Por: Paola M. Rodríguez Ramos (paola.rodriguez57@upr.edu)
Con una lágrima en el rostro y la mirada llena de fuerza, Elba Guzmán, consejera y profesora de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA), cuenta cómo ha transformado su coraje para luchar en contra de las sustancias que le arrebatan la vida a cientos de jóvenes todos los años. Kevin Leandro Díaz Guzmán- de 27 años- su unigénito, murió por una sobredosis de fentanilo hace casi dos años. La doctora en liderazgo educativo quiere acabar con el estigma que ocasiona que los jóvenes no busquen ayuda cuando padecen del trastorno por el uso de sustancias, ya que se sienten rechazados.
Sus metas principales- junto al grupo activista al que pertenece- «Watchdog»- son: que las adicciones sean vistas como una enfermedad crónica del cerebro, que se realice una campaña agresiva de prevención en contra de los opiáceos y opioides, y que se desarrolle una política pública coherente y efectiva para el tratamiento que requieren los toxicodependientes.
Paola Rodríguez: ¿De dónde surgió el interés de convertirse en una activista que lucha por esta causa?
Elba Guzmán: El 3 de agosto de 2017, mi único hijo falleció de homicidio inducido por fentanil, un opioide. Cinco semanas antes de su muerte, él y yo habíamos tenido una conversación en mi casa y me había dicho que el entendía que necesitaba un detox. Cuando me dijo acerca de las pastillas (que consumía) me alarmé mucho, porque ya había leído que el presidente de los Estados Unidos estaba a punto de declarar una crisis de opioides (…) Ese día hablé con él y le dije que los jóvenes estaban muriendo como si fueran «pollos con moquillos», que el usar opioides era un equivalente a heroína en pastillas. A raíz de eso comenzamos a buscar ayuda y empezó a visitar unos psiquiatras y psicólogos, pero lamentablemente el fentanil llegó antes.
La arecibeña comenta, que sufrió estrés postraumático luego de la muerte de su regalo más preciado. Guzmán leía buscando respuestas de por qué le había sucedido esto a «un joven talentoso y buen hijo», quien se encontraba realizando su maestría en Gestión y Administración Cultural en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras (UPRRP). En el proceso se encontró con otras madres que están viviendo la misma realidad, donde encontró un apoyo para su duelo. «Ninguna madre está preparada para enterrar a un hijo», aseguró.
A pesar del dolor, muchas madres como Guzmán han encontrado las fuerzas necesarias para continuar por medio de grupos de apoyo.
PR: ¿Qué es el grupo Watchdog?
EG: Me uní a un grupo activista donde se están integrando diferentes estados de los Estados Unidos y el territorio de Puerto Rico… Se llama Watchdog Against Purdue porque la farmacéutica Purdue Pharma fue la que originó esta epidemia cuando sacó el OxyContin. Yo opté por llamarle al capítulo de Puerto Rico, Watchdog Legislation Advocacy Puerto Rico Charter, para que vean que el objetivo y el propósito es mucho más amplio que ir tras Purdue. Lo que queremos es que se haga legislación para que haya una política pública coherente acerca del tratamiento para los que sufren del trastorno por el uso de sustancias. También, para defender los derechos de estos enfermos porque esto no es como antes se creía, un defecto de carácter o un problema de moral, esto es una enfermedad crónica del cerebro. Esta científicamente comprobado y puede ser terminal si no se trata.
El grupo Watchdog se reunirá mañana 8 de abril con el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes, Juan O. Morales Rodríguez, para hablar de sus iniciativas y objetivos. De igual forma, para que tomen acción sobre el tema de los opiáceos.
Por otro lado, Purdue Pharma se enfrentará próximamente al primer juicio por 2000 demandas a nivel nacional en los Estados Unidos, lo cual anteriormente ya había sucedido. Los demandantes alegan que utilizaron un mercadeo engañoso para minimizar los riesgos de la adicción a los opiáceos, lo que causó la actual crisis que enfrenta el país. La farmacéutica produce oxicodona, morfina, codeína, hidrocodona, hidromorfona y fentanilo.
La sustancia que le arrebató la vida al hijo de Guzmán fue precisamente el fentanilo, conocido como «un grano de muerte». Se trata de un opioide sintético que es entre 50 y 100 veces más potente que la heroína y la morfina. Se mezcla, en el mercado negro, con heroína, cocaína y hasta marihuana. En Puerto Rico, le atribuyen el aumento de muertes por sobredosis al fentanilo, aunque no existen estadísticas que lo confirmen.
«Están haciendo píldoras clandestinas. Consiguen unas máquinas donde pueden compactar el polvo del fentanilo y las personas creen que están comprando en la calle OxyContin– conocido comúnmente como Percocet– o inclusive las Adderall y Xanax y lo que están comprando es fentanil. Lo que les va a causar la muerte», expresó Guzmán.
PR: ¿Qué usted piensa sobre la falta de estadísticas en el país en cuanto al fentanilo?
EG: El problema va mucho más allá que la falta de estadísticas. Las estadísticas sí son necesarias, porque en octubre de 2018, el presidente de los Estados Unidos firmó lo que se conoce como el Opioids Bill, luego que el Congreso unánimemente votara a favor de unas medidas para separar unos fondos para tratar a estas personas que están sufriendo por el trastorno del uso de opioides. Si no tenemos estadísticas, ¿cómo vamos a exigir los fondos que nos corresponden? El problema va más allá porque aquí hay una indolencia, una falta de sensibilidad…
Cuando Guzmán llegó al hospital donde se encontraba su hijo -quien tenía tatuajes en gran parte de su cuerpo- después de la sobredosis, el agente de la policía que la entrevistó le dijo: No se preocupe que nosotros sabemos que usted es profesora en la universidad y tiene un doctorado.
Guzmán tomó las palabras del agente como un prejuicio y un estereotipo en el que catalogan a la persona que sufre de estas adicciones como si no tuviera ningún valor, lo que ocasiona que los adictos no busquen ayuda porque se sienten rechazados.
Como si fuera poco, la consejera, encima de tener que lidiar con el fallecimiento de Díaz Guzmán se enfrentó al prejuicio.
«La prueba toxicológica de aquí no detectaba opioides… a mi hijo le enviaron a hacer una prueba toxicológica en Estados Unidos… y en esa (ocasión) fue que se detectó que había OxyContin y fentanil (en su sistema)». Sin embargo, la jefa de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), Suzanne Roig, aseguró en un reportaje de El Nuevo Día, que la máquina para realizar pruebas toxicológicas en Puerto Rico- la cual se encuentra averiada- «mide el fentanilo y otras drogas».
PR: ¿Qué mensaje le envía a los encargados de las instituciones de seguridad pública en el país?
EG: Tomen esta epidemia en serio. Aquí quieren presentar una imagen como que no está pasando nada cuando la realidad es que cada día nos enteramos de que las muertes continúan. Habemos muchos grupos interesados que todo esto se esclarezca, que haya estadísticas. El grupo al que estoy adscrita está bien pendiente de lo que está pasando en Puerto Rico. Como la misma coordinadora a nivel nacional comentó: Puerto Rico está en el oscurantismo porque todavía hay mucho por hacer. En muchos estados el Narcan o Nalozone, que es el antídoto contra estas sobredosis, se está administrando de forma gratuita. Los intercambios de agujas se llevan a cabo por personal profesional médico y aquí el intercambio deja mucho que desear porque se necesitan más controles de calidad. Aquí también se necesitan los Test Strips, unas tirillas para que la misma persona usuaria pruebe si su droga está libre de fentanilo.
«El decirles «no uses drogas» no va a solucionar nada porque ya la persona tiene la enfermedad. Aquí se necesitan programas de prevención más agresivos y programas de tratamiento efectivos, científicamente probados», expresa Elba Guzmán.
Por otro lado, cabe destacar que el Instituto de Ciencias Forences (ICF), le entregó una semana después de la muerte de su hijo el cuerpo en estado de descomposición. A raíz de esto, no pudo despedirlo como deseaba ya que el féretro estaba cerrado, situación que demuestra que el ICF está enfrentando un problema de hacinamiento de cuerpos desde antes del paso del huracán María en septiembre de 2017.
PR: ¿Qué consejo le brindaría a los jóvenes que nos están viendo y utilizan estas drogas?
EG: No se dejen engañar. Las compañías farmacéuticas necesitan enfermos para seguir haciendo dinero, el hecho de que un médico te prescriba una receta no quiere decir que eso es inofensivo. Aprende a trabajar tus emociones, tus problemas de tristeza, depresión y el manejo de ansiedad -de forma natural- con métodos alternativos.
Triste x demas mi fam esta pasando x una situacion similar ajora estamos esperando resultados d autopsia