Opinión: Una ley que grita amor y odio

Bajo la nueva ley de adopción establecida por el gobierno de Puerto Rico, hoy día cualquier tipo de familia podrá adoptar a un niño o niña. (imagen suministrada)

Por: Ismael Rodríguez Santiago (ismael.rodriguez6@upr.edu)

“El proceso de adopción no es tanto el derecho de los padres a tener hijos, es el derecho de los hijos a tener padres”, expresó el gobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló luego de firmar la nueva ley de adopción, una propuesta del presidente de la Cámara de Representantes Carlos “Johnny” Méndez. Esta se enfoca en modernizar, agilizar y uniformar el proceso de adopción; viabilizar un procedimiento diligente y expedito de adopción que debe ser realizado en un tiempo de máximo 60 días y proveerá a las madres con embarazos viables no deseados, la opción de continuar con el mismos y poder darlo en adopción una vez hayan nacido sin temor de ser procesadas con cargos de abandono.

Al ver noticias como estas siento ánimos de no abandonar la tierra que me vio nacer pues noto como la isla va madurando poco a poco en aspectos que dan bienestar a niños que merecen ser criados en un ambiente lleno de amor. Además, no puedo dejar de pensar en la alegría que deben sentir TODAS aquellas personas que hoy tienen la posibilidad de ser padres por medio de la adopción sin tantos obstáculos ni procesos burocráticos totalmente obsoletos. Y sí, TODAS en mayúscula ya que esta nueva ley dicta que además de matrimonios, por primera vez en la historia de nuestro Puerto Rico, parejas (no casadas legalmente), personas solteras y parejas homosexuales podrán adoptar a un/a menor siempre y cuando tengan los requisitos y puedan proveerle el bienestar que este necesita.

Me alegra en gran manera que mujeres que se encuentran en medio de un embarazo no deseado NO tengan que arrebatarle la vida al feto por medio del aborto ya que ante la demostración de un Puerto Rico moderno tienen la opción de tener al bebé y una vez nacido puedan entregarlo en adopción a una persona, pareja o familia que desee convertirse en padre. Por otra parte, que alegría para el recién nacido, le están regalando el derecho de tener padres amorosos desde el inicio de su vida. Vemos un acto de afecto desde el punto de vista de su madre biológica pues le demuestra algún tipo de cariño al bebé ya que sabe que de esta manera le está dando la oportunidad a su niño o niña de crecer en un ambiente propicio.

«La adopción es un regalo de vida que toca la más íntima fibra del ser humano. Gracias a la adopción, muchas personas han logrado tener la oportunidad de compartir su amor, ofreciendo al menor un hogar estable y permanente. Existen muchas historias de amor sobre la adopción pero, lamentablemente, también hay una montaña de quejas ante la burocracia y complejidad del proceso.» expresó el progenitor de esta ley, Carlos «Johnny» Méndez, quien fue adoptado legalmente a los 19 años luego de un proceso mentalmente extenuante.

Sin embargo, en medio de la alegría y el positivismo que esta noticia debe abarcar me encuentro con la apóstol Wanda Rolón donde en un video en la red social Facebook habla sobre su total desacuerdo con esta ley de manera denigrante hacia la comunidad LGBTT. En este, demuestra odio al prójimo por el simple hecho de que personas del mismo sexo puedan darle hogar a un niño o niña y en ningún momento muestra la felicidad que amerita.

Wanda, deberías pensar que estos seres tendrán la posibilidad de ser amados, criados y educados por una familia independientemente de su estatus marital. Es mi deber puntualizar que en la Biblia por la que te riges para llevar tus mensajes de «amor» dice claramente “no juzgaras” y “ama a tu prójimo como a ti mismo” pero, predicas las moral en ropa interior ya que juzgas y pretendes ser respetada. Si siembras odio, odio cosecharás, basta ver el «feedback» en tus redes sociales para darse cuenta que tú opinión solo es seguida ser abucheada.

 

Ismael Rodríguez
Author: Ismael Rodríguez(ismael.rodriguez6@upr.edu) Estudiante de Comunicación Tele-Radial

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