Las escuelas charter o escuelas aliadas son escuelas públicas independientes creadas y dirigidas por organizaciones sin fines de lucro, municipios, entre otros sectores, según la Asociación de Maestros de Puerto Rico.
Por: Jaynnie A. Morales Rosado (jaynnie.morales@upr.edu)
Ahora establecer nuevas medidas al sistema educativo de Puerto Rico se le llama “transformar” el Departamento de Educación. Así lo llamó el gobernador Ricardo Rosselló en su mensaje para el anuncio de la imposición de las escuelas charter o escuelas aliadas en la Isla, un proyecto que creará en la Isla unas escuelas de “excelencia”, expresión que es alusiva a que nuestra educación es una de poca calidad y eficiencia.
Se pretende invertir poco en la educación, que es uno de los componentes más importantes que tenemos. “Estudios recientes han demostrado que por cada 20 dólares que invierte el gobierno en educación, las organizaciones sin fines de lucro pueden hacer el trabajo mejor por 1 dólar”, expresó el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló en su mensaje.
A este método de escuelas charter lo disfrazan como la salvación para el sistema de Educación, pero no nos facilitan trasfondo del sistema en los cuales se vea que es un procedimiento efectivo para los estudiantes. Esencialmente lo que busca este modelo es la privatización del Departamento de Educación que tenemos en Puerto Rico. El gobierno del país afirma que en Estados Unidos son 44 los estados que han adoptado este método, pero solo el 6% de esos lugares poseen escuelas aliadas, lo que quiere decir que el otro 94% es de escuelas públicas. Vemos cómo solo se proporciona la información que se desea y no la real, es como querer tapar el sol con un dedo.
Se desea con este sistema tratar de controlar o reducir la deserción escolar de las escuelas de Puerto Rico, que es bastante notable, pero no es lo principal. Actualmente el porciento de deserción en Puerto Rico es de un 16% de los estudiantes, pero si comparamos con la situación en Estados Unidos, la deserción escolar es de un 36% de los estudiantes, según la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Todavía no hay una razón viable para entender el por qué se deben insertar las escuelas charter en Puerto Rico, o es que, ¿solo queremos copiar el sistema educativo que tienen en la nación americana?
Se cuenta con una educación en la cual los maestros que brindan servicio a los estudiantes, son personas capacitadas para este trabajo. No es concebible que en el sistema de escuelas charter las personas que darán los servicios no necesariamente deben poseer estudios para enseñar. Como es posible que deseemos que se imponga un sistema en el cual la enseñanza no sea totalmente eficaz, cuando la educación de un niño es la base para su futuro.
Las escuelas aliadas es un método ya existente en la Isla, lo podemos encontrar en diversas organizaciones sin fines de lucro y universidades, y por lo que se ha documentado si han realizado un buen trabajo, según Benjamín Torres Gotay en su columna. Por otro lado, esto no quiere decir que si se impone a todo el Departamento de Educación de Puerto Rico, funcionará. Si miramos al pasado veremos que el departamento no ha tenido la mejor de las experiencias con las organizaciones sin fines de lucro o empresas privadas, para ser más específicos la situación con las tutorías. Se prestaría para que se manipulen los fondos y utilizar el dinero para todo, menos para la educación.
No podemos decir que esto será un fracaso total si se concreta en la Isla, pero es mejor precaver que lamentar. Debemos evaluar otros métodos de otros países, como por ejemplo Finlandia, Alemania, entre otros.
Debemos reestructurar el sistema educativo de la Isla, enfocándonos en el bienestar de los estudiantes. Aparte de tener un mecanismo de evaluación en cada cierto tiempo para los maestros y así poder saber en que se debe reforzar la educación. Se debe invertir más dinero en la educación del país, al fin y al cabo, esa es el arma con la cual los niños y adolescentes de Puerto Rico podrán salir adelante. Ahora la educación de Puerto Rico debería ser la prioridad del gobierno.