A sus ochenta años, Eugenio Salamanca Rodríguez ha logrado entrenar a decenas de atletas que hoy día son profesionales dentro y fuera del deporte. Jalisco, como cariñosamente le conocen en el mundo del deporte, asegura que su experiencia, compromiso y amor por esta disciplina han sido claves para que lleve más de treinta años en el entrenamiento de deportistas de atletismo.
“Cuando entras a la pista, sientes ese deseo y necesidad de superarte a ti mismo, porque compites para ti y por ti, y eso es lo que sigo transmitiendo en cada entrenamiento”.
Eugenio Salamanca
Sentado sobre una de las gradas de la pista atlética Francisco “Paco” Dumeng en Isabela, el experimentado entrenador comenzó a recordar su infancia, y entre pequeña sonrisas resaltó que desde sus nueve años empezó a desarrollarse en el atletismo, pero que no fue el único deporte que practicó. “Yo jugaba beisbol, voleibol, boxeo, pero me encaminé por el deporte del atletismo, nunca lo dejé, era como si el atletismo me hubiese escogido”.
Además, aseguró que gracias a sus padres, a sus hermanas que también practicaban el deporte de atletismo y a un entrenador que vivía en su comunidad «La Marina» en Isabela, pudo adentrarse en este mundo. Cuenta con gran emoción cómo lo apoyaron en sus entrenamientos, logrando así cumplir su sueño de ingresar a la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y completar sus estudios con una beca de deportista.
Una vez Salamanca ingresa a la universidad, dio comienzo con sus estudios en Educación Física, pues ya tenía claro que quería ser entrenador. Sin embargo, no todo fue color de rosa.
«Requiere de mucha disciplina, esfuerzo y mente fuerte”, fueron las palabras que utilizó el isabelino para describir su etapa de atleta y estudiante, pues para él aunque el resultado es gratificante; el proceso fue fuerte.
“Eres atleta, pero no dejas de ser joven, quieres salir, disfrutar, pero sabes que no puedes porque al otro día puede que tengas competencia y es ahí cuando tu mente comienza a jugar contigo”. Así recordó su etapa universitaria mientras seguía enfatizando que “cuando deseas algo con todo el corazón debes ponerlo siempre de primero”. Fue esa frase su motivación, para que mientras estudiaba, pudiera competir dentro y fuera de Puerto Rico.
En aquella pista, donde poco a poco llegaba la puesta del sol, Jalisco comenzó a mostrar innumerables fotos de sus competencias en Centroamérica y Estados Unidos, donde con gran alegría resalta las medallas y premios que ha ganado internacionalmente.
Pasado el tiempo, aproximadamente a sus cuarenta años, su faceta como deportista terminó. A partir de este momento Jalisco se dedicó a ser entrenador y a enseñar lo que había aprendido en la universidad y en sus competencias. “Ahí entendí que mi deber en este mundo es mostrar lo que me enseñaron y extender esa mano que muchas veces me extendieron a mí”.
En su fase como entrenador, enseñó a jóvenes universitarios, pero mientras los años pasaron, comenzó adiestrar a niños desde los seis años hasta adolescentes y universitarios ad honorem .
Para este experimentado entrenador, el deporte puede salvar vidas y cosechar éxitos, por eso asegura que seguirá siendo entrenador hasta que su salud y vida se lo permitan.
“Yo solo quiero que la juventud crezca, y si el deporte es un puente para el éxito, yo me ofrezco a ser su guía”.
Eugenio Salamanca
