Por: Harvey Adrian Cabassa | harvey.cabassa@upr.edu
Con la llegada del 2023 oficialmente ha comenzado el periodo preelectoral y el marcador apunta menos de un año y ocho meses para que se celebren las elecciones generales.
Los candidatos a puestos electivos se preparan para comenzar el partido. Sí, el partido. ¿O es que nunca han pensado que la forma en que se manejan los asuntos electorales es como un deporte? Sí, los jugadores son los políticos y los espectadores, el pueblo.
¿Pero y qué deporte no tiene sus fanáticos? Así mismo es la política. El fanático político defiende con capa y espada sus opiniones y convicciones, aunque se alejen de la realidad. Su capacidad de razonamiento es escasa, por eso es presa fácil de los politiqueros.
Es hora de desprendernos del fanatismo y que reconozcamos que tenemos en nuestras manos la capacidad de cambiar el rumbo del país. Esto no se trata de ser penepé, popular, independentista, o incluso seguidor del Movimiento Victoria Ciudadana o el Proyecto Dignidad. Esto se trata de conocer a cada candidato por quién es, cuál es su historial, cuáles son sus posturas y qué opina sobre los temas que le afectan a usted.
Pueblo, querido pueblo. Nuestra constitución es bien clara al expresar: “la voluntad del pueblo es la fuente del poder público”. A diferencia de todos los otros deportes, en este juego son los de las gradas quienes elegirán los victoriosos. Es la ciudadanía la que tiene el poder de elegir cada cuatro años quienes dirigirán el rumbo de nuestra amada isla.
Podemos argumentar si realmente los últimos gobernantes han sido elegidos por la mayoría del pueblo, pero ni pienso entrar en ese debate. En el sistema democrático en que vivimos nuestras leyes establecen que el que más votos obtenga, es quien gana. Por eso es importante que ejerzamos nuestro derecho al voto.
Ahora más que nunca porque vivimos en un país donde su sistema de educación va camino al precipicio, la criminalidad va en aumento, el sistema de salud tambalea de un hilo y donde los aumentos son la norma del día, es necesario que seamos responsables a la hora de emitir un voto.
Cuando votamos, estamos participando en decisiones relacionadas con la salud, educación, derechos laborales, economía, equidad de género, seguridad para nuestras comunidades, etc. ¿Quieres que alguien más decida por ti en torno a leyes que afectarán a tu familia y a tu comunidad? Si la respuesta es no, sal a votar. Y sobretodo, emite un voto inteligente.
Cada cuatro años, el primer martes de noviembre, nosotros tenemos la oportunidad de cambiar a Puerto Rico. En un solo día podemos cambiar la totalidad de nuestro gobierno. Sí, en un día.
Es hora de llenarse de valentía y que los de las gradas tomen el control del juego. La participación intencionada del pueblo en los procesos electorales nos permite colocar en posiciones de poder a personas comprometidas, capaces y con el deseo de construir un mejor Puerto Rico para nuestras futuras generaciones.
El 5 de noviembre de 2024 el marcador avisará la llegada del día cero. Salgamos a votar con valentía y coraje, pero sobre todo con la esperanza de que con nuestro voto estamos construyendo un mejor Puerto Rico. Al final del día, el poder lo tiene el pueblo.