Por: Joseph Lagares (joseph.lagares@upr.edu)
¿Está nuestra sociedad acostumbrada al bombardeo exhaustivo de contenido sensacionalista expuesto por los medios? Una vez el abogado y analista político Jay Fonseca dijo acerca de esto: “Los medios de comunicación han probado ser armas de revolución, catalizadores de causas sociales, tremendos negocios protegidos constitucionalmente y también tremendas plataformas sensacionalistas para obtener fama”.
A menudo escuchamos a personas criticando el hecho de que los medios noticiosos son “crudos” y “exagerados” y muchas personas piensan igual al respecto. Dado a que el “sensacionalismo noticioso’’ es muy controversial, me di la tarea de investigar a profundidad esta temática y entrevistar directamente al licenciado Jay Fonseca para conocer su opinión sobre este tema.
Sin duda alguna todos estamos influenciados por los medios y la producción y el consumo de contenido noticioso es altamente relevante en nuestra cultura. Cuando hablamos del sensacionalismo mediático pueden surgir varias interrogantes, ¿Qué es? ¿Predomina esta tendencia hoy día? ¿Qué debemos hacer al respecto? Son solo algunas. A continuación veremos varios puntos importantes referentes a esta tendencia de los medios noticiosos de acuerdo a nuestro entrevistado que seguramente nos ayudarán a encontrar respuestas.
¿Qué es el sensacionalismo mediático?
Según el abogado y analista político del momento, el sensacionalismo es la tendencia de hacer de la noticia una hipérbole, llevarla a un nivel en el que la gente sienta la necesidad de palparla, leerla o escucharla. Cuando lo que vemos más es cuando se cubren temas que mueven las emociones y producen sensación, ya sean asuntos de la vida íntima de una figura pública, tales como un divorcio u otros temas similares. En estos instantes estamos siendo testigos del sensacionalismo mediático.
De hecho , dentro del sensacionalismo se encuentra el llamado “amarillismo” que es la tendencia a destacar los aspectos más llamativos o espectaculares de una información para provocar emoción, recurriendo al morbo y la insensibilidad. Esto por lo general predomina en la cobertura de crímenes y catástrofes naturales o producidas por el hombre.
Un ejemplo de esto lo fue el caso que ocurrió hace algunos meses en el que una joven periodista y su compañero camarógrafo, fueron asesinados por un ex colega, mientras filmaban un reportaje en vivo. El video del asesinato se difundió instantáneamente, los medios estallaron en ratings, se creó gran tráfico en las redes y ni hablar de cuantos “likes” recibieron cada una de estas páginas interactivas. De esta manera el asesino logra su cometido de que todos vean su rostro, busquen su historia y lo hagan notorio.
Lo mismo pasó con el asesino de John Lennon, quien se dice que buscando “pauta”, mató al astro y abiertamente dijo que su intención era pasar a la historia. No hay duda algunas de que en mundo en que vivimos hay gente enferma, desquiciada, que solo busca ser “alguien”, porque se creen nadie. El problema es que los medios continúan aportando a dicha problemática, los ponen en primera plana, buscan datos de su juventud, sus parejas, y los hacen protagonistas del momento.
Otro ejemplo podría ser el caso de los mineros en Chile, noticia que tuvo una exposición mundial envidiable. La desgracia de unos mineros atrapados por casi dos meses en una mina se convirtió en un espectáculo televisivo internacional de proporciones insospechadas. Según el analista Juan Polo, algunos medios declaraban abiertamente que el espectáculo parecía un “reality”. ¿No lo has notado? Las noticias hoy día suelen parecer un “reality show”. ¿La razón? Venden más que todas.
¿Por qué se utiliza esta estrategia?
A esta pregunta el Lcdo. Jay Fonseca respondió: «Hoy día el negocio mediático es demasiado competitivo y para que la producción pueda tener éxito, es necesario llamar la atención del consumidor. Muchas veces las personas mueven las noticias y le dan fama, así sea para criticarlas. Por ejemplo, ¿cuánta gente no se pasa criticando reportajes concernientes a Maripily, diciendo comentarios como: “que tonta” y “ esa no vale na’? De lo que no están conscientes es que con cada vez que consumen y comparten este tipo de contenido, así sea para criticar, están haciendo lo que los medios quieren que hagan, darle fama, rating, “shares”, etc. Esto es lo que ocurre con todo tipo de contenido noticioso que promueve el sensacionalismo, lo hace con la intención de cautivar la audiencia y de hacerle sentir que debe buscar más y más. El problema es que esto crea un impacto en la audiencia, tendemos a ser desensibilizados e indiferentes para con el sufrimiento o las dificultades de los demás, porque más allá de verlos como seres humanos, tendemos a verlos solo como los “protagonistas” de una noticia y nada más».
Joseph Stalin una vez dijo: «Una muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística”.
¿Se ve la ética y el periodismo investigativo afectado por el sensacionalismo?
Jay Fonseca sostiene que, sin duda alguna, sí se ven afectados, especialmente el periodismo investigativo. A esto añadió: “El periodismo investigativo requiere meses de preparación, para mi programa por ejemplo, una historia que trabajamos estuvimos dos meses y medio trabajándola, hicimos cuatro viajes y todo esto para una historia de solo un programa. Esa historia tuvo menos rating, por ejemplo, que otro programa de chismes… En ese momento te preguntas, ¿realmente valió la pena?».
Podríamos decir que es importante que los profesionales de los medios sean inteligentes al momento de realizar su trabajo de tal manera que el producto sea bueno y aporte al bien al pueblo ante la constante lucha por mantener el balance entre la responsabilidad ética y el sensacionalismo o “amarillismo. Ya sea en la cobertura de noticias más pequeñas, como en aquellas que son a grande escala, como las catástrofes o masacres.
Como bien plantea el Consejo de Ética de los Medios: «Las grandes catástrofes, al originar múltiples dramas humanos, pueden poner énfasis informativo fundamentalmente en lo emocional. Esto se traduce en reiteraciones, en sensacionalismo y en una suerte de voyerismo dramático. (…) Con todo, en las situaciones catastróficas sus editores deben esmerarse en proporcionar a la ciudadanía elementos que apelen a la racionalidad, lo cual contribuye, por una parte, a la institucionalización social antes que al desgobierno o al caos y, por otra, a asegurar la credibilidad de los medios» (CEMCS, 2010)
¿Qué podemos hacer al respecto?
El constante intento de sensacionalizar la noticia estará siempre presente y hasta cierto punto, no está mal. Sin embargo, como dice Jay Fonseca, “Yo soy de los que piensa que no es indispensable, pero es parte del problema, cuando se lleva al grado de formar un espectáculo informativo que más allá de buscar “calidad” busca “cantidad” de consumidores, no teniendo en cuenta la ética y la responsabilidad y tornándose así en un medio sin credibilidad. Para con este tipo de contenido es necesario que “no las vean, ni “cliqueen, ni escuchen estas noticias.
Conclusión
En resumidas cuentas, el sensacionalismo en los medios noticiosos no es algo nuevo. Es imprescindible que como consumidores de los medios estemos conscientes del contenido que promovemos, compartimos y difundimos. Las noticias corren las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pero no todas hacen uso coherente de la información y cobertura beneficiosa y responsable en sus reportajes. De esta misma manera debemos ser consistentes y estar atentos a los medios, pero de tal manera que evitemos que, a través del espectáculo informativo, se desensibilice nuestra sociedad, se entorpezcan las futuras generaciones y se difundan ideologías de los grandes sectores dominantes, y todo esto a través del uso del sensacionalismo extremo y del amarillismo. No podemos perder la compasión y sensibilidad que se supone que nos distinga como seres humanos. Todo aquello que es nocivo para nuestro ser tendemos desecharlo, así sea comidas, bebidas o sustancias. Ahora, ¿estás dispuesto a hacer el primer acto y crear conciencia de lo que consumes a través de los medios?
Referencias
Yez F., L. (2013). Desafíos éticos de la cobertura televisiva de un hecho traumático.
Cuadernos De Información, (32), 39-46. doi:10.7764/cdi.32.494
Polo, J. (2010). El espectáculo televisivo de los mineros de Chile.TV y Sociedad
En: http://www.vayatele.com/tv-y-sociedad/el-espectaculo-televisivo-de-los-mineros-de-chile
Fonseca, J. (2015,31 de Agosto) La cultura del idiota llega a los medios. Primera Hora.
Recuperado el 1 de Diciembre de 2015 de : http://www.primerahora.com/laculturadelidiotallegaalosmedios-columna-1105523.html