
Los atletas de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA) enfrentan dificultades económicas debido a la limitada ayuda que reciben para representar al recinto en competencias de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI). Cada estudiante-atleta recibe $800 por semestre, además de dietas diarias que oscilan entre $12 y $22, cantidad que muchos consideran insuficiente.
Los jugadores de voleibol y baloncesto reciben $12 por día cuando viajan a otras universidades, mientras que los de fútbol, reciben $22. Sin embargo, en la cafetería del campus, un almuerzo completo puede costar entre $8 y $10, lo que deja muy poco margen para otros gastos de comida o transporte.
Uno de los deportistas que vive esta realidad es Ángel Vega, de 20 años, quien lleva tres años representando a la UPRA en los deportes de fútbol y atletismo. Además, ha tenido la oportunidad de representar a Puerto Rico en los Juegos Olímpicos de Desafío (Special Olympics) celebrados en Alemania 2023 y Paraguay 2024.
“Ser atleta universitario es algo que todos los deportistas sueñan desde pequeños. Representar a tu universidad, poder ser becado y decir algún día que te pagaron los estudios, es un orgullo enorme. Para mí significa mucho porque era un sueño que tenía desde niño”, expresó Vega.
Sin embargo, el joven deportista reconoce que la vida del atleta universitario no es sencilla.
“Entreno por las mañanas y por las tardes, y se me hace difícil porque no soy de Arecibo; vivo a 45 minutos. Es complicado levantarse temprano para estudiar y entrenar, pero uno lo hace con pasión”, contó.
Entre los mayores retos que enfrentan los atletas, Vega señaló el mal estado de las facilidades deportivas.
“Siento que no tenemos una pista adecuada para entrenar. Si nos piden rendir al 100%, las facilidades también deberían estar al 100%. Practicamos fuera del campus y no se siente igual. No es lo mismo que correr en tu universidad, con los colores y la motivación de representar tu recinto”, explicó.
En cuanto al apoyo económico, destacó que la ayuda resulta insuficiente.
“Nos dan $5 de dieta para comer en la cafetería, y todos saben que con eso no da para un almuerzo. También recibimos $800 de beca por semestre, pero en mi caso, aunque fui atleta en fútbol y atletismo, solo se me otorgó una beca, no doble. Aun así, lo hago con orgullo, porque representar a la universidad es un privilegio que no todos tienen”, dijo.

Las condiciones de las facilidades deportivas también generan preocupación. Las canchas y áreas de entrenamiento no se encuentran en óptimo estado, lo que obliga a los equipos a practicar fuera del campus, aumentando los gastos en gasolina y transporte.
El exdirector de Recursos Humanos y exentrenador de fútbol de la UPRA, Franklyn Laracuente, recordó que en el pasado existían estructuras más sólidas de apoyo a los atletas universitarios.
Existía una Asociación Atlética que organizaba actividades para recaudar fondos y apoyar con becas y hospedaje,” relató.
Según Laracuente, los cambios fiscales dentro del sistema UPR redujeron significativamente esos beneficios.
“Las becas dejaron de ser completas y ahora dependen del ingreso familiar o del rendimiento académico. Muchos atletas han sido víctimas de esos cambios,” afirmó.
Desde la administración actual, el director atlético del recinto explicó que la universidad trabaja con los recursos establecidos por el sistema UPR y que las ayudas se distribuyen según las normas oficiales.
“Trabajamos con lo que hay, como todos los directores atléticos del sistema. En las universidades privadas a veces dan menos,” indicó.
El funcionario mostró además la tabla oficial de “Cantidades a pagar por conceptos”, documento emitido por la Oficina del Presidente de la UPR. En ella se establecen los pagos por dieta y transporte: $8 para desayuno, $10 para almuerzo y $12 para cena dentro de Puerto Rico, además de $0.75 por milla para transporte de material y $0.02 por milla para uso de vehículo privado.
“Nosotros trabajamos bajo esos parámetros; no es algo que se decide a nivel de recinto. Es lo que está certificado para todo el sistema,” subrayó el director.
El documento también aclara que las cantidades “serán revisadas de manera regular para ajustarlas a las realidades económicas”.
El director añadió que el programa deportivo de la UPRA está en crecimiento, mencionando avances como la integración de atletas internacionales, el aumento de eventos deportivos y la remodelación de la pista con fondos de FEMA, actualmente en proceso de subasta.
“En solo un año y cinco meses hemos logrado que Arecibo vuelva a estar en el mapa. Algo bueno está pasando en el programa atlético,” aseguró.
En redes sociales, estudiantes han mostrado apoyo a los atletas.
“La mayoría de los atletas juegan por amor al deporte, porque si fuese por lo que reciben a cambio, es poco para el esfuerzo que hacen. Las universidades, especialmente la UPR, hasta las facilidades dan pena,” comentó la estudiante Gabriela Rodríguez.
Los estudiantes coinciden en que el deporte universitario requiere un compromiso y disciplina comparables a un trabajo, pero con poco reconocimiento y escaso apoyo.
“La idea es que podamos ser estudiantes y deportistas a tiempo completo. Si tenemos que trabajar para mantenernos, no vamos a rendir lo necesario,” afirmaron.
A pesar de los retos, los atletas de la UPR Arecibo y de todo el sistema universitaria continúan representando con orgullo sus colores, movidos por la pasión y el amor al deporte, mientras esperan que las autoridades tomen acción para garantizarles el apoyo y las condiciones que verdaderamente merecen.

