El Colegio Hogar La Milagrosa (HCLM) de Arecibo se ha destacado como pionero en Puerto Rico al integrar esta especialidad en su currículo educativo, proporcionando a sus estudiantes una herramienta inclusiva y esencial para la comunicación.
ARECIBO- Con el fin de fomentar que más personas oyentes aprendan lenguaje de señas, el HCLM, realizó este semestre una competencia de deletreo en lenguaje de señas por cuarto año consecutivo. Fueron participes estudiantes de los diferentes colegios católicos y laicos de la Diócesis de Arecibo.
El HCLM ha dado pasos importantes hacia la inclusión, con la visión de que cada estudiante que se gradúe, domine el lenguaje de señas, eliminando así barreras para interactuar con personas sordas. En las instalaciones, se han colocado manos que representan la señal de “I love you” en lenguaje de señas, para que los visitantes sordos se sientan bienvenidos y comprendidos.
Hace más de una década, una misión especial comenzó en el Hogar Colegio la Milagrosa (HCLM) cuando una niña con sordera parcial enfrentaba dificultades para comprender las lecciones impartidas por sus maestros.
No existía nadie capacitado para ayudarla a entender lo que no podía captar auditivamente. Ante esta situación, la madre superior en aquel entonces, la hermana Sor María Dolores, decidió tomar acción. Solicitó al maestro Daniel Hernández Guzmán que impartiera un curso de lenguaje de señas para facilitar la inclusión de estudiantes sordos. Aunque en principio él aceptó solo con la condición de dar clase 1 o 2 años, hoy ya cumple 12 años ejerciendo.
Este tipo de iniciativas resultan cruciales, especialmente cuando se considera la situación que enfrentan las personas sordas en espacios públicos, como hospitales.
“Es común que pasen largas horas en salas de espera debido a la falta de intérpretes, lo que complica su atención. Mientras esperan por un intérprete, muchas veces no reciben información básica o, incluso, atención adecuada, aseguró Hernández”
Daniel Hernández nos comenta que, en la actualidad, como reflejan tanto los medios de comunicación como las producciones cinematográficas, el lenguaje de señas ha ido ganando más visibilidad e integración en la sociedad. Sin embargo, la comunidad sorda sigue siendo una de las más rezagadas en términos de inclusión. Esto se debe, en parte, a que la sordera es una discapacidad invisible: a diferencia de una persona con movilidad reducida que utiliza una silla de ruedas o un bastón, la sordera no se detecta de inmediato hasta que el individuo utiliza señas para comunicarse.
En el ámbito político, aunque se han propuesto leyes para mejorar la inclusión de las personas sordas, su implementación ha sido limitada. Las propuestas que buscan brindarles un mejor acceso a servicios esenciales no siempre reciben seguimiento cuando hay cambios de administración.
Para aquellos interesados en aprender lenguaje de señas, el maestro Daniel Hernández ofrece cursos certificados en niveles básico, intermedio y avanzado. Para más información, pueden comunicarse al 787-638-8846. Estos cursos son una valiosa herramienta para promover la inclusión de la comunidad sorda y facilitar una sociedad más accesible para todos.