Por: Ashley M. Padín Barbosa | ashley.padin2@upr.edu
Alexis Joel Hernández Vélez es un joven de 24 años, criado en el pueblo de Camuy. Estudió Biología en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez y se encontraba cursando su primer semestre en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara en México cuando sufrió el peor accidente de su vida. La historia de un nuevo comienzo, cuenta así…
Desde pequeño Alexis fue un joven, callado, tímido, serio y aplicado. Esto lo motivó a estudiar Medicina, ya que siempre tuvo interés en servirle a los demás. Considera que salvarle la vida a una persona o mejorar su calidad de vida es posiblemente el mejor regalo que pueda darte la vida.
El 19 de enero de 2019 parecía ser un día normal para Alexis, de hecho, era su primera semana de estar en México, prácticamente a un día de empezar su carrera en Medicina. Por la mañana el joven se dirigió a una actividad de la Universidad de Guadalajara y luego en la tarde continuó su trayecto hacia su apartamento. Al llegar se fue a bañar y al encender el calentador de la ducha, éste inmediatamente provocó una fuerte explosión.
Acto seguido su cuerpo se incendió en llamas y en medio de esas circunstancias comenzó a correr para salir de su apartamento. Herido y con las quemaduras en todo el cuerpo, logró brincar una verja de 10 pies. Al caer al otro extremo pudo encontrar a una compañera de estudios y pedir ayuda. La joven Lee Jelpí, quien también es puertorriqueña, de Arecibo lo socorrió de inmediato junto con su novio. “Tranquilo yo te voy a ayudar, quédate ahí”, fueron las palabras que pronuncio la joven al ayudar a Alexis.
En el ínterin le cruzaron miles de pensamientos. Pensó que no sobreviviría a ese inesperado y desafortunado accidente, sin embargo cuando salió del fuego le dio gracias a Dios por salvarlo de aquella explosión.
Alexis sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en 71% de su cuerpo. Entró en un estado de coma inducido tras la explosión. Su cuerpo sobrevivió a un gran impacto, específicamente en el rostro, las manos, los brazos, el pecho y el abdomen. Hernández fue transportado en una ambulancia aérea de México a San Antonio Texas, donde fue atendido por especialistas galenos.
Fue un proceso duro, pues estuvo 7 meses hospitalizado recibiendo tratamientos corporales. Fue sometido a 17 operaciones de trasplante de piel y una traqueotomía. Un largo transcurso de terapias físicas y ocupacionales ocuparon sus días en el Hospital de Brooke Army Medical Center de Houston, Texas.
Sin embargo, a pesar de que para cualquier otra persona esta experiencia hubiese bastando para arrancarle las esperanzas de vida, para Alexis equivalió a un nuevo comienzo, una nueva oportunidad. El joven siempre se mostró firme y optimista en todo su proceso, pues sabía que ante todo, la manera en que se asumen las circunstancias de vida son esencial para salir adelante.
“Una de las razones, por las cuales siempre he estado bien positivo, es que los primeros meses de sufrir unas quemaduras de alto grado, la actitud es bien importante, por lo tanto, yo no podía darme el lujo de quedarme deprimido, tirado. Me tocó actuar, hacer lo que me dijeran, hacer terapia, ejercicios, y me ha funcionado mucho (…)”.
Hoy día su cuerpo y su mente continúan sanando con la intención de dejar atrás aquel terrible accidente. Aún tiene sus metas claras y quiere proseguir con sus estudios.
“En un futuro me visualizo retomando mis estudios en Medicina. Me gustaría graduarme, quiero ser un ejemplo de inspiración y lucha. Cuando hay fe todo es posible, quiero llevar un mensaje, de lucha, esperanza y fe a todas esas personas que están pasando por alguna situación difícil, de que se pierde cuando uno se rinde.”
A un año y dos meses de su inesperado accidente continúa con terapias y medicación. Su núcleo familiar le brinda todo el apoyo necesario, pues es un tratamiento costoso y a largo plazo. Para muchas personas esto sería un momento desgarrador, pero con el apoyo de sus seres allegados, Alexis ha sabido afrontar su proceso con firmeza, perseverancia y positivismo.
“Se siente bien sentir el apoyo de todas esas personas en Puerto Rico, aunque yo nunca he sido alguien extrovertido. Mucha gente antes de esto no me conocía, no tenían idea de quién yo era, pero sentir el apoyo de tantas personas me dio fuerza y me daba ánimos para seguir adelante y llevar un mensaje de lucha, que ante la adversidad no podemos rendirnos. El apoyo de verdad fue de mucha ayuda para seguir hacia delante”.
El pasado 29 de agosto de 2019 Alexis finalmente llegó a Puerto Rico y fue recibido por su familia y amigos en el Aeropuerto Luis Muñoz Marín.
Es una historia de agradecimiento por las segundas oportunidades que nos da para asumir y aceptar un nuevo comienzo. Que nuestro aspecto físico no determine lo que queremos alcanzar en la vida, sino nuestra valentía por lograr nuestras metas y no darnos por vencidos. La historia de Alexis sirve de inspiración para entender que existen momentos difíciles en la vida, pero depende de tu actitud para salir adelante.
“Para todas esas personas que están pasando por una situación difícil, quizás eso no lo puedes cambiar, pero sí la actitud, con la que enfrentamos las situaciones que pasamos. Hay que ser positivos, tratar, de no deprimirse, tratar de no tener pensamientos negativos, bloquearlos, no dejarse dominar por eso y continuar luchando día a día”.
Excelente reportaje!