado 2 de mayo se impartió el Taller de Crónicas Periodísticas con la escritora y periodista Ana Teresa Toro. El evento se llevó a cabo a partir de las nueve de la mañana en el salón de Multimedios de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA) y tuvo una duración de tres horas, durante las cuales la invitada brindó conocimientos y herramientas prácticas a los estudiantes de la clase de Géneros Periodísticos de la doctora Sarah Platt. El evento comenzó con una breve biografía de la aiboniteña a cargo de Ashley Figueroa, relacionista público de la asociación y blog Tinta Digital, que estuvo a cargo de la organización del taller.
En el momento de definir el oficio periodístico, Toro expresó que el periodista debe proveer al ciudadano la información relevante para la toma de decisiones favorables en una democracia. Asímismo, explicó la importancia de aprender a leer el lenguaje corporal y que cada detalle es importante. «Leer es aprender a entender el mundo», expresó la periodista, quien fue seleccionada como una de las cronistas más reconocidas en Latinoamérica por la Fundación Gabriel García Márquez de Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) en el 2012.
La autora de la novela “Cartas al agua” comparó el periodismo con el ballet, ya que aunque una persona conozca toda la historia del ballet, necesita bailar con su cuerpo para ser un buen bailarín. Lo mismo ocurre con un periodista que debe conocer la historia del oficio, pero tiene que salir a la calle para realmente ser un buen periodista. «El periodismo es práctica, se hace».
La autora de “Las narices de los perros” (2015), también hizo hincapié en el valor del periodismo narrativo que recae en emplear recursos literarios para contar historias reales y un buen punto de partida a partir es el simbolismo.
Durante el taller los estudiantes tuvieron la oportunidad de compartir sus crónicas y obtener un mejor entendimiento del género. «Una crónica no es un anecdotario ni una colección de estampas. Es un texto redondo, una narrativa completa, no un desahogo del autor», concluyó la periodista.