Por: Fabián E. Colón Maldonado
¿Alguna vez te has preguntado qué es la Inteligencia Artificial? Hasta hace poco, yo era una de esas personas que desconocía en qué se basaba esta «mente sabelotodo». A continuación, explicaré en qué consiste esta herramienta futurista y cómo se entrelaza de distintas maneras con los multimedios.
La inteligencia artificial no es un invento reciente. Desde 1956, esta tecnología ya mostraba sus inicios. La IA es fruto de bases de datos que buscan imitar la inteligencia humana, aunque nunca podrá igualarla, ya que no puede comprender culturas, experiencias ni emociones, importantes para el desarrollo humano. Actualmente, grandes compañías como OpenAI, Microsoft y Meta, entre otras, lideran el desarrollo de esta tecnología, que anteriormente era dominio gubernamental. La IA, al nutrirse de vastas bases de datos, es susceptible de crear estereotipos y prejuicios, ya que no analiza críticamente la información que procesa.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde provienen estos datos? Esto se conoce como esclavitud moderna: grandes compañías se aprovechan de países en vías de desarrollo, contratando a personas en situación de vulnerabilidad económica, pagándoles muy por debajo del mínimo, haciéndolas trabajar largas horas y bajo condiciones poco éticas, como la revisión de imágenes e información explícita, con el fin de «mejorar» esta herramienta. Por otro lado, los multimedios se refieren al proceso de crear contenido que integra fotografía, audio, video y/o textos, con el objetivo de contar una historia («storytelling») que, apoyada en elementos visuales y narrativos, atrae más al espectador.
Después de aprender sobre la IA y todo lo que conlleva, mis pensamientos sobre ella son mixtos. Es increíble contar con una herramienta tan útil, pero en nuestro campo de las comunicaciones, no creo que sea enteramente beneficiosa, ya que minimiza el trabajo humano con el fin de facilitar procesos e incluso ahorrar presupuestos. Debemos ser conscientes y éticos en cuando de su uso y aplicación hablamos.