No solo se trata de ayudar al ambiente con productos naturales, sino que la belleza y el cuidado de la piel, fungen como base principal para establecer este proyecto artesanal, el cual lleva por nombre Hidranatura.
A diario, vemos historias de jóvenes emprendedores que debido a la necesidad de crecimiento personal y profesional, se han dado a la tarea de reinventarse. Herika Avilés no es la excepción.
Cabe destacar, que la estudiante de Comunicación Tele-Radial, cursa su tercer año de bachillerato en la Universidad de Puerto Rico en Arecibo y a sus 20 años, es propietaria de la línea de productos Hidranatura.
“Desde los siete años hacía mascarillas (inspiradas) en artículos de internet y siempre me decían que debía meterme a esteticista”, mencionó Avilés con una sonrisa.
Con su cabello negro a los hombros, su tez blanca y una sonrisa de oreja a oreja, esta chica con alegría y pasión brinda un excelente servicio al cliente y forma parte de los jóvenes que tras el alza en la matrícula dedicieron pararse en la brecha y montar su propio negocio.
Según una nota publicada por El Vocero: «la contribución de las empresas locales al Producto Interno Bruto (PIB) representa el 53%, y aún con el desplazamiento del capital local causado por las cadenas nacionales, las empresas locales constituyen el 96% de los establecimientos, y el 83% del empleo en la isla. Por cada millón de dólares en producción, la empresa local genera 5.9 empleos, versus las empresas foráneas que generan 1.7 empleos», esto según un estudio realizado por la Firma de Estudios Técnicos y por la organización Empresarios por Puerto Rico, por lo que claramente, hay un impacto directo de los comercios locales.
Cada mañana, al entrar el sol por la ventana, la joven empresaria se levanta con la ilusión de poder montar su propia estética utilizando sus propios productos. Mucho más allá de artículos hechos a mano, los jabones son la orden del día.
“Decidí llamarlo Hidranatura haciendo una unión entre las palabras ‘hidratación’ y ‘naturaleza’. Este proyecto lo comencé yo sola. Mi primera venta fueron nueve jabones gracias a mis compañeros de la universidad. Ese día, llegué super emocionada a mi casa. Con los primeros $20 dólares, compre un kit pequeño para continuar trabajando”, exclamó.
–WP: “¿Tuviste algún miedo antes de lanzarte a esta aventura?”
– HA: “No, sentía una inquietud por hacerlo y solo le pedí a Dios que me ayudara y aquí sigo”.
Actualmente, parte de las ganancias ayudan a Herika a costear sus estudios en comunicaciones, pues de lo que gana, una cuarta parte lo invierte directamente en sus estudios.
Los precios pueden variar dependiendo de la complejidad del jabón, pero en su mayoría comienzan en los $2 dólares y no sobrepasan los $7 dólares.
“Desde diciembre del año pasado, leía sobre el tema y buscaba información sobre cómo hacer jabones, entre otras cosas. Hoy día me sigo educando y recuerdo que mi primer jabón lo utilicé con mi hermano pequeño y en mi persona”.
A lo largo de este proceso, la confección de éstos productos puede ser un tanto tediosa. Sí, esto va más allá de una simple mezcla de especias naturales y de productos «custom made».
Para Herika, uno de los aspectos más difíciles -además de la educación-, es comenzar a conocer al cliente, los tipos de piel, las especias y sus funciones.
Parte del conocimiento se basa en tener en cuenta los ingredientes, cómo y con que los unirás y sin duda alguna la reacción que pueden causar en la piel del cliente.
Muchas son las razones que se han visto involucradas para la buena retroalimentación de la gente, pero en especial, todo gira alrededor de éstas barras de jabón.
Para Doña Elena, el dulce olor del coco con té de romero es esencial para su piel reseca.
Por otra parte, para Carmen, el fuerte aroma del café en polvo orgánico de cacao, le hace sentir su piel rejuvenecida mientras le brinda una exfoliación profunda.
Entre los favoritos, se encuentra el mas reciente, barro con polvo de espinaca y romero, el cual blanquea, provee elasticidad y es alta en minerales, dejando mi piel como la de un tierno bebé.
Claro, esto solo es parte de una gran variedad de especias a escoger sin dejar afuera los aceites naturales para el crecimiento capilar, etc.
El proceso de hacer una barra tarda de 40 minutos a 2 horas y media, según la preparación que requiera. A su vez, el tiempo de curación para que esté listo para uso del cliente, puede tardar hasta un mes.
“No solo hago jabones por pasión, quiero hacer conciencia y llevarlos a reflexionar sobre lo importante que es el cuidado de la piel”.
Para más información puede comunicarse con Herika Avilés al 787-560-4954 o en sus redes sociales de Facebook: Jabones Hidranatura e Instragram: Hidranatura.