Especial para Tinta Digital: Juleymi Dávila (estudiante de primer año de Comunicación Tele-Radial)
Imagina que eres un escriba europeo en el siglo XV, siendo bien pagado por escribir a mano diferentes documentos y ser uno de los privilegiados en tener acceso al tan deseado conocimiento, pudiendo saber valiosa información que le es restringida al resto de la sociedad. Todos te ven como uno de los sabios entre los ignorantes. Pero un día te enteras de que un tal Johannes Gutenberg logró imprimir una hermosa biblia sin la necesidad de utilizar la escritura manual, y no solo eso, sino que también gracias al invento de la imprenta de tipos móviles, reprodujo 200 copias de ese mismo manuscrito que ahora más personas tendrían la oportunidad de leer.
Te pones a pensar en ello y te das cuenta de que tu fuente de trabajo está en riesgo, que si la imprenta se pone de moda y el conocimiento llega a las manos de todas las personas de todas las clases sociales, tu estatus social se va a desmoronar, ganarás menos dinero, tendrás que buscar otro sitio para trabajar y poner comida sobre la mesa, y por último, te pones a maldecir que Gutenberg mejor hubiera desperdiciado su tiempo haciendo cualquier otra cosa que no fuera echar a perder el futuro de tu área laboral.
Podemos decir que esta historia se repite cuando nos adelantamos al siglo XXI y nos percatamos de cómo las tecnologías digitales evolucionan tan rápido que están cambiando de forma significativa la creación y distribución de distintos tipos de arte, como la literatura, y muchos escritores están expresando miedos similares al de los pobres escribas del pasado.
Las avanzadas tecnologías de esta era están transformando la literatura en más aspectos de lo que uno podría suponer al principio. La mejor forma de encontrar un buen libro para leer siempre ha sido acudiendo a otras personas en busca de recomendaciones. Esta interacción entre la comunidad de lectores se ha agilizado gracias a diferentes redes sociales y aplicaciones. Las plataformas de Goodreads y LibraryThing han sido la opción por excelencia para descubrir los mejores libros para cada uno desde hace algunos años, gracias a sus reseñas. Por si esto no fuera poco, incluso los mismos escritores han visto en estos sitios web una ventana para tener una interacción más personal con el público.
Según la página de internet humanista.es:
“…Muchos escritores utilizan estas plataformas para interactuar con sus fans y compartir detalles sobre su trabajo. Por otro lado, la literatura también ha sido influenciada por la interacción que se da en las redes sociales y la forma en que se comparte contenido”
Como ejemplo de esto último, existen páginas en Facebook que funcionan cómo clubs de lectura, y no podemos restarle mérito a la aplicación de Tiktok, donde cada vez más jóvenes se están adentrando a la sub-comunidad de “BookTok” para hablar y opinar acerca de las lecturas más populares del momento, llegando al punto de influir positivamente en las ventas de los libros que más impactan al público joven, siendo el mejor ejemplo “Alas de Sangre”, de la autora Rebecca Yarros.
También, la forma en la que consumimos la literatura se ha facilitado y diversificado gracias a los dispositivos electrónicos. Otra vez recurrimos al sitio web humanista.es para el siguiente dato: “En 2007, Amazon lanzó el Kindle, uno de los primeros y más exitosos dispositivos de lectura electrónica que permitió la lectura de libros digitales en cualquier momento y lugar”.
Si bien los libros electrónicos llevan existiendo desde la década de los 70, Kindle es el más influyente y popular entre los lectores. Ahora se tiene la opción de llevar cualquier lectura, por más amplia o breve que sea, a donde quieras ir y leer en cualquier momento. Ya no hay obligación de separar un espacio en tu cuarto para guardar un montón de libros pesados que pueden irse deteriorando con el paso del tiempo. Si no tienes un libro electrónico, aun puedes disfrutar de la lectura desde tu teléfono inteligente o tableta y buscar muchos libros gratis en formato pdf por internet, restando tiempo, esfuerzo y hasta dinero en ir a la librería para comprarlos. A pesar de todo esto, aún hay mucha gente que aún prefiere los libros en físico, así como reflejar sus gustos y personalidad decorando sus libreros y convertirlos en su mayor orgullo.
Por último, la tecnología actual ha simplificado la publicación y promoción de los libros al punto en que cualquier persona de cualquier edad y lugar puede dar a conocer sus obras por si mismas sin depender de una editorial tradicional. Qué mejor ejemplo de esto que la famosa plataforma de Wattpad, donde millones de personas tienen la oportunidad de publicar cualquier tipo de historia de su preferencia, formando una comunidad muy leal y unida con otros usuarios de gustos similares.
Así mismo, ha catapultado la carrera de varios escritores que empezaron compartiendo historias en la aplicación, y que han llegado a recibir tanto apoyo de los lectores que a sus autores se les ha otorgado la dicha de publicar sus creaciones en forma de libros oficiales en librerías reales y así cosechar más éxito. Pero, aunque esto suene como un gran punto a su favor, la realidad es que por otro lado, las faltas de ortografía y gramática son muy comunes al no tener a alguien que primero revise el texto para asegurarse de que esté bien escrito.
Aparte, varias de las historias que se popularizan gracias a Wattpad suelen enfocarse en temas que pueden ser considerados problemáticos y peligrosos, como la romantización de las relaciones tóxicas, la objetificación de la mujer y la normalización de conductas inapropiadas. Hay que tomar en cuenta que algunas de este tipo de lecturas fueron hechas cuando sus autoras aún estaban en la niñez o adolescencia, teniendo un punto de vista idealizado de cómo sería una buena relación romántica sin percatarse de sus fallos, que fueron sesgados debido a su corta edad. En cuanto a las editoriales, estas deben confiar en el escritor y revisar lo que se ha redactado para al final decidir si se publica o no. Muchas son las anécdotas de escritores cuyo trabajo fue rechazado por distintas editoriales antes de lograr convencer a una de lanzar su libro a cambio de algunas modificaciones en el mismo, como el caso de las obras de Harry Potter y Lolita. También hay que tomarse el esfuerzo de ser muy juicioso con la editorial a la que quieras acudir, pues unas son más flexibles que otras.
Tal como advierte Nuria Vidal para telefónica.com, “… porque no todas las editoriales son iguales, y a veces más vale solo que mal acompañado”.
No se debería ver la convergencia de la lectura con el mundo digital como el fin de la buena literatura, porque otra vez, estaríamos dejando entre ver el prejuicio que tenemos hacia lo nuevo comparándolo con el pasado, que en todas las épocas habidas y por haber “todo tiempo pasado fue mejor”. Merece la pena enfocarnos más en cómo se ha democratizado el acceso a las obras escritas estando a disposición de casi todo el mundo, algo que los estudiosos de varios siglos atrás hubieran querido más que nada, cuya única fuente de conocimiento a la que podían ir era lo que hoy podríamos describir como una “cárcel de libros”, siendo estos encadenados y bien escondidos en las bibliotecas debido a su altísimo valor.
Aunque para muchas personas sea difícil de ver o no quieran reconocerlo, hay muchos jóvenes que se están adentrando en la lectura como fuente de ocio, motivados por sus nuevos referentes en Booktok y a los confiables consejos de Goodreads. Están surgiendo nuevos escritores con propuestas innovadoras y refrescantes gracias a la accesibilidad que otorgan plataformas como Wattpad y AO3 a la hora de publicar. Nuevos lectores ahora tienen el llevar un sinfín de lecturas consigo a donde quieran como una opción, sin llegar a ocupar sus manos o lastimarse la espalda cargando un bolso pesado lleno de libros, mérito que se lo debemos a los dispositivos móviles y a los diversos libros electrónicos que hay en el mercado como el Kindle.
Los libros nunca pasaron de moda, siempre estuvieron allí con nosotros, simplemente ya no es tan necesario leer clásicos universales como El Quijote o Los Miserables para poder conectar con otras personas que leen, aunque esos clásicos de carácter casi sagrado nunca dejarán de ser merecidamente apreciadas por su gran impacto en la sociedad a lo largo de la historia. Hay todo un mundo allá afuera de universos literarios que explorar, ya sea en pantalla o en papel, solo hay que dar tiempo para que cada quien pueda encontrar cuál es ese libro con el que por fin puedan conectar, y no hay porque juzgarlos por sus gustos a la hora de escoger una lectura, siendo un motivo para muchos de no sentirse bienvenidos en la comunidad y abandonarla. La literatura ya no es solo para unos cuantos intelectuales, sino que es para todos.