El pasado viernes, 30 de agosto, la Iglesia Cristiana Misionera El Maestro, ubicada en el Municipio de Camuy, fue escenario de una noche de adoración única y diferente. Organizado por Emily Martínez, el evento se destacó por su enfoque en la adoración a través de la danza, dejando a un lado las formas más convencionales que incluyen solo cantantes y músicos.
Emily Martínez, quien aparte de ser la organizadora del evento, también es la líder del grupo de danza de esta congregación, explicó el origen de esta tradición.
“La adoración en danza viene desde los tiempos bíblicos, donde se dice que el rey David danzaba en el espíritu, y ahí nace esta práctica rítmica.”
En términos de cuántas iglesias fomentan y practican esta parte, se desconoce. «Pues honestamente no sabría dar un número exacto de cuántas iglesias acostumbran a tener esta forma de adoración, pero sí sé que ha ido en crecimiento durante los últimos diez años. Una muestra de eso es que en nuestra actividad tendremos presentes cuatro iglesias invitadas con sus grupos de danza.»
Nos expresó Martinez, también nos habló de que se podía esperar para este evento, ya que promete ser muy diferente a otros cultos.
«Este evento es algo muy diferente a cualquier servicio religioso», Explicó que la idea de enfocar un servicio en la danza surgió de su corazón, pues desde pequeña estuvo involucrada en esta práctica y, a medida que crecía, notó que no era algo común en todas las iglesias. «Me propuse algún día poder hacer un servicio religioso enfocado en la danza», añadió.
El evento tuvo el propósito de otorgar mayor visibilidad a formas de expresión, como el baile. Emily Martínez compartió que la Iglesia El Maestro se ha comprometido a promover la adoración en danza, realizando servicios anuales y, además, fundando una escuela de danza abierta a todos aquellos que deseen participar.
«Fue algo brutal, una experiencia inolvidable. Pudimos dar exaltación al Señor a través de nuestros movimientos y con todo nuestro cuerpo.»
Rosa tambien enfatizó que la preparacion para este evento fue sumamente extensas con ensayos tan tempranos como en junio.
Martínez resaltó que, aunque el objetivo principal de la noche fue rendir adoración a Dios, otro de sus propósitos fue darle mayor exposición a la danza dentro del contexto religioso y hacer que esta práctica crezca y de igual manera atraer a esos jóvenes que quizas se sientan identificados o atraidos por la misma. Su visión es ambiciosa:
«Espero que algún día pueda convertirse en una práctica global«.
Con la continua dedicación de la iglesia a esta forma de adoración, parece que la danza religiosa podría estar en camino de obtener mayor relevancia en diferentes comunidades de fe.
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