Por Wilmarie Mena Santiago
Para aproximarnos a la cultura y a los rituales que se realizan en la India, no es necesario invertir largas horas de viaje. Sólo se requiere una pizca de imaginación, creatividad y ansias por ampliar los horizontes culturales que observamos día a día en nuestras vidas.
Una extensa búsqueda en la red, igualmente nos vincula con los países que deseamos conocer. Encuentras en esa investigación una explosión sensorial de color, aromas de incienso, finas sedas, cestas con frutos y, sobre todo una peculiar reverencia espiritual que nos inspira a capturar y compartir esos bellos momentos. En algunas culturas de oriente los cuerpos del cosmos representan deidades.
¿Qué elemento de la naturaleza conmueve un alto grado de reverencia y resulta digno de recrear?
Se trata de la estrella que con sus rayos transmite luz y calor a su entorno. Las plantas se nutren de ella y por eso existen. Los animales se alimentan y tienen mayor capacidad de supervivencia gracias a su energía. A los humanos, por otra parte les irradia las mañanas. El sol representa una fuente de utilidad para todo ser viviente.
¿Alguna vez has agradecido al sol?
Lo cierto es que en diferentes regiones de la India, como Nueva Delhi, Bombay, Patna, Calcuta y Jammu, se realiza un festival llamado Chhath Puja, dedicado precisamente a una de las mayores deidades, Surya.
Una gran cantidad de devotos se concentra en el río Ganges para celebrar el festival, que transcurre en dirección hacia el este, desde el norte de la India y cruza la llanura del Ganges, hasta Bangladesh.
Este cuerpo de agua se considera sagrado para los practicantes de la religión hindú y como una diosa cuyas aguas purifican. Aunque el Ganges está altamente contaminado, para los devotos representa el agua más divina en el mundo y vehículo de liberación del alma, que lleva a su vez a lograr ciclos elevados de reencarnación.
Usualmente se efectúa en el mes de noviembre como símbolo de agradecimiento al dios hindú del sol.
Durante el festival Chhath Puja cientos de hombres y mujeres entregan diferentes regalos, recitan oraciones –conocidas como mantras– y practican una diversidad de rituales en honor a su máxima deidad.
El periódico estadounidense The Wall Street Journal –que reseñó pasadas celebraciones de Chhath Puja– narra que las mujeres en el atardecer permanecen de pie en las aguas de océanos y ríos. Luego le ofrecen a Surya frutos como guineos, cocos y trigos, en acto de agradecimiento por sostener la vida en la tierra.
Durante cuatros días de noviembre, las devotas utilizan coloridos y elegantes vestidos llamados saris. También se aplican polvos en la frente y cargan flores, hojas de plantas y frutas, en sinónimo de devoción al dios del Sol.
Con la misma entrega, pero sin llegar hasta la India, las tres jóvenes que caminan en dirección del atardecer recrean en Puerto Rico- a través del arte fotográfico- lo que acontece en la India.