Cada vez que se exhibe una nueva serie o película de algún asesino serial basado en hechos reales, por alguna razón despierta en algunas personas cierta admiración hacia ellos. El problema recae en que estas personas hiper romantizan e idealizan a estos psicópatas. Muchos hasta se disfrazan de ellos, se obsesionan con sus crímenes, buscan entretenerse con este tipo de producción e incluso se enamoran de estos personajes. Estas conductas no solo glorifican y elevan a estatus de héroe a estos criminales, sino que dicha falta de empatía también representa una falta de respeto hacia las víctimas y los familiares de estas personas.
Sandra Lustgarten, psicóloga especializada en sexología, explicó a CNN que la hibristofilia es el término correcto para referirse a estos casos y también corresponde a las adolescentes que tienen una atracción idílica a los «chicos malos» que siempre están envueltos en situaciones complicadas. Añade que se trata de una condición más común en mujeres. Como evidencia, un estudio reveló que la audiencia de los podcasts de crímenes reales está compuesta en un 73% por mujeres.
Uno de los ejemplos más conocidos de hibristofilia es el numeroso grupo de mujeres que se obsesionó con el asesino en serie, Ted Bundy, luego de que lo arrestaran en 1978. Incluso, hasta con el mismo Jeffrey Dahmer, quien protagoniza la recién estrenada serie de Netflix, Dahmer, recibió dinero y cartas por parte de mujeres mientras estaba en la cárcel, circa 1994.
Dicha miniserie se estrenó el pasado 21 de septiembre bajo el nombre: “Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer” y no tardó en crear controversia en las redes sociales. El personaje de la serie es glorificado e idealizado, a pesar de tratarse de un asesino en serie, acusado de acabar con la vida de más de una decena de individuos, incluyendo varios niños, en Milwaukee y Ohio, entre 1978 y 1991. Muchas personas aplaudieron el trabajo del actor Evan Peters, quien encarna el personaje, mientras que otrxs se enamoraron de su personaje.
Como consecuencia, Peters expresó a través de un video para Netflix que su objetivo fue honrar la memoria de las víctimas.
Estaba muy asustado por todas las cosas que hizo él. Sumergirme en eso y tratar de comprometerme con el personaje fue una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en mi vida, porque quería que fuera muy auténtica y sabía que me llevaría a lugares muy oscuros.
Evan Peters
La serie tuvo tanto éxito que llegara a vender las gafas de Dahmer por más de $150 mil. Incluso, subastarán las cenizas de su cuerpo. Por otra parte, Ebay prohibió en su totalidad la venta de disfraces de Dahmer debido a su política.
Jeffrey Dahmer no es un disfraz. Jeffrey Dahmer es un asesino y un psicópata. Si quieres disfrazarte de un asesino disfrázate de Freddy Krueger, Jason Voorhees, Michael Myers, Ghostface, Jigsaw, Chucky y la lista continúa. Jeffrey Dahmer no es un personaje de ficción, Jeffrey Dahmer existió.
Además, cuando estrenó el documental de Ted Bundy “Conversations with a killer: The Ted Bundy Tapes”, en 2019, Netflix tuvo que realizar una campaña precisamente dedicada a no idealizar a psicópatas y asesinos.
Asimismo, cuando se estrenó la serie “You” para el 2018 en Netflix, que a pesar de que no estar basada en hechos reales, muchas personas fantaseaban con tener un acosador como Joe Goldberg. Esta serie tuvo un rotundo éxito en Netflix, no obstante, el actor Penn Bagdley, quien interpreta a Joe, pidió a sus fans que dejaran de idealizar y romantizar a su personaje.
Por una parte podría debatirse que estas historias deben ser visibilizadas en los medios porque nos permiten conocer el pasado y construir un futuro sin volver a cometer los mismos errores. Aparte de detalles oscuros de los crímenes, la serie de Dahmer presenta temas controversiales como el racismo, la misoginia, la homofobia y la incompetencia policial. Además, este género funciona para fines investigativos o de estudios psicológicos.
Sin embargo, se debería disminuir la creación de este género en el cine y mucho más si está basado en hechos reales. No tan solo afecta la mente al espectador, sino que también a los familiares de las víctimas que reviven sus momentos más oscuros.
No le diré a nadie qué ver, sé que el contenido sobre crímenes reales es enorme, pero si realmente tienen curiosidad acerca de las víctimas, mi familia (los Isbell) están enojados con este programa. Es volver a traumatizar una y otra vez, ¿y para qué? ¿Cuántas películas, espectáculos y documentales necesitamos?
Eric Perry
Si el cine no reduce este género, al menos coloquen una advertencia sobre la idealización al principio de la película y las consecuencias que este puede traer. Idealizar a un personaje criminal representa un enorme peligro.
Es pertinente que el cine cuente la historia brindándole protagonismo a las víctimas y no al agresor. El hecho de elegir a actores «atractivos» solo empeora la situación. Si un filme romantiza a un psicópata, la audiencia también lo hará. La intención no debe ser simpatizar con el agresor ni mucho menos romantizar la violencia, el crimen, el abuso y la muerte, sino empatizar con las víctimas y sobre todo guardarles respeto.
Wow, tienes mucha razón y comparto tu opinión. Debemos empatizar con las víctimas y sus familias, no con las crueles personas que cometieron crímenes solo por placer propio.