¿Si te dijeran que todos tus problemas pueden ser solucionados con un producto, lo comprarías? Con una animación cruda y algo extraordinaria, David Firth, animador y productor de video, sugiere en su cortometraje; cómo el capitalismo puede llegar a controlar a los medios masivos para formar nuevas opiniones, tergiversar información y favorecer a los sectores de poder en nuestra sociedad.
Sobre Cream
En este filme, todo gira ante la creación de un nuevo producto: “CREAM”. Diseñado para mejorar exponencialmente la vida del ser humano; ya sea física, mental o materialmente. Como si se tratase de una poción mágica, esta crema tiene el poder de curar a los enfermos, de reparar lo irreparable y hasta de transmitirte un poder intelectual único. Este producto supone acabar con la necesidad del mundo entero e inclusive hacer que el dinero sea esencialmente obsoleto. -Sonaría a la utopía que todos deseamos, pero no- Inmediatamente el producto comienza a simplificar la vida a las personas, se mira a un grupo de elitistas, probablemente dueños de grandes corporaciones, que se oponen y unen sus fuerzas para destruir el mismo.
El consumismo y el capitalismo
La sociedad del consumo es el corazón de los ricos; y los pobres, mediante el consumismo, somos quienes le ayudan a que bombee. Tendemos a devorar sin control productos y bienes que no necesariamente necesitamos para vivir y el capitalismo juega un rol importante para con nosotros en ese sentido. A las grandes corporaciones no les conviene que clases sociales con menos poder adquisitivo, se alejen de sus esquemas de consumo o progresen. -Si todos estamos arriba, entonces nadie está arriba- Crean un problema, pero te venden la solución. Van a impedir a toda costa que tus necesidades se vean satisfechas mediante una sola vía.
Abraham Maslow, psicólogo y psiquiatra humanista, con su teoría de la autorrealización; establece una jerarquía de necesidades como aspectos fundamentales para lograr ser feliz y auto realizado. Todo lo que este fuera de ese esquema, es considerado como deseo. Los deseos constituyen a la manera en que vas a satisfacer esa necesidad. Esta teoría ha sido de gran impacto en el ámbito empresarial.
El hecho de que exista una jerarquía de necesidades establecidas como modelo, influye muchísimo a la hora de las empresas establecer planes para generar productos. Así pueden diseñar productos atractivos para consumidores específicos. Los de arriba diseñan para los de abajo. Si los de abajo dejan de consumir lo que los de arriba han impuesto como una necesidad, significaría el colapso para sus grandes empresas y corporaciones. Por lo tanto, unirán fuerzas para imponerse utilizando su poder.
El rol de los medios
Vivimos en una sociedad influenciada por los medios masivos. Hoy día tenemos al alcance de un “click” el poder de transformar, ayudar o tergiversar. Aunque el rol del periodista siempre será proveernos con información fiable, el dinero y el poder tienen la capacidad de hacernos juzgar la ética y el profesionalismo de algunos medios. El mal manejo de las plataformas digitales aporta daño al verdadero periodismo cuando la propagación de la información no es verificada ni fidedigna.
En estos tiempos, los “fake news” (noticias falsas) pueden llegar a ocasionar daños irreparables a las personas, a instituciones o medios. Las noticias falsas se han convertido en arma y escudo para favorecer a entidades, quienes mediante el anonimato buscan transgredir. Gran parte de nuestra realidad está formada por lo que vemos y escuchamos en los medios. Es nuestra responsabilidad corroborar que la información presentada es correcta y esto lo hacemos mediante la investigación.
En conclusión…
Este cortometraje es una sátira que representa muy bien la sociedad en la que vivimos. La sociedad del consumo es el motor de grandes corporaciones y los medios masivos son el vehículo. Como conductor, tienes en tus manos elegir el camino que quieres recorrer.
Cito a José Pepe Mujica, ex presidente de Uruguay para concluir mi análisis:
“¿Estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad? El desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política”
También es ética y generacional; y se combate contigo y conmigo, con el poder de un pueblo: su democracia.