Por: Nicole I. Álvarez Fernández (nicole.alvarez@upr.edu)
Mientras me sumergía en un periódico del año 2000, observaba y leía las imágenes y noticias con afán. Era una edición especial e interesante ya que reseñaba los acontecimientos más importantes de Puerto Rico y del mundo acontecidos en el siglo XX.
Algunas de las noticias locales de mayor impacto durante esta época a nivel nacional fueron la fundación del Partido Popular Democrático, el Partido Independentista Puertorriqueño y el Partido Nuevo Progresista. Estos escritos reflejan cómo se va moldeando la ideología de cada uno de nosotros.
Aun así, seguí leyendo las diferentes noticias, como la supuesta formula del siglo XX de Albert Einstein, la Primera y Segunda Guerra Mundial y hasta el viaje del hombre a la luna. En fin, fueron sucesos que evidentemente revolucionaron el mundo.
Pero mientras permanecí frente a esa gaceta llena de historias, había una pregunta que retumbaba en mi mente, y era: ¿En qué consiste ser un ser humano? Es indudable que cada persona tenga una perspectiva diferente de acuerdo a su bagaje cultural.
Comienzo con el periódico. Directamente en él, se nos presenta a través de símbolos, el lenguaje. Cada palabra busca un sentido, una explicación al por qué de la cosas. Dicho sentido o explicación se constituye socialmente: cambia a través del tiempo y condiciona nuestra forma de vivir, pensar y actuar.
Seguido, el ejemplar documenta los hechos actuales de nuestra sociedad. La cultura es nuestra condición de existencia, pero las prohibiciones y renuncias que se nos imponen, generan un malestar inherente en la cultura misma.
Entonces, me pregunto, ¿A qué condición estamos sujetos por ser seres humanos?
No existe una realidad absoluta. Se nos enseña a construir nuestro psiquismo de acuerdo al otro. Somos víctima de la alienación, es decir, asumimos que somos algo que en realidad no lo somos.
Por ejemplo, el periódico documenta las revoluciones que han desafiado la “normalidad” de la sociedad como: el movimiento feminista, movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos, la comunidad LGBT, entre otros. Estas luchas revelan algunas de las desigualdades que se han generado en la cultura.
El ejemplar es una realidad escrita. Evidencia los efectos del condicionamiento humano y cumple con informarnos y educarnos.
¿Por qué no se nos enseña a ver, considerar y respetar diferentes puntos de vista?
Primero, tenemos que aprender a escuchar, analizar, romper con nuestro prejuicios y ampliar nuestros horizontes. Leer sobre otros países, viajar y recalcar la empatía. Y segundo, para entender nuestro presente, debemos hacer una retrospección. Esto conlleva buscar la raíz del problema, estudiar las causas y expandir nuestro conocimiento. ¡Y qué mejor herramientas que el periódico, libros y la universidad!
No nos dejemos convencer por cualquier cosa, busquemos más allá de lo que nos dice la gente y así crearemos poco a poco nuestro pensamiento critico, a raíz del estudio.
