por: Lornie Martínez Miranda (lornie.martinez@upr.edu)
Pocos conocen que la bomba se considera el primer género musical de Puerto Rico. Desde sus inicios, el género fue importante para nuestros ancestros africanos, quienes la utilizaban como medio de expresión, resistencia, coraje y expresión de lucha durante tiempos de esclavitud. Hoy día, el género aún persiste en algunos nichos del país, aunque su visibilidad continúa siendo escasa.
Comienzos de la bomba
La bomba es un género afrocaribeño único y típico de Puerto Rico. Aunque se desconce sus inicios y su origen exacto, la historia habla por si sola. Este género se ubica desde mediados del siglo 19. Al principio, practicar la bomba era prohibido por el gobierno español, pero en el año 1797 se comienza a darle el espacio para bailarla y tocarla con libertad. No fue hasta la abolición de la esclavitud en 1873 que tuvieron la libertad de expresarse libremente.
Bomba “Bambulaee” significa tambor, baile y canto. La bomba se creó para ser cantada y bailada al ritmo del tambor y el tambor ser tocado por la improvisación o estímulos del baile.
Michael Salvatore Russo Santiago, natural de Añasco es estudiante de Ciencias políticas en la Universidad de Puerto Rico en el recinto de Mayagüez. De sus 22 años, lleva 17 en la bomba. Todo comenzó gracias a su madre, cuando alrededor de sus 18 años comienza a tomar clases en San Juan y regresa a Mayagüez donde se incorpora al grupo Yagüenbé. Ahí fue que incursionó de lleno en el género, ya que para Michael y sus hermanos, lo llevaban en la sangre.
Por algunas diferencias de opinión con el grupo de Yagüembé, su mamá decide salir y crear su propio taller de bomba llamado «Taller Rumba Güembé», donde se enseñaba tanto la percusión, el baile y la confección de los barriles de bomba. También ofrecían talleres en escuelas y en diferentes pueblos para educar sobre el género musical.
El grupo tuvo mucho éxito, incluso sus integrantes llegaron a participar de muchos festivales por toda la isla y también, de presentarse en Nueva York.
“Tenía que estar de presentación en presentación, eso era todos los fines de semana…Nunca en mi niñez tuve un fin de semana normal. Decir “ah vamos para el cine, salir” no, mis fines de semana era comer, desayunar y cenar, bomba”.
Michael Salvatore Russo Santiago
Instrumentos de la bomba
En el género afrocaribeño existen diferentes tambores y cada uno cumple una función. Los tambores se construyen con contenedores de madera donde se envasada el ron, por ello se le conocen como barriles o barriles de bomba.
Existen dos tipos de barriles de bomba. El primer barril conocido como buleador y, el tambor segundo o segundo barril, mejor conocido como subidor o primo. Su función es mantener el toque rítmico de la bomba que sirva de base para la improvisación del subido que hará mediante el baile. El toque del buceador definirá también el estilo y el nombre de la bomba que se interpretará.
Michael interpreta los diferentes ritmos en la bomba con su barril
La bomba se esparce por toda la isla, en especial la zona costera. Aunque se considera el mismo género en diferentes pueblos, cada región tiene su estilo o particularidad que los distingue. Esto sucede ya que para los tiempos de esclavitud, los africanos que eran ingresados a la isla provenían de diferentes país y regiones del continente, aportando de este modo su propia cultura a la nuestra.
También lo que sucedió en Ponce no es lo mismo que sucedió en Mayagüez, sobre todo en términos históricos y culturales. Cada pueblo tiene su idiosincracia y la expresa de modo único.
Jamienette Pérez Mercado, mejor conocida como “Jamie” es natural de Mayagüez. Comenzó en la bomba en el 2006 cuando el grupo Yagüenbé de Mayagüez, gracias a su fundador, le brindó la oportunidad de integrarse por su interés en el género. Todo comenzó años antes, cuando en una salida para el mall de Mayagüez escuchó los tambores y tuvo que averigüar qué era aquello que le causaba tanta emoción.
“Desde esa oportunidad hasta el sol de hoy, mas que una pasión, es un modo de vida al que le dedico muchas horas para educarme y para educar a los demás” .
Jamienette Pérez Mercado
Hoy día es maestra en la escuela de bomba del Municipio de Mayagüez y tiene su propio grupo de bomba llamado “Las chamakas del Buleo”.
“No es lo mismo la bomba que te enseñan en la escuela, que si: la bomba ay que rica eh’, o bomba en contexto de ballet para hacer una coreografía y hasta ahí llegaste”.
Jamienette Pérez Mercado
En sus tiempos la bomba era conservada entre familias y pasada de generación en generación, al estilo de la tradición oral.
La bomba era y sigue siendo vista como un género negro, o de gente negra. Los españoles le tenían miedo cada vez que tocaban la bomba porque decían que con ella los esclavos se manifestaban en forma de lucha o para hacer algún ritual o brujería.
Rosamary Berrios Hernández, profesora del Departamento de Comunicación Tele-Radial de la UPR en Arecibo y natural de Loíza, explica que dicha zona se ha mantenido con raíces africanas por su condición geográfica. Esto ha creado una especie de aislamiento y antes de los años 80, las personas se mantenían en esa área ya que tampoco había medios de transportación viables para llegar con facilidad a otros pueblos vecinos. Es decir, dada la escasa movilidad social, en Loíza podemos encontrar una manifestación auténtica de la bomba.
“La bomba es un elemento cultural que así como se ha mantenido la forma genética, se ha mantenido la forma de vida también; de la cultura y tradición que trajeron estos africanos que poblaron nuestra zona”
La religión y el racismo han sido también partes fundamentales para que la bomba no se esparciera como un género musical como cualquier otro.
“En los estragos de la conquista española, era minar todo lo que no fuera cristiano. La bomba se consideraba un elemento ceremonial dentro de religiones africanas… Hubo una campaña directa para fulminar toda raíz, todo elemento que no fuera cristiana”.
Rosamary Berrios Hernández
Por otra parte, expertos mencionan que la falta de educación en las escuelas, así como la poca importancia que otorgan a la cultura y sus expresiones musicales, provoca también el desinterés en los puertorriqueños.
Estas son algunas de los motivos por los cuales el género musical en nuestro presente no tiene el mismo nivel de participación que algunos otros géneros típicos como lo es la plena.
Hoy en día las generaciones jóvenes son más abiertas con la accesibilidad de poder adquirir destrezas y saciar curiosidades a través de los medios de comunicación. La generación millenial, por ejemplo, es una que le gusta aprender y no le tiene miedo a la lucha a expresarse y alzar su voz cuando algo no le parece justo.
La historia continúa
Janía Martínez nació y fue criada en Boston hasta los 11 años de edad. Desde ese entonces reside en Puerto Rico con su madre en el pueblo de Lares. Actualmente tiene 20 años y estudia artes plásticas en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.
En enero de 2019, Janía se integró a la bomba por primera vez por una publicación en una red social que promocionaba clases gratis en dicho municipio. Siendo amante a la música y apasionada por aprender sobre su cultura, comienza a integrarse de lleno al género.
En agosto de este mismo año, estudiantes junto a otros aficionados, crearon un grupo de bomba llamado “Huellas de Tambor”. Se reúnen en las facilidades del Colegio para expresarse por medio de la bomba y así visibilizar parte de nuestra cultura.
“Aprendemos muchísimo de nuestra história, que muchas veces es oculta o la información es limitada. A mí me gusta llamarle movimiento ya que va mas allá de un ritmo musical”.
Janía Martínez
Sin embargo, no todo es color de rosa y la historia de la bomba está también plagada de racismo y machismo. Por ejemplo, en términos de división de roles de género, en la bomba es el hombre quien antes siempre tocaba los barriles y la mujer, quien cantaba o tocaba las maracas. Además, en el baile era más común ver parejas donde siempre el hombre dirigía el baile.
Hoy día la bomba es mucho más libre, mucho más abierta a todo aquel que le interese. Ahora la mujer puede tocar barril tanto como el hombre puede cantar y tocar maraca. En estos últimos años ha evolucionado y se sigue adaptando a generaciones con un pensamiento más abierto a nuevas experiencias y a invitar a todo aquel que la escuche y quiera participar.
Nuestros ancestros tocaban bomba para expresarse, la utilizaban como un método de resistencia y de lucha, para gozar de lo poco que tenían y la bomba era algo propio.
Hoy, aunque con un pensamiento mas abierto, la bomba se utiliza para un mismo fin, sin cambiar su escencia y haciendola cada vez mas propia.
“La bomba siempre fue, es y será combativa”
Así expresa Janía Martínez.
Saludos, me alegro leer ese articulo y saber de jovenes tocando esa musica tan importante. Quiero mencionar a uds que habia una publicacion que se llamo «Guiro y Maraca» que era un noticiero dedicado a historias y anuncios de eventos de bomba y plena. El editor y escritor principal era Juan Cartagena, que todavia esta tocando la bomba en New Jersey donde se dirige «Segunda Quimbamba». Ya existen todas las ediciones de Guiro y Maraca en forma digital – http://segundaquimbamba.org/guiro-y-maraca-archive/. Juan es un hombre brillante, un destacado abogado y juez que lucho para los boricuas en la diaspora. Es el Presidente de LatinoJustice PRLDEF (Puerto Rican Legal Defense and Education Fund) en NYC.