Aproximadamente 117,438 estudiantes se benefician durante el año escolar a través de los servicios ofrecidos por la Autoridad Escolar de Alimentos. Esta autoridad que forma parte del Departamento de Educación de Puerto Rico busca promover y desarrollar hábitos alimenticios saludables que redundan en un bienestar de salud para toda la población del país y así contribuir a la disminución del sobrepeso en las futuras generaciones.
Sin embargo, esta meta parece enfrentar un obstáculo, ya que muchos estudiantes prefieren recurrir a tiendas externas para comprar alimentos poco saludables y así saciar sus antojos.
Para tener una idea más exacta, en el caso de la Escuela Intermedia Dr. Cayetano Coll y Tosté de Arecibo, solo 287 de 565 estudiantes asistieron al comedor escolar para el almuerzo, el pasado viernes, 10 de febrero.
La pregunta que muchos se hacen es, ¿qué almorzaron los otros 278 estudiantes que no asistieron al comedor?
La respuesta es que la mayoría de estos estudiantes prefieren almorzar en la pizzería enfrente a la escuela y esta acción contribuye a la obesidad que se busca disminuir.
Los estudiantes que sí asisten al comedor escolar…
Según estadísticas, los y las estudiantes que sí asisten y almuerzan en el comedor escolar diariamente desechan entre 55 a 75 libras de comida en cada comedor escolar. Incluso en ocasiones estos números pueden aumentar.
Parecería ser que los niños prefieren comerse una empanadilla frita con un refresco, una pizza o unas papitas de la “tiendita de la esquina” y desechan los alimentos gratuitos y saludables del comedor. Ivonne Avilés, madre de un niño de 8 años que asiste a una escuela pública de Puerto Rico comentó, «a los niños no les gusta el comedor escolar ya que aveces la comida no tiene buen sabor. Pienso que deben tomar en consideración los gustos del estudiante.»
Además, en las redes sociales los padres se quejan de los menús que se sirven, porque según sus hijos la comida “no sabe bien”, no es suficiente en términos de cantidad, o el menú no les gusta.
Las dietas en el comedor escolar se preparan mensualmente y son menús preparados por nutricionistas para llevarle una dieta balanceada a cada estudiante. Cada comedor escolar prepara los alimentos con las especificaciones que se mencionan en cada dieta diaria.
Las marcas con las que preparan los alimentos son mayormente las mismas que se utilizan en los hogares puertorriqueños y los productos como las carnes y los cereales llegan semanalmente a los comedores, para así garantizar la frescura de lo que se sirve. Los alimentos son pesados y servidos con unas medidas específicas ya determinadas por nutricionistas del programa; y las temperaturas se monitorean en todo momento para garantizar que la comida que se sirve este caliente.
Los servicios de la Autoridad Escolar de Alimentos son federales, así que están siendo monitoreados con visitas e inspecciones para siempre garantizar la calidad de lo que se les sirve a los niños. Sin embargo, aún así, existe un gran por ciento de estudiantes que prefiere no beneficiarse de este derecho y recurren a gastar dinero en otras opciones menos saludables a la hora de la comida.
Rosalina Rivera trabaja desde hace 17 años en comedores escolares y actualmente es la encargada del comedor escolar de la Escuela Dr. Cayetano Coll y Tosté.
Según ella, la mayoría de los niños están acostumbrados a comer alimentos poco saludables; algunos padres que salen tarde de trabajar les preparan algo simple y rápido en la cocina, incluso algunos recurren a servirles comida de algún “fast food”, porque el tiempo no les es suficiente como para preparar una comida balanceada.
“Los padres son modelos para los niños, si en casa no se sirven vegetales, los niños no van a estar acostumbrados a comer vegetales”, según Evangelina Ruiz Bonet, nutricionista de la Autoridad Escolar de Alimentos de la Región Norte y encargada de monitorear 106 escuelas. «La comida del comedor se rige bajo unas directrices de Estados Unidos, y estas directrices restringe el consumo de sodio y sal, y por cultura los puertorriqueños tienden a comer los alimentos bastante salados, esto podría influir en la decisión de los niños al escoger entre ir al comedor o comprar algún alimento chatarra», añadió Ruiz Bonet.
La comida integral es otro factor problemático. En los comedores escolares se exige que el 80% de los alimentos que se sirven en el plato sean integrales, y la comida integral no es algo común para el paladar de la mayoría de los y las puertorriqueñas.
La educación alimentaria que reciben los estudiantes debe comenzar por la casa, cada padre es responsable de crear buenos hábitos de alimentación en su niño, pues es garantizado que la comida que se sirve en los comedores es certificada por expertos en nutrición.
Sin embargo, no se puede descartar el factor de que cada comedor escolar cocina de manera diferente, si la presentación de los alimentos no es la adecuada o la más “bonita a la vista”, los niños y jóvenes no se la van a comer. Es por eso que el «amor» con el que se cocina y se sirve es indispensable para que los niños deseen comer algo fresco y nutritivo.