Por: Krystal M. Vega López (krystal.vega1@upr.edu)
Hombre alto, esbelto, voz profunda, siempre vestido de negro y reconocido por un bigote que se ha convertido en su marca personal. Martín Caparrós, considerado uno de los mejores cronistas de América Latina, ha viajado el mundo a lugares donde solo los valientes pueden llegar, recolectando historias para luego transportar a sus lectores al lugar de los hechos. M
¿Quién es Caparrós?
Nació el 29 de mayo de 1957, en Buenos Aires, Argentina. Comenzó su trayectoria como periodista a los 16 años en el periódico Noticias, dirigido por Miguel Bonasso, donde su afán por la fotografía e historia lo llevó por accidente al periodismo.
“En esos tiempos en la Argentina no había escuelas: al periodismo se llegaba así por accidente.”
Comenzó a escribir en el 1991 para el diario Página/12, dirigido por Jorge Lananta. Poco tiempo despúes, se convirtió en el editor de Página/30, donde bautizó su sección «Crónicas de Fin de Siglo«.
Caparrós se licenció en historia en Paris, vivió en Madrid, Nueva York y Barcelona, además de su natal Argentina. Ha publicado varias obras como: La Historia (1999), Valfierno (2004), que ganó el premio Planeta Argentina), El Hambre (2014) y en el 2015 su libro Lacrónica, que recopila parte de sus historias publicadas en el diario Página/30.
«Se trata de una compilación comentada que he escrito a lo largo de 30 años en mi trabajo de periodista, en países y situaciones muy distintas», expresó para una entrevista con Europa Press.
Recopilar historias
Lacrónica recoge historias de sus viajes realizados a lo largo de su carrera como periodista en el diario Página/12 y publicados en su sección Página/30. Al finalizar cada crónica, se intercalan consejos sobre cómo redactar una buena crónica.
La obra, cuyo título es una palabra inventada del propio autor, tiene 539 páginas y 23 capítulos, incluyendo una dedicatoria realizada a Tomas Eloy Martínez, escritor y periodista argentino, que falleció en el 2010.
“No trato en ningún momento de contar mi viaje, lo que cuento es un problema, un tema, una cuestión que me parece que merece la pena ser contada.”
Lacrónica colecciona historias sobre la confección de la cocaína por los campesinos en la selva de Bolivia, la prostitución de niños en Sri Lanka, las muxas o transexuales de Juchitán (México), las caminatas mañaneras del ex dictador Videla por La Habana y los asilos de muerte en la India.
Una característica peculiar de la obra es que se nota una diferencia en la tipografía entre las crónicas y el material práctico y educativo que recoge consejos narrativos y periodísticos. Otro aspecto que acapara la atención es su manera de utilizar los guiones y otros puntos ortográficos en su texto, convirtiéndose en su estilo único.
Por medio del género crónica, quien es considerado uno de los mejores cronistas de América Latina, busca indagar en el periodismo de calidad, aquel periodismo que dice la verdad y cuenta lo que no aparece en los diarios. Confiado en el peso que tienen sus palabras, a Caparrós no le intimida expresar su opinión.
En su libro recalca que es imprescindible la lectura para los que desean ser periodistas y en sus comienzos con poco conocimiento en lo que era un territorio o crónica, se dedicó a leer y a buscar historias sobre problemas que deseaba que fueran expuestos al público.
Me sorprenden las personas que quieren ser periodistas y no leen: como un aprendiz de pianista que se jactara de no escuchar música. No se puede escribir sin haber leído demasiado; no se puede pensar- entender, organizar, hablar- sin haber leído demasiado.
Reconocimientos a lo largo de su carrera
Caparrós ha recibido varios reconocimientos por su obra: el premio Rey de España por sus relatos de viajes publicados en Página/30 en su sección Crónicas de fin de siglo (1992); Premio Herralde de Novela con su obra Los Living (2011) y luego en el 2018, fue nombrado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires.
En la actualidad Caparrós continúa ejerciendo el oficio de periodismo, escribe columnas de opinión y comentarios en diarios como El País y The New York Times. Participa además como conferenciante de la Fundación Gabriel García Márquez para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) donde imparte seminarios y talleres.
Aconseja a los nuevos periodistas que desean continuar por el camino de las crónicas, que no se enfoquen meramente en una técnica, sino que se reinventen y opten por estilos innovadores de contar historias.
“Me interesa que quienes escriben crónica sigan buscando formas nuevas, distintas, de hacer las cosas, que no retomen o copien aquello que ya ha sido hecho, sino que lo que ya se ha hecho les sirva como base para su búsqueda.”