Incierto el comienzo de clases en el Departamento de Educación (DE) de Puerto Rico.
Tanto padres como estudiantes y maestros se mantienen confundidos en torno al alegado regreso a las aulas este próximo lunes, 3 de marzo.
El proceso de vacunación de Covid-19 para maestros, las pobres condiciones de los planteles, además del nombramiento de Elba Aponte, designada secretaria de Educación y el reciente Estado de Emergencia decretado el pasado 17 de febrero en las escuelas, aumentan el caos en esta agencia de gobierno.
Con el propósito de solicitar mayores ayudas federales, el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, firmó la nueva Orden Ejecutiva en la cual decretó un estado de emergencia en las escuelas. “He firmado esta Orden Ejecutiva con miras a que las escuelas públicas se logren acondicionar con la mayor agilidad posible”, reiteró.
Sin embargo, maestros expresaron su preocupación ante la reapertura de las escuelas y el inicio escolar de forma presencial. La señora Acevedo de la escuela superior Abelardo Martínez Otero en Arecibo expresó que, aunque ya tiene la primera dosis de la vacuna, “no considero que sea el momento para comenzar de forma presencial”. No obstante, prefiere “ir presencial y poder dar las clases desde el salón, para tener menos distracciones en el hogar”.
A diferencia de la maestra Acevedo, la señora Lugo, maestra de la Escuela Mildred Arroyo Cardoza en Cabo Rojo comentó sobre otras complicaciones relacionadas al reinicio presencial. “No me puedo vacunar pues soy alérgica a la aspirina y sus derivados” y de igual modo se inclinó a que las clases fueran retrasadas.
Un funcionario que sí apoya el retraso del comienzo escolar es el alcalde de Yabucoa, Rafael Surillo, quien informó a la prensa del país sobre un brote en una comunidad de su municipio de una menor de edad asintomática.
Hasta el pasado 17 de febrero se habían registrado 26,000 funcionarios del DE vacunados. No obstante, no alcanza ni la mitad de empleados que tiene este departamento. Aunque, la secretaria Elba Aponte, quien ha sido fuertemente criticada por su cuestionable ejecutoria, expresó que no sería obligatoria la vacuna para que el magisterio comience las clases de forma presencial, sino que estos docentes tendrían que acogerse a una licencia sin sueldo.
Toda este panorama incierto mantiene a la comunidad escolar en miras de qué pasará y si es o no la mejor decisión regresar a la enseñanza presencial.