Desplazarse como defensor libre por la banda de las letras es el titular que mejor encaja con el trabajo literario de Juan Villoro. Es un cronista apasionado, amante del fútbol y de la literatura. Sus escritos desbordan realismo, integrado con ficción, como bien lo refleja su obra literaria “El disparo de Aragón”, novela que mediante la ficción, refleja una realidad que permite al lector adquirir un mejor entendimiento sobre la Ciudad de México. “Es el lugar donde nací, donde están mis primeros recuerdos, además de que lo disfruto y lo sufro intensamente.” Esta cita de Villoro nos revela su relación respecto a su país natal y la responsabilidad social que lo caracteriza.
Su natalicio se remonta al 24 de septiembre de 1956 en la Ciudad de México. Hijo de filósofo y una maestra en lengua y literatura, es así cómo su niñez estuvo enteramente vinculada a las letras y el teatro hasta el presente. Es por esto que no resultará difícil creer que Villoro es periodista, escritor de cuentos infantiles, novelista, ensayista, cronista y dramaturgo. Es por esto que se ha convertido en uno de los exponentes más importantes de la época en la literatura mexicana.
A los 22 años, Juan se independizó de su familia, vivió en Berlín Oriental (para el tiempo de la muralla) y en Barcelona, España. Es licenciado en sociología y ha fungido como profesor en universidades prestigiosas como la Universidad Autónoma de Madrid, Yale, la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y Princeton.
Según Villoro, vivir fuera de México le brindó la capacidad de ver su país como si él fuese un testigo. De hecho, con esta nueva perspectiva surge su novela “El disparo de Aragón” y “El testigo” (premio Herralde 2004). Su premio más reciente lo obtuvo el año pasado, el Premio Hispanoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2016, entregado por el Gobierno del estado de Zacatecas. Precedido por el Premio Crónica 2015, otorgado por el diario “La Crónica de Hoy” de Madrid. En la actualidad Villoro vive entre México y Barcelona.
«He ordenado una biblioteca a lo largo de mi vida y los libros han desordenado mi vida.» -Juan Villoro