Por: Angeliz Rivera De León (angeliz.rivera7@upr.edu)
ARECIBO– La Escuela Angélica Gómez Betancourt del barrio Islote es una de muchas escuelas del Departamento de Educación que sufre serios problemas de planta física y otras situaciones que amenazan la seguridad de la comunidad. En el caso de la única escuela que opera en Islote, el 20% de los edificios se encuentran clausurados y continúan estructuralmente comprometidos.
Además, el plantel enfrenta problemas de infraestructura, energía eléctrica, bajo voltaje y falta de equipos esenciales como asientos (pupitres). Esto repercute en el servicio brindado al personal docente y no docente, estudiantado y comunidad escolar.
“Se ha dañado equipo del comedor, consolas de aire, se ha contactado (a LUMA Energy), pero indican que OMEP (Oficina para el Mejoramiento de Escuelas Públicas), está en decisión de quién es el responsable para atender el problema”, puntualizó Johanna Rodríguez, directora de la escuela.
Parte de las averías tienen que ser inspeccionadas y reparadas por OMEP. El problema de voltaje también forma parte las reparaciones necesarias en la única escuela que opera actualmente en Islote. Maestras que imparten clases en el segundo nivel de la Angélica Gómez reclaman las mejoras en el sistema eléctrico por el peligro que representan.
“Necesitamos que se coloquen enchufes en las paredes, estamos cargando los (multiplugs) demasiado», resaltó la docente Liz Camacho. En reiteradas ocasiones los diferentes gremios se han pronunciado ante los peligros que representan las infraestructuras de las escuelas de Puerto Rico.
Ante los peligros e inacción del Departamento de Educación, la secretaria Yanira Raíces afirmó que, «el 90% de las escuelas se han pintado y le falta sellar el techo». Medios locales le pidieron una explicación a lo que Raíces contestó:
“El 90% se ha atendido. Para este año terminamos. Algunos quisieran que todas las escuelas estuvieran a nivel de (los planteles llamados de ‘Siglo 21′), y eso no es una posición realista. Esto es un sistema de 856 escuelas que hace décadas (se encuentran) sin la atención que ameritan”.
En reiteradas ocasiones los diferentes gremios del magisterio se han pronunciado ante los peligros que representan las infraestructuras, uno de ellos, el presidente de la Asociación de Maestros de Puerto Rico, Víctor Bonilla, afirmando que es una falta de respeto a estudiantes y al magisterio. Y por supuesto, visibilizando la irresponsabilidad ante este problema que afecta a todo Puerto Rico. Tanto Pedro Pierluisi como la secretaria de Educación minimizaron los problemas alegando que las críticas siempre estarán por parte de los ciudadanos.