Por: Karina del Sol González Soto
El atleta Juan Nieves Archibald, de 24 años de edad es un jugador de baloncesto profesional, quien actualmente también juega para los lobos de Arecibo en la Liga Atlética Interuniversitaria de Puerto Rico (LAI), en la posición de shooting guard small forward.
Nace un atleta y el amor por el baloncesto
Sus inicios en este deporte se remontan a su niñez cuando comenzó a jugar en la liga infantil entre sus tres y cuatro años de edad, aunque el atleta menciona, que desde que nació ya tenía una bola de baloncesto en sus manos.
Cabe destacar que su inicio en este deporte fue gracias a su padre, quien también jugaba baloncesto y fue atleta durante toda su juventud. Nieves tiene dos hermanas mayores, las cuales jugaban voleibol, fútbol y baloncesto, y quienes también fueron pieza clave para que desde temprana edad Nieves incursionara en el mundo deportivo. Practicó fútbol, natación, karate, tenis, voleibol, excluyendo el béisbol que fue el único que no jugó. Fueron muchos los deportes practicados, pero sin duda su llamado fue el baloncesto.
Aún recuerda el nombre de su primer equipo el cuál se llamó “Yutayaz”, donde jugaban en una liga intramural en Camuy con cuatro y cinco años de edad.
En las escuelas asistidas siempre se mantuvo activo en los equipos de baloncesto. Cursó su escuela elemental en el Colegio Nuestra Señora del Carmen en Hatillo, y después en octavo grado lo becaron en el Colegio Capitán Correa de Arecibo, donde estuvo hasta noveno grado. Luego fue becado en el Colegio San Felipe de Arecibo, donde cursó su escuela superior graduándose así de la misma.
Al terminar la escuela superior tuvo varios ofrecimientos de algunos Junior College en Estados Unidos, para irse a jugar y estudiar. En cambio optó por las ofertas en Puerto Rico ya que en su momento las veía más favorables y descartó la idea de irse fuera del país.
Con una expresión de alegría, Nieves contó que en octavo grado su coach en el equipo del Colegio Capitán Correa lo ponía a veces a jugar con jugadores mayores que él. Ese año lograron llegar a la final contra San Benito de Mayagüez, donde el baloncelista recordó ser la pieza clave para llevarle el título de campeón al Colegio Capitán Correa.
“Ganamos gracias a mí, yo corté el balón y encesté un foul y vale para darnos la victoria que estábamos perdiendo por uno, con ese foul y vale nos fuimos por dos y ganamos”.
Ya estando completamente comprometido con este deporte, siempre le gustó usar el número 15 en su camisa, por la fecha en que cumplía o el número cinco. Este era el número de su mejor amigo, por lo que al jugar en mismos equipos optaba por vestir el 15, hasta que se separaron y volvió a utilizar el cinco.
Logros y derrotas en el baloncesto
En el deporte siempre van a haber altas y bajas y todo deportista lleva consigo su mayor logro y su peor derrota. Para Nieves, quien ha jugado en más de 40 equipos, son más los logros que las derrotas, pero esto no quiere decir que ha estado exento de ellos.
Uno de ellos ocurrió en séptimo grado, donde con tan solo 14 años representó a Puerto Rico en la selección. “Fui a Cuba, jugué y ganamos la medalla de oro para Puerto Rico”.
Otro momento memorable para su carrera lo fue en su primer año jugando en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI), donde para ese entonces jugaba en la Universidad Metropolitana en Cupey y junto a su equipo consiguieron llegar a la final de la liga, quedando subcampeones.
“Ahora que lo mencionas, otra de las más memorables ha sido cuando firmé en los Capitanes de Arecibo en el 2018, pero al mismo tiempo es mi mayor derrota”, expresó el baloncelista.
A solo 25 días de estar firmado, con solo siete juegos de temporada, Nieves tuvo un accidente de carro, el cual fue pérdida total. “Me perforé una arteria y estuve a una hora de que me amputaran el brazo entero, así que gracias a los médicos y al staff que me trabajó en ese momento, yo estoy hoy aquí contándolo con ambos brazos gracias a Dios”. Junto a él, en el carro iba su amigo quien también fue gravemente herido, fracturándose así dos costillas. Hoy en día ambos están sanos y salvos jugando el deporte que tanto aman.
Llegada al Baloncesto Superior Nacional (BSN)
La participación de Nieves comenzó en el 2018, cuando jugó alrededor de siete a ocho juegos. Cabe destacar que tres meses antes, tuvo la oportunidad de entrenar y sumar conocimiento con los grandes, viendo el nivel requerido para dicha liga.
«Cosas pasan en la vida, tuve mi accidente, gracias a Dios estoy vivo y tengo mi brazo».
Al salir del hospital el panorama había cambiado para el joven baloncelista, ya que la primera noticia que recibía sería que a lo mejor ya no podría volver a jugar. Pero ahí en el peor escenario decidió que quien único tomaría esa decisión sería él. De inmediato comenzó rehabilitación, cuando entrenaba tres y cuatro veces al día. Sin duda vio su esfuerzo recompensado cuando en dos meses, ya estaba de vuelta en la cancha y como jugador de los Capitanes de Arecibo.
Luego quedó como agente libre, cuando tuvo la oportunidad de irse a otros equipos. Pero, al estar aún en la universidad era bien sacrificado, ya que prácticamente no tenía vida porque el momento de descanso era su momento para tomar clases en la universidad. Así decidió poner una pausa en su carrera como baloncelista profesional.
¿Actualmente estás pensando en volver?
Definitivamente esa es la meta, ahora termino en mayo, me gradúo, firmo un agente, sigo trabajando físicamente y en cuestión de mis habilidades, para así dar el brinco de vuelta a la liga.
¿Cómo fuiste drafteado?
Pues curiosamente fue todo en esta cancha de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA). Había juego de las ligas menores de los Capitanes de Arecibo y ellos decidieron hacer una captación para esa temporada del 2018. Llegamos aquí como 30 muchachos, los talentos más grandes de Arecibo en ese momento que no habían firmado y pues practicamos. Hicieron un campamento, donde vinimos a entrenar tres días corridos. Luego hicieron un corte de 10 muchachos y ahí fuimos y nos integramos con el equipo de Baloncesto Superior Nacional (BSN), en el Petaca y después poco a poco siguieron cortando hasta que yo fui ese último espacio.
«Yo no solo logré mi sueño, logré el sueño de mi padre, quien toda la vida lo soñó y fue fanático de Arecibo. Desde chiquito él siempre me lo decía, yo siempre me pasaba desde los cuatro, cinco años corriendo esa cancha, corriendo por las camisas, haciendo los jueguitos de medio tiempo y después al tener esa oportunidad de salir en la inauguración, de pisar la cancha, de defender, de tirar, de solamente estar ahí, sentir esa presencia de un montón de fanáticos ahí reclamándote, aplaudiéndote, de verdad es otro nivel de experiencia».
Su paso por la Liga Atlética Interuniversitaria
El baloncesto como pasión
¿Algún momento específico que te dieras cuenta que el baloncesto era lo tuyo?
Pues sí, desde chiquitito como lo mencioné, jugué todos los deportes, pero el baloncesto siempre era el que yo decidía, ¿tengo dos prácticas para cual voy a ir?, para la de baloncesto. Tengo dos juegos, ¿para cuál voy a ir?, para el de baloncesto. Fue un llamado y todavía lo siento gracias a Dios.
¿Cómo describirías el baloncesto para ti?
El baloncesto es una pasión, es un dolor de cabeza, es un amor, es un escape, es una relajación, es muchas cosas en uno, es dependiendo que perspectivas, que personas tengas alrededor y de cómo estás usando el juego en el momento. Pero honestamente cuando yo siento enojo, yo me voy solo para la cancha, me voy a tirar y así despejo. El baloncesto es un escape para mí y es donde yo me puedo sentir libre.
«Un consejo que doy, es tener dedicación, esfuerzo, perseverancia y siempre tener en cuenta que el baloncesto es divertido, pero no es lo más importante. Uno siempre tiene que tener los estudios en primer plato porque una lesión te quita la carrera, la mente no te la quita nadie, así que uno siempre tiene que estar inteligente y siempre tener sus notas al día. Así va a fluir mucho mejor el deporte, que estar atrás en los estudios»