Por: Yadira Cruz Valles (yadira.cruz2@upr.edu)
La pandemia COVID-19 ha impactado la salud mental y física de millones de personas. La salud mental es igual de importante que la física y es indispensable en la labor diaria; al estar comprometida altera el sistema fisiológico del ser humano.
El confinamiento producido por la pandemia mundial del Covid-19 ha trastocado todas las facetas de la vida humana: la educación, la salud, el comercio, la tecnología y las relaciones humanas. No es una exageración aseverar que tanto niños como adolescentes, adultos jóvenes y otros no tan jóvenes han sido todos afectados por los múltiples efectos y los cambios en rutina que ha impuesto este nuevo orden mundial. El deterioro emocional debido a la incertidumbre de todo este proceso, ha provocado en muchos estrés prolongado, tristeza, irritabilidad y otros síntomas que llevan a padecer de ansiedad, depresión y otros diagnósticos psicológicos clínicos.
Nivel de impacto en la salud mental durante el “lockdown”
ASSMCA, la principal una agencia gubernamental que trabaja con personas que sufren de discapacidad intelectual, desde la prevención hasta la rehabilitación, ha reportado alzas dramáticas de llamadas de personas buscando atención médica durante la pandemia. ASSMCA cuenta con la Línea Pas, una línea telefónica con el número 1 (800) 981-0023, disponible 24 horas los 7 días de la semana para ofrecer: apoyo, consejería, y otros servicios que pueden ayudar al afectado en momentos de crisis emocional.
La Línea Pas para el año 2018 y 2019 recibió 83,721 llamadas, en comparación con el año del “lockdown” donde hubo un alza de 431% de llamadas, lo que implica que se recibieron 903,000 llamadas en un año.
“El que nosotros estuviéramos encerrados bajo una pandemia, sobretodo la incertidumbre de lo que iba a pasar, trastocó fuertemente la salud mental de los puertorriqueños y las llamadas básicamente eran de personas ansiosas y deprimidas”. Así aseguró el director de Prevención de ASSMCA, Juan Rivera.
Síntomas en incremento a raíz de esta situación mundial
Como resultado de esta situación los profesionales de la salud han notado un aumento en síntomas, comparado con años anteriores. Esto se debe a que la población ha vivido experiencias traumáticas, crisis no esperadas. El principal detonante ha sido la alteración dramática en la rutina diaria de los ciudadanos que ha provocado estrés, tristeza prolongada, aislamiento, cambios de humor, supervigilancia, irritabilidad, poca energía, problemas para concentrarse, sentimientos de incertidumbre y desesperanza en cuanto al futuro y el duelo.
La población de niños y adolescentes se ha visto afectada especialmente por el cambio a la modalidad de educación virtual y todos los cambios que esto conlleva. La carga académica a la que no estaban acostumbrados, causó baja en promedios por la dificultad de aprender en línea.
“La cuarentena fue un golpe a lo que es la rutina de los niños y para muchos niños y adolescentes, la rutina es algo que les da estabilidad emocional. Este cambio les puede provocar estrés, ansiedad, depresión, tristeza, que van a afectar lo que es el conglomerado de salud mental”, expresó el doctor en psicología escolar en la Universidad Albizu Campos, Héctor Hérnandez.
¿Qué podemos hacer para tratar estos padecimientos de salud mental?
Nueve de diez personas son afectadas por el estigma que rodea su enfermedad, este es uno de los procesos más difíciles que enfrentan los pacientes de salud mental, además de hacerle frente a su diagnóstico. Como sociedad, es vital entender que la sensación de miedo, ansiedad, depresión, entre otros, son sentimientos válidos y que es indispensable analizarlos para saber cómo trabajar con cada situación en particular.
La atención a la salud mental es esencial. La calma, autoeficacia, conexión, esperanza y sensación de seguridad son elementos claves para mantener una buena salud mental, según los expertos.
Existen muchas actividades que pueden realizarse con el fin de mejorar la salud mental, comenzando por tratar de tener una perspectiva positiva ante cualquier situación, practicar la gratitud, meditar, desarrollar habilidades de afrontamiento, determinar un significado y propósito en la vida, tener un buen apoyo social, explorar su espiritualidad y poner en práctica las técnicas de relajación por medio de relajación progresiva, imágenes guiadas, bio retroalimentación, auto hipnósis y ejercicios de respiración profunda. El ejercicio y la sana alimentación también son factores importantes en este proceso. Además, es crucial reconocer cuando se necesita buscar ayuda profesional, ya que las terapias y los medicamentos pueden ayudarte a tener pronta mejoría.
“Todos somos alma, cuerpo y espíritu, el ser humano está compuesto por esas tres fases las cuales debemos priorizar y tomar cuidado de ellas, ya que si están alineadas puede existir un equilibrio total en la persona”.
Anónimo
Opinión pública en redes sociales respecto a esta problemática
Por medio de una encuesta realizada a través de la plataforma social Facebook, vemos que el 100% de las 160 personas que votaron, consideran que la pandemia COVID-19 ha tomado un rol protagónico y ha contribuido al declive de la salud mental de las personas. La opinión pública refleja que nadie ha quedado fuera de los efectos devastadores que ha tenido la pandemia en términos de la salud mental.
“Sin lugar a dudas, la pandemia ha tomado un rol protagónico en la salud mental de las personas; los puertorriqueños definitivamente no estábamos preparados para una pandemia”, expresó el director de Prevención de la Administración de Servicios de Salud y Contra la Adicción (ASSMCA), Juan Rivera.
Además de los síntomas asociados con la ansiedad y la depresión, diferentes estudios han mostrado que la pandemia ha amplificado los factores de riesgo asociados al suicidio, como la pérdida de empleo o económica, los traumas o abusos, los trastornos mentales y las barreras de acceso a la atención de salud. Así refleja la data recopilada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El suicidio es un problema de salud pública urgente y su prevención debe ser una prioridad nacional”, aseveró Renato Oliveira e Souza, jefe de la Unidad de Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). “Necesitamos de una acción de toda la sociedad para poner fin a estas muertes, y requerimos del compromiso de los gobiernos para invertir y crear una estrategia nacional integral que mejore la prevención y la atención del suicidio”, subrayó.
Con una de cada cien muertes, el suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo, según la OMS. Cada año, mueren más personas a causa del suicidio que por el VIH, la malaria o el cáncer de mama, o que por la guerra y los homicidios. Entre los jóvenes de 15 a 29 años, el suicidio fue la cuarta causa de muerte a nivel mundial, después de los accidentes de tráfico, la tuberculosis y la violencia interpersonal.
Wow! Excelente información, gracias por crear consciencia a través de este reportaje . Dtb ,super orgullosa de ti.
Esta información esta muy importante y eficaz resume todo con mucha importancia
Te felicito muy buen trabajo
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