¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Cómo es posible que una menor de edad tenga que expresar públicamente una situación de acoso, exponiendo así su seguridad e integridad, para que el Departamento de Justicia de Puerto Rico tome acción?
Hoy día, se ha vuelto muy común denunciar situaciones por las redes y virilizarlas para recibir la atención deseada. Utilizar estas plataformas para reportar conductas amenazantes, inquietantes y que atenten contra nuestra vida ya es la orden del día.
Así lo hizo Vicky Pizarro, una menor de edad, que estaba en la comodidad de su hogar tomando clases en línea, cuando un vecino invadió su privacidad y llegó hasta la puerta de su hogar a acosarle. La joven utilizó la plataforma de «Facebook» para transmitir un «live» donde relata desesperada y en llantos lo sucedido. En el mismo, denuncia que no es la primera vez que sucede, que ya le han puesto órdenes de protección al agresor y que llevan incluso, un caso ante el Departamento de Justicia desde el 2018 sin respuesta alguna por falta de evidencia. ¿Qué están esperando? ¿Qué le violen? ¿Qué le maten para tener evidencia suficiente?
Si no hubiese sido porque este video se va viral, el caso de esta joven no iba a contar con la atención y acción que se merece. Me es inevitable pensar… ¿Dónde quedan todas esas historias que no salen a la luz pública? ¿En qué condiciones de salud mental continúa viviendo la víctima que es ignorada ante el sistema?
El paso a la declaración de un estado de emergencia en nuestra isla va mucho más allá de vociferarlo en los medios, va más allá de escribirlo en un papel. Vivimos en una sociedad patriarcal donde la mayoría de nuestros gobernantes y jefes de instituciones son hombres y aunque no lo parezca, esto influye a la hora de crear leyes y medidas de seguridad contra nuestras niñas y mujeres. De aquí la importancia de que la representación femenina digna se refleje en nuestras instituciones y sus diferentes espacios.
Mientras en las esferas de poder no se hable de este asunto como se merece, mientras no se trate con la urgencia que amerita, van a seguir minimizándolo. Sistema de salud pública: ¿pa’ quién? ¿Pa’ quién tiene acceso y puede costearlo? Sistema de justicia: ¿pa’ quién? ¿Pa’ no hacer cumplir órdenes de protección? ¿Pa’ hacerle favores al político corrupto? El sistema nos está fallando. ¿Hasta cuándo el abuso? Sin igualdad no hay justicia.
Excelente!