Por: Roderick Reyes (roderick.reyes@upr.edu)
Hace varios días se volvió viral un video en las redes sociales sobre un maestro de San Lorenzo que discutía con un estudiante de un modo que muchos han catalogado como inapropiado por utilizar palabras soeces. A raíz de eso han surgido muchos comentarios en contra o a favor del maestro de parte de muchas personas que han rehusado a analizar la situación de cada cual y las razones, tanto del estudiante, como las razones del maestro para haber contestado de tal manera, aún sabiendo que esto podía traer consecuencias mayores.
Los estudiantes de escuela pública en Puerto Rico son víctimas de un modelo educativo carente de recursos docentes y educativos. El maestro trabaja bajo una presión innecesaria que va amontonándose hasta explotar.
Edwin Manuel, maestro de Bellas Artes en Aguadilla expresó su opinión sobre la educación y porqué continúa amando su profesión a pesar de los contratiempos e injusticias que enfrenta la educación pública en Puerto Rico
«¡Lo amo! (su labor como maestro), pero no sé hasta qué punto el sistema me obligue a decir «hasta aquí». El maestro hoy día lo cargan de trabajo innecesario cuando su propósito es EDUCAR. No le dan materiales, no es una profesión respetada y no se le provee calidad de vida (por cobrar) un salario que apenas da para vivir. Hoy, un gerente de «fast food» se gana lo mismo o más que yo, tiene empleados que hacen su trabajo y no se lleva trabajo para su casa. Aunque duela, es mi verdad y la de muchos maestros puertorriqueños. Si no fuese por el cariño de ustedes como estudiantes, y que los veo crecer día a día, no estaría aquí.»
Como él hay muchas personas más, que con el viral video han sentido motivación para expresar su disgusto con nuestro sistema educativo.
Por otro lado, existen otras personas que aprovechan el tiempo eleccionario en que estamos para dar crédito de nuestros problemas a los distintos partidos políticos de nuestra Isla. Y no es para nada ilógico pensar que la calidad de nuestro sistema político y educativo redunde en el proceso de tomar decisiones por parte de los líderes electos.
Por otra parte me parece preocupante que a pesar de que parte de nuestra sociedad logre analizar este hecho como uno producto de los esfuerzos o irresponsabilidades de los candidatos políticos que hemos elegido en el pasado, aun seguimos dando oportunidades a otras figuras incompetentes o de poca experiencia política.
Es hora de ser analíticos, objetivos, cuestionar antes de expresar una opinión y ser más responsables a la hora de votar por alguien que debe ante todo, representar nuestros intereses; pues aunque tengamos la libertad de criticar la acción de un maestro o estudiante, nos toca pensar fuera de la caja. A la fin, esto es lo que nos definirá como un pueblo con madurez.