Por: Keishla Arbelo (keishla.arbelo@upr.edu)
El 21 de junio de 2014 la Comisión de Salud y Nutrición y su presidenta, Luisa “Piti” Gándara, presentó ante el Senado una consideración para crear la “Ley para el Acceso a la Información de Estadísticas de Cesarías” debido al alarmante aumento de partos llevados a cabo de forma quirúrgica. Según se expuso en la medida, para el 2007, se alcanzó lo que hasta ahora es la tasa más alta registrada en el país: 49.2% de los partos fueron por realizados de esta forma.
Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado como aceptable una tasa de 10 a 15% en partos que se pueden realizar por cesaría, lo que coloca a Puerto Rico en un rango que va tres veces por encima de lo establecido.
Lo más preocupante es que 55% de las cesáreas realizadas en Puerto Rico no tienen una justificación médica. En la mayoría de los casos estas se llevan a cabo para la conveniencia del médico a cargo del alumbramiento. Además de que el seguro médico cobra más por esta intervención.
En el pasado las cesáreas se empezaron a utilizar de forma efectiva en casos que realmente requerían una intervención quirúrgica para salvar la vida de una madre y su bebé, pero desgraciadamente se ha abusado de ello en los últimos años.
El señor Víctor Ramos Otero, presidente del Colegio de Cirujanos de Puerto Rico reconoció que “una fracción de cesáreas en Puerto Rico se realiza por conveniencia y economía de tiempo”, obviando de esta manera el bienestar de la gestante.
La gran mayoría de las cesáreas son innecesarias
En entrevista con el obstetra Néstor Carmona, del grupo Mogic, compuesto por cuatro expertos en ginecología obstétrica, el doctor confesó que el 98% de las mujeres tiene la habilidad de dar a luz naturalmente. “La gran mayoría de las mujeres puede parir, las cesáreas solo deben realizarse en casos extremos donde esté en riesgo la vida del bebé o de la madre”, expresó.
Muchas veces no se les orienta a las madres sobre las consecuencias del proceso quirúrgico. Algunos de los riegos que puede padecer el infante como resultado son asma, obesidad, Diabetes Tipo 1, entre otra- esto debido a que al no salir por el canal vaginal no adquiere las bacterias necesarias para activar los sistemas de defensa.
Es necesario fomentar el buen trato en el momento de dar a luz. Las madres primerizas, en la mayoría de los casos se sienten nerviosas, ansiosas y muy asustadas ante un proceso totalmente desconocido.
El parto humanizado valora las necesidades de los protagonistas
El parto humanizado en agua es una forma de ofrecer a la mujer el espacio para llevar a cabo este proceso a su gusto ya que inducir el parto como se acostumbra en los hospitales trae más riesgos y no hay necesidad alguna de adelantar un proceso que ocurre naturalmente.
La diferencia entre un parto normal en el hospital y un parto en agua, radica en la comodidad de la madre, ya que le permite a la mujer sentirse menos pesada y puede moverse en forma instintiva. La embarazada tiene la libertad absoluta de movimiento y expresión y puede estar acompañada de las personas que ella desee, lo que hace el proceso más acogedor.
El/la partero/a le da más tiempo a la madre para prepararse. La labor de parto es más fácil ya que al no tener bloqueo, la mujer va a pujar más para que el bebé nazca. Además, las contracciones se sienten menos, el agua favorece la dilatación y se fomenta el apego inmediato para la lactancia materna y el contacto piel a piel con la madre.
Durante los primeros minutos de vida el infante puede permanecer en el agua, ya que en el vientre yace en agua y respira por el cordón umbilical. El tiempo máximo que debe permanecer dentro del agua ya fuera del canal vaginal es de 12 minutos aproximadamente.
Con el parto humanizado se procura la salud de la mamá y el bebé sin subestimar la capacidad innata de la mujer para dar a luz, además de reducir el número de cesáreas innecesarias y partos traumáticos.
En los últimos años se ha popularizado contratar los servicios de una doula en el proceso de dar a luz.
La señora Merita Hernández, psicóloga especialista en psicología perinatal, doula y educadora en lactancia certificada, nos explicó el papel que juega una doula en el trabajo de parto.
¿Cuál es la diferencia entre una partera y una doula?
El rol de la partera es trabajar todo lo físico igual que un doctor, mientras que el de la doula es apoyar a la madre. Él o ella te dan masajes, te ayudan a pasar las contracciones, aliviar tu dolor, velan por ti y te apoyan en tus decisiones. La doula puede acompañarte en hospital o en casa.
¿Cómo se puede evitar un parto por cesárea?
Antes que todo, debes educarte. Si lo estás eso evita la cesárea, si no, es caer en la oya de grillos. Cuán apoderada en cuanto a conocimiento estés, es lo q define tu parto.
¿Crees que los médicos prefieren hacer cesáreas por conveniencia?
Ellos no prefieren nada, ellos trabajan según los clientes.
¿Cómo se puede evitar la inducción del parto en el hospital?
Si tú te dejas inducir, ellos lo hacen. Si ellos quieren inducir y tu cuestionas, preguntas y das opciones ellos, sabrán q estás educada y hacen lo que tú quieras. Depende de ti. He tenido clientes bien apoderados que tienen el parto que desean, como también he tenido clientes no apoderados que aceptan lo que el doctor dice sin preguntar.
¿Qué otros servicios ofreces?
Trabajamos con práctica para que tu acompañante sepa qué hacer para ayudarte en esos momentos. Te ayudamos a preparar un plan de parto para q lo discutas con tu doctor. Te enseñamos cómo iniciar tu lactancia y cómo sostenerla. También, cómo cuidar del bebe y tener un buen equilibrio emocional con el fin de reducir depresión post parto.
El proceso de traer un hijo al mundo es hermoso y se debe respetar tanto a la madre como al infante y las decisiones que ella tome para el alumbramiento.
Enlaces relacionados:
Servicios de Doula en Puerto Rico
Doula Caribe (DC) y Mujeres Ayudando Madres (MAM)
Consejos para evitar cesáreas innecesarias