Por: Dianixa Vega Vazquez (dianixa.vega@upr.edu)
La industria musical enfrenta un panorama de incertidumbre por lo que resta del año 2020, ante la pandemia de COVID-19.
La industria musical ha sido uno de los sectores más golpeados durante la crisis y también parecer ser uno de los últimos en salir de ella. Esto, ya que desde el pasado mes de marzo, el gobierno ha prohibido los eventos donde haya aglomeración de personas para evitar la propagación de contagio. La cancelación de eventos musicales y culturales, como conciertos, giras y festivales han bloqueado las fuentes de ingresos para este sector. Tanto así que músicos, artistas, sonidistas, técnicos y todo personal de producción se han pronunciado al respecto.
La música tiene un gran valor social, cultural, político y económico, ya que son pilares fundamentales en dicha industria. Desde luego este sector aporta y ayuda muchísimo a la economía y el desarrollo del país.
En una entrevista con Melvin Ayala, hermano de Daddy Yankee, el cantante de música cristiana urbana narra sus relatos como intérprete en tiempos de pandemia. “Es un hecho que la pandemia nos ha afectado a todos como ser humano, pero ya nosotros como cantantes- que vivimos de este arte- ha sido un gran choque para nuestro bolsillo, pues tuvimos que cancelar nuestros conciertos y eventos, y esto hace que el ingreso no sea el mismo ni será igual por un tiempo prolongado”.
Luego de seis meses de haberse anunciado oficialmente la pandemia del Covid-19, los artistas y su personal de producción se vieron en la obligación de reinventarse para dar frutos a sus trabajos bajo la nueva modalidad de conciertos virtuales. Aunque para muchos no es lo mismo ni se escribe igual, es una manera de seguir sustentándose.
“Pienso que el mundo artístico ya se ha reinventado poco a poco. Ya estamos viendo que las redes sociales, de cierta manera han sido de gran ayuda para nosotros, pues vemos que en los programas de televisión y ciertos premios se ha comenzado con la nueva modalidad del live-streaming, aunque jamás será comparada la energía que se siente cuando uno está en vivo versus la virtual. Ese cariño y feedback es algo mágico y para pelos”, opinó Ayala.
Mientras tanto Ayala, al igual que otros intérpretes y músicos, se dedica a su hogar. Compartir con sus hijos y su esposa ha sido uno de sus mayores enfoques en esta crisis.