Por: Zahira T. Jiménez Candelaria (zahira.jimenez1@upr.edu)
¿La fe en Dios es necesaria para gobernar un país? ¿Desde cuándo se separó la Iglesia del Estado? A principios del mes de marzo, junto a un grupo de líderes, la ex candidata a la gobernación de las pasadas elecciones, Alexandra Lúgaro hizo público el lanzamiento de un nuevo partido político, “Movimiento Victoria Ciudadana”.
No pasarían ni cinco segundos cuando sus opositores iniciaron una ola de críticas y comenzaron a buscarle las cinco patas al gato. Los primeros comentarios fueron dirigidos al logo del grupo político. Es el mismo del partido socialista en Venezuela, se escuchaba en todas partes. Ese argumento hizo que se diera a conocer mucho más rápido el partido. Invitaron a diferentes integrantes del mismo, entre ellos Alexandra Lúgaro y Rafael Bernabé a explicar el significado del logo, el cual no guarda ninguna relación con el partido venezolano.
A mi eso me parece hasta risible. Ojalá la gente fuese tan minuciosa para evaluar la labor de los funcionarios que hemos escogidos así como lo han sido para evaluar un logo, una insignia, que no es otra cosa que un símbolo, fueron las expresiones de Lúgaro en una entrevista en Radio Isla.
Luego de explotar el tema del famoso logo, volvió el debate del supuesto ateísmo de Lúgaro y Bernabé. Una noticia publicada el 4 de noviembre de 2016, titulada “Dos ateos son candidatos a gobernación de Puerto Rico”, volvió a tener auge luego de casi tres años. Ya del logo no hay tela pa’ cortar, así que volvieron a recordarle al país que los ex candidatos a la gobernación son ateos. Aunque no era un ángulo nuevo, es el perfecto para comenzar a boicotearles el partido.
Conscientes de la separación de Iglesia y Estado, algunos puertorriqueños aún viven enajenados de esa realidad. Votan a ciegas por colores que no le han dado nada al país, solo una deuda impagable e ilegal. Personas que han declarado su fe en Dios, que han jurado ética, transparencia y lealtad con una mano en la Biblia y terminaron haciendo todo lo contrario. ¿Ellos sí tienen el derecho y la oportunidad de gobernar este país? ¿Por qué no darle la oportunidad a gente que se ha preparado, que tiene buenas ideas y nuevos proyectos? ¿A caso ser cristiano o creyente es requisito para gobernar a Puerto Rico?
No estoy invitando a nadie a echar a un lado sus creencias, pero sí los invito a que tomen un poco de su tiempo para leer e informarse sobre las propuestas de este nuevo partido. Olvide las creencias y colores de cada candidato y mejor analice sus ideas para mejorar el país.
¡Excelente!