Por: Dr. Otilio González Cortés, catedrático del Departamento de Comunicación Tele-Radial, UPRA
En agosto de 1967 abrió sus puertas a estudiantes de la zona norte y central de Puerto Rico, el Colegio Regional de Arecibo de la Universidad de Puerto Rico en sus instalaciones provisionales, ubicadas en el sector urbano conocido como Buenos Aires, en Arecibo.
El pequeño colegio regional, con 515 estudiantes, dos programas académicos (ambos de traslado en Artes y Ciencias) y 28 profesores, evoluciona hasta convertirse en un nuevo recinto, la Universidad de Puerto Rico en Arecibo. Con una matrícula que sobrepasa los 4000 estudiantes, docenas de programas de bachillerato, grados asociados y traslados articulados, una plantilla de profesores cercano a los 260 y un número similar de empleados no docentes en una institución dedicada de lleno a la enseñanza y el aprendizaje, a la investigación y creación artística y al servicio a las comunidades.
Inicio de los Colegios Regionales
Ese día de 1967, la Universidad de Puerto Rico y Arecibo iniciaron una larga e intensa jornada que en estos días celebra 50 años de colaboración y existencia.
A partir de la década de 1950 el incremento en el total de matrícula en el recinto de Río Piedras comienza a generar problemas administrativos por la sobrepoblación estudiantil. Esto, sumado a los reclamos de diversas comunidades en Puerto Rico de que se acercara la Universidad de Puerto Rico a las comunidades, promovió un debate que llevó en 1961 a la Asamblea Legislativa a comisionar a la Universidad de Puerto Rico y al Departamento de Educación, la elaboración de un plan para establecer centros post secundarios alrededor de la Isla.
El informe final, llamado Informe a la Asamblea Legislativa sobre los colegios regionales, fue sometido en 1962 y propone el establecimiento de una red de colegios regionales para la oferta de programas académicos de traslado y carreras cortas de dos años. El informe anticipa las aportaciones sociales, culturales y económicas de estos colegios en todas las regiones de Puerto Rico. Asimismo, marca el inicio de una nueva era en la Universidad de Puerto Rico, con el surgimiento de los colegios regionales.
El Comité sugiere el establecimiento inicial de colegios regionales en el área metropolitana, Ponce, Mayagüez-Aguadilla, Arecibo y Humacao. Luego de considerar prioridades, se opta por iniciar con un colegio en Humacao porque en esa región no existía ninguna institución de educación superior. Ese primer colegio comienza en 1962 con 266 estudiantes y 22 profesores y su éxito recae en promover la aprobación, planificación y establecimiento de otros dos colegios regionales: uno en Arecibo y otro en Cayey. Otros colegios surgirían en Bayamón, Ponce, Aguadilla, Carolina y Utuado.
Aprueban el nuevo colegio regional para Arecibo
En 1966 se aprueba la creación del nuevo Colegio Regional de Arecibo (CRA) en instalaciones temporales en el barrio Buenos Aires de Arecibo, así como la adquisición de predios para construir las facilidades permanentes del Colegio en el barrio Hato Abajo.
En su reunión del 9 de septiembre de 1966, el Consejo de Educación Superior, entonces el ente rector de la Universidad de Puerto Rico, aprobó el establecimiento de un colegio regional en Arecibo a la mayor brevedad. Esto, luego de “haber estudiado los informes que han sido sometidos por la Universidad y los distintos comités que han sido nombrados para estudiar el establecimiento de colegios regionales”. En esa misma reunión el Consejo aprueba el establecimiento de otro colegio regional en Cayey sujeto a que se certificara la disponibilidad de los terrenos que anteriormente ocupaba el ejército de Estados Unidos en ese pueblo, y a la aprobación de fondos. También se acuerda en esa reunión que el Consejo haría todas las gestiones para identificar las instalaciones en las que se ubicarían los nuevos colegios y sus fuentes de financiamiento.(Certificación 57 de 1966-67 del Consejo de Educación Superior).
En esta reunión el Consejo solicita que se considere la “deseabilidad” de establecer dos colegios regionales adicionales: uno en Ponce y otro en la zona metropolitana.
Más adelante, en otra reunión del Consejo celebrada el 4 de noviembre de 1966, se autoriza al Presidente de la Universidad de Puerto Rico, Jaime Benítez, a que negocie con la Autoridad de Tierras para la adquisición de una finca de 43.6 acres de terreno en la carretera 653 en Arecibo para construir instalaciones permanentes para el Colegio Regional de Arecibo.
Finalmente, en reunión celebrada por el Consejo el 9 de diciembre de ese año, se acuerda autorizar a la Universidad de Puerto Rico a comenzar con el establecimiento de los colegios regionales de Arecibo y Cayey, para lo que asigna $423,808 y una partida adicional de $47,319 para estructuras temporeras del Colegio Regional de Arecibo. (Certificación 57 de 1966-67 del Consejo de Educación Superior).
El profesor Roberto Rexach Benítez fue pilar en el desarrollo del nuevo Colegio. Rexach había iniciado su carrera en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras en los años 50 como investigador y más tarde como profesor de Ciencias Políticas en 1958. En ese mismo año fue designado ayudante del decano de Administración y en 1960, ejerce como ayudante del presidente, Jaime Benítez. Rexach Benítez ocupó la posición de director-decano del primer colegio regional en Humacao hasta el 1967, año en que se traslada a Arecibo a ocupar la silla de primer director-decano del nuevo Colegio Regional, puesto que ocupa hasta el 1970.
En una entrevista, el profesor Rexach aseguró que fue él quien en conversaciones con don Jaime Benítez (Presidente UPR 1961-1970) sugirió el establecimiento de un colegio en Arecibo. “La idea de establecer un colegio en Arecibo fue una idea mía”, aseguró Rexach Benítez en una entrevista realizada como parte de un proyecto investigativo de UPRA.
“Se adoptó en el año 65, cuando estábamos trabajando en Humacao… A esa idea don Jaime (Benítez) le añadió la idea de abrir otro en Cayey”, dijo. Según el primer director-decano, la propuesta de establecer un colegio en Arecibo tenía un componente emocional porque, aunque él no había nacido en Arecibo (nació en Juncos), tenía una relación afectiva con Arecibo “desde que era muchacho”, porque vivió y estudió aquí.
Rexach Benítez reconoció, sin embargo, que la idea le surgió de la estrecha amistad que mantuvo con el entonces alcalde de Arecibo, Darío Goitía (1948-1968) y su esposa, doña Ana Julia Ríos. A Darío Goitía, quien era según Rexach «un fanático de la educación”, le entusiasmaba la idea de traer la Universidad a la zona norte y a Don Jaime le atraía la idea de aliviar la matrícula en el recinto de Río Piedras. Para ello, el alcalde tomó un empréstito de $75,000 para adquirir y habilitar el antiguo Teatro Tanamá y convertirlo en la nueva Biblioteca del Colegio.