Por Wilmarie Mena Santiago (wilmarie.mena@upr.edu)
Tuvo que dormir en el techo de una capilla y temer por su vida en una habitación de un hotel haitiano que reflejaba grietas en sus paredes porque la tierra se había desplazado poco antes a causa del enorme y devastador terremoto de 2010. En otro viaje a la Habana tuvo que ingeniárselas por estar separado de sus colegas del periódico y terminaría en medio de periodistas de la BBC y otros medios internacionales que también habían sido enviados a cubrir la visita del Papa Benedicto. Gerardo Alvarado es un reportero all around y aunque lo suyo es el medioambiente, también profesa habilidad para tratar temas de salud, política, cultura e infraestructura en países como México y Panamá, muchas veces como periodista en condiciones precarias. Enviado por El Nuevo Día- periódico donde labora desde hace una década- a cubrir eventos en el extranjero, el joven periodista de El Nuevo Día, Gerardo Alvarado, ha tenido que enfrentar mucha precariedad para lograr cumplir con sus labores del oficio: recopilar información, producir las fotografías y el texto de reportajes que al día siguiente serán leídos por el público en una página o dos del diario principal de la Isla.
El periodista, quien posee cerca de una década trabajando como reportero y antiguamente, editor de contenidos de El Nuevo Día, ha ejercido también como profesor de maestría en temas ambientales en la Universidad Metropolitana (UMET), institución que le otorgó el título graduado en esta rama de las ciencias. Hoy, combina su conocimiento periodístico adquirido durante sus años de estudios subgraduados en la Escuela de Comunicación Pública de la UPR Río Piedras (COPU) con su pasión por la ecología. Por ser periodista especializado en temas de la psicología medioambiental, su labor ha sido reconocida por asociaciones locales y le ha llevado a viajar a diferentes países en representación del periódico donde labora.
Al escuchar las historias que el mismo profesional relató durante el conversatorio del primer aniversario de Tinta Digital que se celebró durante la mañana de ayer y luego fue transmitido a través de UPRA WEB RADIO- nos sorprendió ver que el periodista que anda siempre con maletas en mano. Con solo 31 años de edad, Alvarado forma parte de la minoría de reporteros enviados por el periódico El Nuevo Día a visitar el extranjero para cubrir eventos mundiales, relacionados al medioambiente, la infraestructura y otros temas afines.
Aunque contó que estos recorridos no han sido de paseo ni de diversión, porque “en el periodismo no todo es color de rosa”, de ellos ha obtenido experiencias y logros que le condujeron a varias nominaciones y premiaciones de la Asociación de Periodistas (ASPPRO) y del Overseas Press Club, ambos de Puerto Rico. Hoy precisamente asistirá a la gala de esta última asociación, puesto que ha sido nominado para un galardón en la categoría de Noticia del Momento.
A continuación compartimos algunos fragmentos de nuestra entrevista con Gerardo Alvarado.
¿Si le asignaran redactar un escrito sobre el país que más le cautivó, cuál seleccionaría y que aspectos resaltaría?
Creo que en estos momentos, diría Cuba. Somos dos países muy parecidos; desde mi perspectiva como joven periodista destacaría las cualidades que nos identifican y nos hacen semejantes y algo más reciente de Cuba, como nuevos comercios, iniciativas y la misión de Puerto Rico allá.
¿Si un empresario ofreciera todo su dinero para que desarrolles tu propio periódico o blog, a qué temática y géneros estaría dirigido?
Apostaría a un buen producto de materia ambiental y de ciencia, con un enfoque social, me gustaría trabajarlo el cien por ciento, porque estoy seguro de que en la isla hay un sector para esas temáticas y existen comunidades con problemas de esa magnitud. Hoy día los directivos de los diarios buscan a personas especializadas en maestrías de otros temas que complementen el trabajo.
¿Todavía está seguro de que sería periodista si volviera a nacer?
Sí y también me gustaría ayudar a formar otros periodistas. Cuando pequeño nunca me perdía una competencia de español, de cuentos, declamaciones de poesía; siempre hablaba, preguntaba y copiaba mucho. Actualmente mis amistades me escriben a través de las redes sociales y me comentan que sabían que terminaría en este campo por esas cualidades y por ser tan curioso. Además, siempre tuve amor por la palabra.