El tres puntista lleva en la sangre el baloncesto desde que tiene uso de razón. Su madre participó en la liga superior; su padre hasta nivel universitario; todos sus tíos igualmente practicaron el deporte; incluyendo el famoso Manolo Cintrón que la palabra “baloncesto” es la que lo describe.
Se puede decir que no tenía más opción. Canastitos y prácticas de equipos con el Baloncesto Superior Nacional (BSN) son las memorias de Cintrón de su infancia y adolescencia. Desde los cinco años está en este mundo y nunca le interesó jugar otro deporte.
Parte de su éxito se debe a que a sus 15 años, mientras otros baloncelistas practicaban con equipos “normales”, Cintrón lanzaba balones con los Capitanes en la Francisco “Pancho” Padilla con nada más y nada menos que su ahora dirigente Rafael “Pachy” Cruz, Rick Apodaca, Ángel “Buster” Figueroa, entre otros. Practicar con hombres profesionales le ayudó mucho a evolucionar en su carrera.
Durante sus grados elementales, siempre vestía pantalón y camisa debajo del uniforme escolar. Merendaba y almorzaba baloncesto. No faltaba el regaño de Luz Cortés porque su pequeño, después de horas no quería regresar a la casa por estar jugando su deporte favorito.
Un día en un torneo participó en contra del dirigente Juan Cardona, quién sin saberlo, le cambiaría su vida y sería un pilar en su carrera profesional. Cardona le ofreció una beca en el Colegio Discípulos de Cristo, donde tiempo después quitaron todas las becas deportivas. Nuevamente, el dirigente se lo lleva para Carmen del Sol: una escuela en ese entonces sumamente pequeña, sin espacios casi para tener programa de atletas. En ese colegio culminó el duodécimo grado.
En su trayectoria del baloncesto conoce a Todd Washington y lo llama junto a otro grupo de baloncelistas con destreza y trae a Puerto Rico coaches de la National Collegiate Athletic Association (NCAA) División 1. A todos los atletas los ponen a prueba con diferentes habilidades.
A Cintrón se le acerca el dirigente de New Orleans University. El escolta ya estaba imaginando los escenarios de jugar en la famosa liga de NCAA: las canchas abarrotadas, la euforia del público y cumplir su sueño de jugar en una de las ligas más respetadas del baloncesto colegial. Aquí es donde los equipos de la National Basketball Association (NBA) buscan sus futuras estrellas.
El coach interesado en él, le indicó que tenía que tomar el Scholastic Aptitute Test (SAT) como parte de los requisitos para entrar a la universidad. Lamentablemente, debido al poco conocimiento de inglés en ese entonces, no obtuvo la puntuación necesaria. Aún así, eso no significó el fin de su sueño.
Asistió a Mississippi Gulf Coast Community College que es una universidad para cursar solamente dos años. Se matriculó allí con el propósito de mejorar su promedio y luego pasar a New Orleans University. En esos dos años, obtuvo unas magníficas temporadas en las que promedió 18 puntos por juego. Logró subir su promedio y cuando finalmente podía pasar a NCAA con New Orleans, se cae el programa y de División 1 bajaron de categoría a División 3.
Este otro obstáculo solo impidió que no jugara para la plantilla de New Orleans, más no le obstruye el jugar en NCAA División 1, ya que recibió ofertas de varias universidades. Finalmente, decide vestir el uniforme de los Blue Raiders de Middle Tennessee. Tomó esa decisión ya que sabía que en ese equipo tendría más minutos de juego. Solo le restaban dos años en el baloncesto colegial y si quería lucir, no le convenía quedarse en el banco. Ya para el 2013 el escolta pudo completar este anhelado sueño que siempre tuvo.
De ahí entonces brinca al Baloncesto Superior Nacional (BSN) en la cuál lleva diez temporadas y contando. Entre esos años ha participado con: Capitanes de Arecibo, Maratonistas de Coamo, Atléticos de San Germán, Caciques de Humacao/Gallitos de Isabela.
El tres puntista está activo año tras año en la liga desde el 2013 . Lo que muchos no saben es que antes de que Arecibo lo firmara en el 2018, el canastero no pensaba volver a la liga.
“Para ese año ya yo estaba trabajando, ya yo me había enganchado los zapatos, ya había nacido mi hijo y estaba en deuda aquí, con equipos que tenía antes de llegar aquí”.
Mientras se encontraba trabajando en Tennessee, le surgió la oportunidad de jugar en el torneo Las Américas en representación del equipo de El Salvador. Para eso, tuvo que pedir permiso en donde se encontraba trabajando. Aunque participó allí, aún así no tenía en mente regresar al BSN. Hasta que un día le llega la llamada de su mejor amigo Francisco notificándole que Arecibo lo había escogido. Cintrón creyendo que eran bromas le responde «Chico, deja el relajo”. Aunque Francisco le seguía insistiendo, el baloncelista continuaba pensando que eran relajos hasta que finalmente le creyó. Al día siguiente, le llega la llamada de Ángel Edgardo García, gerente general de los Capitanes.
Cintrón describió que su reacción fue una de shock tras el acercamiento. “¿Será está mi segunda oportunidad para volver a jugar baloncesto sin preocupaciones?”
Actualmente van cinco años de esa decisión en la cual ha ganado dos sortijas en la liga.
Normalmente el tirador jugaba en el cuadro regular, ya que en sus equipos anteriores esas plantillas se encontraban abajo en la tabla de posiciones. No le fue sorpresa venir del banco en Arecibo, porque desde que lo firman, la gerencia le dejó saber que rol necesitaba de él en el equipo. Así que ya él se encontraba listo para jugar cuando lo necesitaran y realizar su labor con los Capitanes.
La temporada pasada fue una muy fuerte para el jugador de los Capitanes. En el mes de agosto recibió la noticia de que no jugaría el resto de la temporada 2021, debido a una lesión que sufrió en un partido.
“¿Aquí será?” “Me chavé” “¿Hasta cuando volveré a jugar?”. Fueron algunos de los pensamientos del deportista al momento de escuchar el “click” en su rodilla. Incluso pensó que se la había roto en ese instante, ya que sentía que no podía moverla. Comenzó a llorar. Al llegar al camerino notó que aún tenía algo de fuerza, por lo que esos malos pensamientos desaparecieron. Días después recibe el MRI que muestra daño severo en el ligamento anterior cruzado de su rodilla, mejor conocido como ACL y que esta temporada había acabado para él.
Esta noticia la recibió en una práctica y fue devastadora. Para Cintrón, escuchar semejantes palabras es como “insultarlo” describe el escolta. La recuperación tomó alrededor de siete a ocho meses, pero ya volvió esta temporada.
“Yo creo que ha sido lo mejor que me ha pasado en mi carrera. Siempre me han tratado super bien. Lo que me encanta de aquí es que te tratan como lo que eres, como un profesional y con situaciones de la familia no escatiman que eso es lo importante. Me han hecho sentir como en casa desde el día uno. Esos son los Capitanes y la fanaticada ni se diga pero en verdad esto es una franquicia de ensueño para todo atleta profesional que se dedica a esto”.
Asímismo, comenta que ha hecho caso omiso a ofertas de otros equipos de la liga.
“Esto es lo mejor que me ha podido pasar. He tenido miles de ofertas de todos lados y yo ni las escucho. Yo de aquí no me quiero ir. Yo se lo dije a Monrozeau y a Frabian. Estoy sumamente contento con la franquicia, la fanaticada y todos los que son parte del cuerpo técnico”.
Con estas palabras queda claro que sus planes son retirarse en la Villa del Capitán Correa.