Por: Andreshaly Martínez Serrano (andreshaly.martinez@upr.edu)
De 1969 a 1982, Jorge Aranzamendi representó a Puerto Rico en las ligas menores como shortstop (campocorto). En el desarrollo de su carrera se distinguió por ser un bateador derecho que mantenía un promedio mayor de trescientos y una altura de 6’1’’, considerada una rareza para el promedio de la isla.
Su agilidad para atrapar la pelota y lanzarla en el terreno de juego, le llevó a participar en equipos de béisbol en ligas menores, como: los Cubs de Chicago, los Travelers de Arkansas y los Cardinals de San Louis.
Nació y se crió en Río Piedras, pero residir desde hace 40 años en Cabo Rojo hace que hoy se sienta como caborrojeño. Sin embargo, no olvida los pequeños detalles de su pueblo natal. Su madre, quien a pesar de que solo se escolarizó hasta el tercer grado, le enseñó a leer, multiplicar, sumar y dividir. Gracias a esa educación casera, una vez Jorge entró a kínder, fue saltado a segundo grado por sus sobresalientes destrezas, en comparación con los otros niños.
Sus habilidades académicas se combinaron con las deportivas. Pues para Jorge, un jugador digno de las ligas mayores, debe ser una persona con un «paquete completo», que sobresalga tanto en el ambiente académico como en el deportivo.
Comenzó a los 10 años en el béisbol de pequeñas ligas. Esa pasión, amor y habilidad para el deporte se destacó desde temprana edad en Aranzamendi, lo que le brindó la oportunidad de representar a Puerto Rico 13 veces en Estados Unidos, desde los 10 años hasta los 15.
Desde los 13 años, Jorge bateaba a lanzadores profesionales como Eduardo Figueroa, en clínicas que ofrecía Víctor Pellot Power, luego de haberse retirado. Todos los días a las 5:00 de la mañana, salía a la playa de Isla Verde a correr dos y tres millas. Ahí descubrió que todos los atletas grandes de esa época entrenaban a esas horas de la mañana. Una vez se graduó de escuela superior, tenía dos opciones: aceptar una beca en el Colegio de Mayagüez para estudiar ingeniería o firmar con los Cubs en las ligas menores.
Ligas Menores de Béisbol
En 1969-1970, con 16 años, el ex jugador profesional formaba parte de los Cubs de Chicago. Al año siguiente el equipo lo deja libre debido a situaciones que ocurrieron con otro jugador y la falsificación de documentos respecto a su edad. A consecuencia de esto la liga duda que Aranzamendi tenga 16 años por sus habilidades para jugar el béisbol, eso afecta su participación en el equipo y queda libre.
AM: ¿Cómo fue ese proceso de aceptar que te habían dejado libre y continuar?
JA: Yo no lo entendía, pero uno no conoce en realidad cómo es el béisbol en sí, la idiosincrasia de un país extraño y son muchas las cosas. La carrera de uno como deportista está en las manos de unos instructores que no te conocen bien, porque son de otra raza y todas las razas como que son racistas. Yo no conocía el racismo, mi mamá era rubia de ojos azules y mi papá era un negro puertorriqueño, pero en ese momento, sí lo sentí.
A los 18 años, Jorge se lastima el hombro izquierdo, por haber realizado, por su cuenta, unos ejercicios con pesas, y «ya no volví a ser el mismo», expresa. Su habilidad para fildear perduraba y se defendía en el home play, por lo que Boston lo firma en el 1972 luego de estar un año fuera del béisbol y recibe una segunda bonificación.
“El béisbol es un reto y a mí me encantan los retos. Es el único deporte donde la ofensiva no tiene el poder de la pelota. A pesar de que el área de home play es pequeña, tú no sabes a que área van a lanzar, ni qué lanzamiento y eso es lo que lo hace tan interesante. El béisbol es un deporte (en el) que la mayoría de las veces tú fracasas intentando. Tienes diez turnos y con batear tres, ya eres un excelente bateador, y no todo el mundo lo hace.”
Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente-Mayagüez. (1974-1979)
AM: Viajemos a esa época de los Indios de Mayagüez…
JA: Luego de un año, cuando llega el campo de entrenamiento que empieza en enero-febrero, estaba trabajando en una fábrica de Milwaukee, un lugar frío y con nieve. Lo encontraba triste y no me veía en eso y yo dije: «no, yo voy a volver al béisbol». En ese momento comienzo a jugar una liga nueva en República Dominicana, con el equipo de San Francisco de Macorís, y es ahí que el equipo de Mayagüez me ve y me llevan a jugar con ellos.
AM: ¿Cómo llegaste a ser Novato del año en esa temporada 1975-1976?
JA: Recuerdo que después de siete juegos yo le digo al dueño del equipo: «¿y cuándo es que yo voy a jugar en este equipo?». Y me dijo: «yo no sé, pregúntale al dirigente» . El equipo estaba perdiendo la temporada regular con un shortstop -segunda base natural y con 12 guantes de oro- cometiendo errores y con Luis Alvarado en segunda base, que podía jugar cualquier posición. El dirigente me pone en uno de los juegos, las cojo todas y ganamos el juego y 10 más consecutivos. Terminé la temporada con 0.245 de promedio y me lleve el Novato del año.
Al preguntarle a el ex jugador si se esperaba la premiación, humildemente resaltó, que no había nadie más, recaia sobre el la responsabilidad para con su equipo.
EDU-Deportes Inc.
Esta fundación dirigida a posibles desertores escolares surgió en la marquesina del periodista Ismael Trabal en la década del 90.
AM: ¿En qué se basaba la fundación?
JA: Nosotros llevamos conferencias con doctores en psicología, trabajadores sociales, la temática sexual y un atleta o actor famoso. Yo llegaba a las escuelas y les decía tráeme a los posibles desertores escolares y los grupos eran de 40 estudiantes. Estos cuatro profesionales, eran tan buenos más el tiempo era tan corto (15 minutos cada uno), y desarrollaban unos temas tan interesantes, que lograban captar la atención de todos los estudiantes. Gracias a eso logramos rescatar a esos estudiantes; de acuerdo con las estadísticas del Departamento de Educación, bajaron las deserciones escolares.
A raíz de esta fundación se ofrecieron más de 1,000 clínicas deportivas en todo Puerto Rico, en donde los ex jugadores de béisbol de grandes ligas participaban. De ahí surgió un manual sobre béisbol que luego donaron al Departamento de Educación, para los maestros de educación física, “Manual de béisbol para niños y adolescentes de 6 a 18 años”.
Actualidad
El ex jugador se encuentra aún activo en el béisbol, dirigiendo el equipo de San Sebastián en la Liga de Béisbol de Desarrollo Sub 28. El hecho de que continúe presente en los parques de pelota, hace que muchos jugadores activos que pasaron por sus manos, lo admiren. Además, ese contacto con el béisbol es lo que más llena de vida a Jorge después de su familia.
JA: Víctor Pellot Power siempre predicaba que uno tenía que dar de lo que te dan y compartir el conocimiento que tenemos, el pelotero profesional se ha encargado de eso y yo aún lo sigo haciendo.
AM: ¿Ahora cuando te sientas a pensar en toda tu carrera, sientes que falto algo por hacer?
JA: Yo le estoy tan agradecido al béisbol, yo me siento realizado y contento con lo que hecho. Estoy bien satisfecho porque he tenido la bendición de poder disfrutar a mi familia y poder tenerlos cerca. Todo lo que yo tengo, se lo debo al béisbol.
Excelente trabajo!! Siga hacia adelante siempre!! Bendiciones!! Hay que revivir nuestra liga invernal!!