Por: Bradley V. Rodriguez (bradley.rodriguez1@upr.edu)
Toque de Ángel es un centro de deambulantes comunitario que busca ayudar a las personas que lo han perdido todo. Elpidio Fuentes, fundador y presidente del centro en Arecibo, dejó todo atrás para luchar diariamente por aquellas personas sin nada.
Elpidio Fuentes ha dedicado gran parte de su vida para ayudar a otros. Sus esfuerzos han logrado que muchas personas se acuesten a dormir seguros, bajo un techo y sin hambre. Él ha sido galardonado 7 veces como ciudadano del año, asimismo ha recibido el premio del Héroe Arecibeño. Fuentes también fundó el segundo centro de deambulantes en Puerto Rico conocido como “Hogar Vida y Esperanza”. El conoce muy bien la triste realidad de esta población en necesidad y junto a otras personas se ha encadenado en protesta por los derechos humanos.
¿Qué es Toque de Ángel?
Toque de Ángel es una institución comunitaria, sin fines de lucros, que sirve a aquellos que poco o nada tienen. Sirve especialmente a la población de personas con SIDA y a las personas que no tienen hogar. Eso es Toque de Ángel, un proyecto totalmente comunitario. Aquí aceptamos cualquier persona que tiene el deseo de ayudar.
¿Cuáles son los requisitos para hospedarse aquí?
Para ser parte de este centro, tienen que ser mayor de 18 años, por que las leyes en Puerto Rico así lo establecen. Los requisitos son vivir en el margen de la pobreza total. Que no tengan recursos económicos, ni hogar, ni plato de comida para echarse a la boca, o que sufran de la condición del VIH o SIDA. Estos son los requisitos principales para estar en este hogar. No tienen que aportar absolutamente nada, nosotros le proveemos todo. Aquí tienen ropa y comida los siete días de la semana. No tienen que pagar ni un centavo, esto aquí es gratis. ¿Cómo van a poder pagar por estar aquí?
¿Cuál es la edad promedio de los huéspedes?
Aquí han estado personas desde 18 años hasta 84. No importa la edad. Creo que es importante recalcar que deambular, al igual que el SIDA, ataca a cualquier persona. Aquí han estado médicos y también abogados que lo han perdido todo, y aquí han muerto de SIDA. Los nombres no los puedo decir por qué las leyes establecen confidencialidad, pero había un médico, muy reconocido de Arecibo que murió de alcoholismo en este centro. Lo rescaté en las calles de este Municipio y lo traje para vivir aquí, donde murió con dignidad y con decoro.
¿Crees que el gobierno está tomando las medidas necesarias para combatir la deambulancia?
Los que tienen el poder en este país, en estos momentos, están ayudando cada día menos. Los fondos que recibían instituciones como esta han disminuido drásticamente. Aquí no recibo ninguna ayuda estatal, de ninguna clase. Sin embargo, el alcalde de Arecibo, Carlos Molina, nos ha estado ayudando para lograr una remodelación que estamos esperando pronto.
¿Crees que hay una solución para terminar la deambulancia?
La solución está muy lejos porque estamos viendo una economía diversa. Hay una situación fiscal en este país que está aumentando la población de deambulantes. Están embargando casas a las personas por que no las pueden pagar debido a que se han quedado sin trabajo. Los precios han aumentado de una manera increíble. Una medicina que costaba $0.15, ahora cuesta $1.50. Un paciente aquí tenía un medicamento que costaba $10.00 y ese mismo medicamento cuesta $80.00 en estos momentos. Cada día vemos que la economía va empeorando y por ende van a existir muchas más personas deambulando. Y esto no es solamente aquí en Puerto Rico.
¿Qué fue lo que te motivó a dejarlo todo por ayudar a estas personas?
Primero que nada, recibí un llamado de Dios, además de recibir este llamado, yo tuve una experiencia personal. Uno de mis amigos murió de la condición del SIDA. Hacen treinta y tres años, recibí la noticia. Para esa época habían dos tipos de SIDA: el SIDA físico y el SIDA del prejuicio, el del rechazo. El que tiene SIDA es rechazado y marginado dentro de la sociedad puertorriqueña y en el mundo entero.
El rechazo siempre ha estado, y lo seguirá estando. La gente se burla de estas personas, lo digo porque lo vivo todos los días. Tengo una paciente aquí, que se burlan de ella, porque tiene “llagas” en el cuerpo. Los que más se ríen son los jóvenes, que le pasan por el lado y para ellos es muy gracioso ver a una persona “llagosa” y enferma como esa que estoy curando.
Cada una de estas personas tiene una marca. Voy a dar unos ejemplos de los que están aquí para que tengas una mejor idea del porqué estas personas son deambulantes. Voy a cambiar los nombres para su confidencialidad.
Carmen: Carmen a los nueve años fue víctima de violación. Su vecino más cercano la secuestró y se la llevó a su casa. Le robo lo más precioso que tiene una niña, su inocencia. Su vecino abusó de ella a tal extremo que jamás pudo tener hijos porque la lastimó profundamente, tanto física como emocionalmente. Al nunca poder ser madre y ante la falta de apoyo familiar, Carmen entró al mundo de las calles, eventualmente convirtiéndose en prostituta, deambulando por las calles de San Juan hasta que yo la rescaté.
Rebecca: Rebecca a los dieciséis años fue violada por su propio padre. ¡Quedó embarazada de su propio padre! Al ocurrir esto, su madre no la entendió, y la tiro a la calle, donde eventualmente se convirtió en una prostituta deambulante, adicta a las drogas. Hoy, está en la etapa terminal del SIDA. Lleva 11 años viviendo aquí en Toque del Ángel.
Mario: Mario es un joven de tan solo 24 años. Este muchacho fue amarrado y golpeado brutalmente por cadenas en la sala de su casa por sus padres. Yo quisiera que tú lo vieras para enseñarte todas las cicatrices que todavía tiene en su cuerpo, tras ser amarrado y golpeado, como si fuera un animal. Cuando Mario por fin pudo escapar de su casa, también se convirtió en un deambulante, vendió su cuerpo a otras personas para que hicieran lo que querían con él, y se convirtió en adicto a las drogas, hasta que llego aquí al centro Toque de Ángel.
Es bueno que la gente conozca sobre el SIDA. Tener una institución con base comunitaria, conlleva mucho sacrificio. Por ejemplo, aquí en el centro muchas veces existe una escasez de comida. Es difícil conseguirla, especialmente ahora con esta mala economía. Hoy, nuestro compañero cocinero está a falta de sazón y de sofrito. Pero siempre seguimos hacia delante dando gracias a Dios, por siempre proveer. No ha sido fácil. Yo me he movido hacia delante por que le sirvo a un Dios de gran poder quien me ha guiado. Aquí hemos tenido muchos obstáculos, hemos estado marginados, criticados y siempre existe el prejuicio. Pero estoy muy satisfecho al saber que he cumplido con mi deber. Me siento fuerte y aunque reconozco que ya no tengo quince años, todavía tengo un sueño.
¿Cuál es ese sueño?
Mi mayor sueño es crear un centro para moribundos. Esa va a ser mi obra final. El centro va ser dirigido a aquellas personas que se están muriendo solos, sin tener familia, sin ropa, sin sabanas, llenos de frio, con excremento de los pies a la cabeza, sin tener a alguien que los apoye y que les dé una palabra de aliento. Quiero que mi fundación se llame Toque de Ángel, Remanso de Paz. Hasta ahora no tengo ni un centavo para comenzar este sueño, pero sé que Dios va a proveer los recursos para comenzar esto lo más pronto posible.
“Si no puedes ayudar a cien, ayuda a uno”- Madre Teresa