Por: Marié E. Rivera Diaz (marie.rivera3@upr.edu)
“Una centinela de la salud. ¡Somos guardianas de la salud! De la salud de la mamá, de la salud del bebé y del bienestar”. Así describe su labor, la partera Gina G. Dacosta quien ofrece sus servicios desde 2012.
El parto humanizado es una opción poco conocida en Puerto Rico. Las personas lo describen como una tradición de las abuelitas. La realidad es que parir en casa nunca ha pasado de moda. Qué mejor que pasar el momento más preciado de la vida en la comodidad del hogar.
Gina G. Dacosta decidió dejar su profesión de maestra y profesora universitaria, para ayudar en la llegada de numerosas vidas al mundo. Luego de vivir y experimentar en casa la llegada de su hija, decidió cambiar de profesión. Dacosta lo describe como “un llamado divino”. Posterior a su parto, se instruyó con su partera Ruth “Rully” Delgado, la comadrona más antigua de Puerto Rico. Decía “los partos son una fiesta”. Ya que es motivo de alegría y se recibe una nueva vida. Su siguiente paso fue tomar módulos a distancia y viajar a el estado de Texas para terminar la práctica, que consiste en horas clínicas, hacer partos, verificar panza; en fin, entrenarse.
¿Qué hace una partera?
“Una partera esta pendiente del cuidado prenatal en el embarazo, parto y el posparto, que va hasta seis semanas después del nacimiento”, explicó Gina Dacosta. Añadió que su trabajo tiene un cuidado más personalizado y respetuoso. Así mismo, que a la hora del parto siempre se trabaja en conjunto con parteras asistentes. Y la madre tiene el derecho de estar acompañada por quien esta decida.
Las parteras ofrecen una alternativa segura y económica con un cuidado personalizado y respetuoso. Además el bienestar físico, emocional y social de la madre a lo largo de su ciclo reproductivo. Ellas visitan a la parturienta una vez al mes hasta la semana 28 ó 30, luego cada dos semanas y en la semana 37 se realiza una visita semanal hasta que llega el día del parto.
¿Por qué parir en casa?
La mujer de 41 años, lleva cinco años dedicada a la partería. Aseguró que hay un sinnúmero de razones por las cuales se debe traer a un bebé al mundo en casa y no en el hospital. Las razones más comunes son:
- La participación total en la toma de decisiones
- Tener más control y libertad de elegir quién está presente, dónde parir, en qué posición, etc.
- Menos intervenciones, tales como: epidural, episiotomías, fórceps/vacuums, suero innecesario
- Gozar de un contacto inmediato con su bebé
- Menos exposición a bacterias y gérmenes de hospital y su personal
Gina explicó que no hay un momento o posición específica para parir. “Hay partos en agua, en la cama, en la sala; donde te dé el pujo”.
Un día normal como partera
Gina, quien posee una personalidad espontanea y empatía con cada una de sus clientas, describe su día normal como partera en una llamada de la madre con contracciones. “Tomo mis casquivaches y me dirijo a hacer observaciones y monitorear la salud, presión, pulso, temperatura y los latidos fetales que es lo más importante”. La partera aseguró que cada parto es diferente. Cada parturienta tiene un trato digno y respetuoso.
La admiradora de Frida Kahlo confesó que su primer parto luego de terminar sus estudios, fue el de su propia hermana.
Los hospitales y la cesárea
Dacosta indicó que los partos en hospitales son para mujeres alto riesgo, bebés que tengan algún tipo de condición, madres que tengan miedo y casos graves. Añadió que se debe evitar las cesáreas innecesarias. Las cesáreas son para salvar vidas cuando todos los recursos habidos y por haber se han agotado. Gina señaló, que en Puerto Rico hay una taza alta de inducciones que no tiene una justificación médica. “Estas forzando algo para lo que el cuerpo no está listo y la mayoría de las inducciones son por conveniencia del médico”. Además, opinó que un doctor debe estar preparado para laborar a cualquier hora y en cualquier fecha.
La partera agregó que luego de una cesárea se puede llevar a cabo un parto natural siempre y cuando se cumpla con ciertos requisitos. También aclaró que la parturienta tiene derecho a escoger todos los acompañantes que desee.
Proceso de mucha educación
Gina Dacosta quien posee una maestría en italiano, aclaró que parir es un proceso de mucha educación. Que cada madre debe instruirse desde el día cero. Admitió, que las parteras sí te educan en todo el proceso. A diferencia de los médicos, que ven una madre educada como un obstáculo. Con una madre educada el médico tiene menos posibilidades de engaño hacia la parturienta. Cada embarazada debe instruirse para evitar la violación de sus derechos.
“Me gusta brindar un servicio impecable para que las clientas hablen bien de mí, porque así es como otras clientas llegan”, enfatizó Gina.
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