Por: Jeisamar Rivera (jeisamar.rivera@upr.edu)
Las escuelas chárter están definidas por las leyes federales como escuelas públicas que son administradas por entes privados. Por una parte, pueden ser organizaciones sin fines de lucro, corporaciones privadas, municipios como también gobiernos locales- siempre que sea una escuela pública que esté bajo el control de un ente externo al gobierno.
Para la (AMPR), los “estudiantes de las escuelas chárter no demuestran mejor aprovechamiento académico que los de escuelas públicas”. Miembros de la entidad aseguran que la deserción escolar en las mismas es del 36%, mientras que el de las escuelas públicas se acerca al 16%, según su sitio web.
Además, la reforma educativa impone la descentralización de la administración, un aumento salarial a los maestros de 1,500 dólares anuales y la creación de un sistema de vales educativos, según el gobernador Ricardo Roselló.
Los vales educativos, ya declarados inconstitucionales ante el Tribunal Supremo en el pasado, permiten que un estudiante de escuela pública pueda pagar para estudiar en una escuela privada o religiosa.
En una nota publicada en El Nuevo Día, la periodista Keila López Alicea afirmó que en Puerto Rico se permite el modelo chárter bajo leyes federales y afirmó que existen escuelas que operan bajo ese modelo, pero no se le llama de esa manera; se le llama escuela de educación alternativa porque no cumplen con todas las características de lo que sería una escuela alianza.
Uno de los mayores problemas con querer implantar este tipo de escuelas en la Isla es que los maestros que laboran en las mismas no necesariamente tienen que ser altamente cualificados como actualmente se ve en las escuelas públicas, por ende, es un factor preocupante ya que puede afectar la calidad de la educación. Cabe destacar que al no ser altamente cualificados, no reciben beneficios como pensión, plan médico, y la permanencia.
La escuela pública ofrece alimentos libres de costos y transportación gratuita. Ante la nueva reforma educativa, dichos beneficios no existirán. Los padres tendrán que pagar por alimentos, transportación y libros que sean necesarios para el aprovechamiento académico de sus hijos.
Actualmente se vive una crisis que es preocupante para todos. Se impone tener conciencia sobre las decisiones que se quieran tomar para una mejor o peor educación. Reconocer que debemos luchar por una educación pública y gratuita ya que cada familia tiene un nivel de necesidad distinto.
Puerto Rico enfrenta un gran reto en la educación y uno de los mayores problemas que tenemos como país y que en cada cuatrienio ocurre es que el sistema de educación cambia.
Se ha trabajado diferentes programas a través de los años como: tutorías, Dual Language, entre otros. Con el programa de tutorías fuimos testigos con casos de corrupción y finalmente no se obtuvo buenos resultados. Sin embargo, el otro programa mencionado fue uno muy bueno, como objetivo tenía el bilingüismo. Las materias impartidas en ambos idiomas solían ser las mismas, se promovía el bilingüismo y se esforzaban por tener actitudes y comportamientos interculturales.
¿Por qué insistir en querer implantar un modelo que ha fracasado?
El plan pautado más bien responde a intereses particulares con fines lucrativos, no educativos pero sí políticos.