Por: Angelis A. Sotomayor (angelis.sotomayor@upr.edu)
A raíz de la crisis económica por la que atraviesa el país, miles de puertorriqueños luchan diariamente por llevar el pan a sus hogares. Dada esta situación, uno de los sectores más desventajados y cada vez con menos posibilidades de desarrollo son los estudiantes universitarios. Dicha problemática ha causado malestar y frustración entre los jóvenes que aspiran a ser los futuros profesionales de Puerto Rico, ya que se encuentran con manos atadas ante la delicada y precaria situación económica del país.
Según una encuesta realizada a 125 estudiantes de diferentes universidades, un 83.1% recibe la beca Pell. Asimismo, un 48% contestó que conoce acerca de otras ayudas económicas y aspiran poder obtenerlas. Las universidades le brindan una exención de matricula a los estudiantes que se destacan en alguna asociación y en este caso, solo un 12.9% expuso que recibe este beneficio.
Aunque una gran cantidad de estudiantes recibe ayudas económicas, son muchos los casos que vemos diariamente de necesidades, ya que la cantidad no les da abasto para costear sus gastos.
“Tengo que pagar prórroga y desgraciadamente no consigo trabajo; en ocasiones el dinero no me da y tengo que pasar hambre”, expresó Alexander Nieves, estudiante de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA).
Por otra parte, no solo algunos estudiantes pasan hambre, sino tambien existen otros sectores de la comunidad como los profesores que están sufriendo la crisis muy de cerca. Según la página Humans of la IUPI, en la que se publican historias de la comunidad universitaria, algunas que reflejan el estado de precariedad tanto de estudiantes como de profesores, se han vuelto virales.
“He pasado hambre, me han cortado la luz, me van a quitar la casa, y ya el carro se lo llevaron. Pido razones y no me contestan, se hacen de la vista larga y no me reintegran al semestre” expresó Gladys Rivera, catedrática de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.
Sin embargo, el pueblo no debe rendirse ante la crisis, sino enfocarse en la búsqueda de una posible solución. Esta opinión también la comparte Jesús González, consejero y psicólogo de la UPRA. “Se deben evaluar las alternativas y los recursos disponibles y analizar las opciones. Porque (los estudiantes) se envuelven en una situación en vez de pensar en otras posibles alternativas”.
Estudiar y trabajar al mismo tiempo
Dividir el tiempo entre la vida académica y la laboral es una realidad que viven muchos jóvenes para poder cubrir sus gastos. Este estilo de vida dual exige esfuerzo, disciplina, organización, sobre todo en cuanto a tiempo y finanzas- y, una gran fuerza de voluntad. Solo las personas ordenadas, meticulosas y responsables suelen cumplir con ambas actividades con éxito. Por esta razón es común ver que muchos estudiantes exceden en solo una de estas áreas, mientras que la otra se ve gravemente afectada. Desafortunadamente, en muchos casos ante la presión por cumplir con todas las obligaciones que implica esto, son los estudios los que suelen ponerse a un lado o abandonarse.
“Se puede tener un buen promedio y trabajar al tener un balance, ser organizado y enumerar las prioridades. Mi objetivo es que el estudiantado se gradué y cumpla sus metas “expresó Lisa Martínez, consejera del Programa Servicios Educativos (PSE) de la UPRA.
Algunas claves del éxito para lograr éxito cuando se trabaja y estudia simultáneamente, son la organización del tiempo, planificación de la trayectoria académica, desarrollo de hábitos de estudio, trabajar de forma eficaz, afrontar el estrés y adoptar un pensamiento optimista. Cargar con la responsabilidad y presión de mantenerse a sí mismo/a o a la familia no es tarea fácil, sin embargo, y como resultado de esto, muchos alumnos sufren problemas de salud y emocionales.
“El gobierno debe establecer que al estudiante se le ayude económicamente lo suficiente para que no tenga que trabajar y pueda enfocarse más en sus estudios, ya que ellos son el futuro de este país y deberían verlo como una inversión, no un gasto”, indicó Leticia Franqui, profesora de la UPRA.
No a la baja del salario mínimo
La propuesta presentada ante el Congreso de los Estados Unidos de bajar el salario mínimo a $4.25 la hora en lugar de los $7.25, causó preocupación entre los jóvenes puertorriqueños. Según el proyecto que se evalúa, esta podría afectar el sueldo de los que tengan 25 años o menos.
“Es un abuso que el gobierno no piense en los futuros profesionales de este país. Si llegan a bajar el sueldo mínimo creo que muchos tendremos que dejar de estudiar”, expresó Kiara Deida, estudiante de la Universidad Interamericana en Arecibo.
Son muchos los jóvenes que no se imaginan de qué forma sobrevivirían, cómo pagarían sus deudas, estudios o levantarán a sus nuevas familias si les reducen su salario. Basado en la encuesta realizada se obtuvo que un 97.4% no está de acuerdo en que se le baje el sueldo.
“Nadie se da cuenta de lo que vivimos muchos universitarios, solo piensan en que gastamos el dinero en bebidas y salidas, pero esa no es la realidad de todos”, indicó Chaira Arias, estudiante de la Universidad Interamericana en Aguadilla.
Los jóvenes se van del país
De acuerdo con el más reciente perfil del migrante publicado por el Instituto de Estadísticas, que plasma las características de quienes emigran de Puerto Rico en el presente año, se establece que gran parte de este sector está compuesto por jóvenes. La mayoría de ellos viven con un ingreso por debajo de 20,00o dólares, lo cual se considera por debajo del nivel de pobreza.
“El pueblo puertorriqueño está en crisis; no solo los jóvenes, sino que sus padres también sufren de necesidades y deciden marcharse hacia otro país”, argumentó Jesús Rodríguez, consejero y psicólogo de la UPRA.
Luchan por ayudar a los universitarios
Ante la precariedad del asunto, la mejor muestra de que en la unión está la fuerza ocurrió el pasado 10 de mayo cuando se llevó a cabo el segundo comedor social de la UPRA como alternativa para ayudar a los estudiantes que pasan necesidades económicas. El comedor escolar ofrece almuerzos gratuitos a estudiantes de la UPR y ha sido una iniciativa empleada también por otras unidades del sistema universitario público de Puerto Rico.
El proyecto encabezado por la estudiante Melissa Villanueva, quien tuvo la iniciativa de implementar un comedor social en la universidad, se llevó a cabo también gracias a la colaboración del Consejo de Estudiantes de la UPRA.
“Prácticamente todo comenzó desde que vi las propagandas de los demás recintos; llevo pensándolo hace tiempo y ya para el mes pasado lo logramos realizar gracias a las recolectas y donaciones”, indicó Melissa Villanueva, miembro del consejo estudiantil de la UPRA.
Otra de las iniciativas creadas con el fin de ayudar a los jóvenes comenzó en el 2015 en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Lleva de nombre Mesón de Amor y se trata de una organización sin fines de lucro que ofrece diferentes servicios a los estudiantes universitarios de escasos recursos.
Posibles soluciones para el estudiantado
Existen ciertas ayudas universitarias para que el estudiante pueda continuar sus estudios exitosamente. El Programa de Servicios Educativos (PSE), por ejemplo, es un proyecto del gobierno federal comprometido con ayudar a los universitarios. Actualmente ofrecen asistencias financieras a 220 estudiantes de primer año por medio de préstamos, becas, trabajos de jornada, programa de estudio y trabajo, comedor social, entre otros.
«Hemos trabajado con estudiantes que no han tenido que comer y nosotros tratamos de ayudarlos recolectando comida para llevarle a sus hogares”, expresó Lisa Martínez, consejera de PSE.