El pasado bélico entre Polonia y Rusia condiciona el deporte ruso.
La memoria puede servir de amiga o de enemiga. Puede hacerte sentir felicidad a través del recuerdo o tristeza, y molestia si ese pasado si trae recuerdos amargos. El trasfondo histórico condiciona la decisión de la Selección Nacional de fútbol de Polonia para negarse a jugar contra Rusia.
El presidente de la Federación polaca de Fútbol, Cezary Kulesza, expresó a través de Twitter: “¡No más palabras, es hora de actuar!” Debido a la escalada de agresión de la Federación Rusa hacia Ucrania, la selección polaca no tiene intención de jugar el partido contra Rusia. Esta es la única decisión correcta.
Tras la invasión de Rusia a Ucrania, los polacos se dejaron sentir y utilizaron el deporte como medio de expresión. Se suponía que Rusia y Polonia se enfrentarían en las cualificaciones al mundial de fútbol en Qatar 2022, pero con el estallido de la guerra, todo se esfumó.
Las selecciones de Suecia y República Checa, se dejaron llevar por las expresiones emitidas por Polonia. Apoyaron el veto de los equipos rusos, sin haber tenido tan siquiera un conflicto contra este país. Fue más una acción por emoción, que por decisión propia.
A consecuencia de la decisión de estos equipos, la Federación Internacional de Fútbol Asociación, mejor conocido por sus siglas (FIFA), expulsó a la Federación rusa de fútbol de las cualificaciones para el mundial. Además, la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) vetó a los clubes de fútbol rusos de toda competencia europea.
Estos actos provocaron que el Comité Olímpico Internacional (COI) quedara ante mis ojos como mentiroso. Ya que, en su carta olímpica, en la parte de los siete principios fundamentales dice: «No discriminación para la práctica del deporte», cosa que con estas decisiones se hace caso omiso y el COI no se expresa al respecto.
Dicho conflicto comienza en el año 1939 cuando la Unión Soviética, donde Rusia era el país más dominante, atacó a Polonia en busca de invadir el país. Los rusos ocuparon la parte oriental de Polonia hasta 1993. Luego de 19 años, la mayoría de los polacos no han olvidado este hecho. Como dice el refrán: «Donde hubo fuego, cenizas quedan». Estas palabras toman fuerza con las expresiones de la selección nacional de fútbol de Polonia.
En esta ocasión, Polonia tuvo una venganza contra Rusia, y aunque sea en el mundo de los deportes, se anotaron una victoria. Tras estos hechos queda demostrado que el recuerdo de los polacos sigue marcado por los antecedentes bélicos.