Por: Reuel Torres (reuel.torres@upr.edu)
La marihuana es considerada por muchos no solo como una alternativa para mejorar el bienestar y la salud de nuestros pacientes.
El 17 de diciembre “The Health Clinic Cannabis Dispensary” abrió sus puertas al público en el pueblo de Barceloneta. Según el oficial de turno, hubo personas que acamparon desde la noche anterior. La actividad dio comienzo a las 9:00 de la mañana y se dieron cita más de cien personas.
Hace dos años como parte de una clase realicé un trabajo de investigación sobre la marihuana, conocida científicamente como Cannabis sativa. Lo titulé La marihuana no es el problema y en dicho reportaje básicamente traté de explicar cuáles son algunos de los factores que obstaculizan la legalización de este producto natural.
Según la licenciada Shadiff Repullo, conocida como la abogada especialista en el tema: “El obstáculo más grande que tenemos es la comunidad adulta y religiosa de este País”.
En febrero de 2016 se dio a conocer la legalización de la marihuana medicinal en la Isla. La droga fue reclasificada a categoría II, lo que significa que sus cualidades le aportan un uso medicinal, no obstante, deben aplicarse ciertas restricciones en su uso.
Decidí visitar el dispensario para conocer cómo operará. Tenía mucha curiosidad, además de representar un momento histórico para nuestro País. No podemos obviar que vivimos en una isla muy conservadora; yo diría que a los extremos, pero gracias a movimientos como “Free Juana” encabezado por la licenciada Shadiff Repullo se han podido ver cambios significativos.
Cuando llegué a la clínica casi no había estacionamientos libres y el flujo de autos era increíble, al igual que las filas kilométricas. En la entrada voluntarios repartían cartapacios con bolígrafos; eran los formulario de pacientes. Todos el que estaba interesado en utilizar el medicamento debía llenar su información y entregarlo en la mesa de registro.
Había mucho bullicio, la gente tenía muchas dudas y el personal intentaba aclararlas todas. Me acerqué a un voluntario para que me pusiera en contacto con uno de los encargados. Era fácil identificarlos, ya que todos tenían una camisa blanca con el logo del centro. Aún con la multitud que se percibía, eran visibles por todas partes. Una vez junto a la persona contacto pude pasar con más rapidez por la feria que había organizado el Centro. José, quien me recibió y me dio breves explicaciones sobre cómo operaba la clínica, me permitió entrar hasta las facilidades del dispensario.
Dispensario de Cannabis Medicinal
Estando allí, comenzamos a dialogar sobrecómo operaria la clínica y cómo el producto “Cannabis” iba ser distribuido y despachado.
“Nosotros somos una compañía como lo es cualquiera y brindamos servicios a pacientes que cualifiquen”, fueron las palabras de José. El medicamento se ofrecerá a mayores de 21 años de edad con aprobación de un doctor y a niños con la aprobación de dos doctores. Además, todo paciente deberá realizar un proceso de aceptación y entregar los siguientes documentos:
• Carta de un notario
• Giro de $25 al Deparemos de Hacienda
• Evolución del Departamento de Cannabis Medicinal.
Si el paciente cumple con estos pasos y es aprobado, se le otorgará una licencia que debe renovar cada año.
Por otro lado, el personal de la clínica debe estar certificado para poder trabajar en el dispensario y esto incluye unos adiestramientos, talleres y procesos de evolución para examinar su capacidad en cuanto al tema y la planta.
El producto solo será ofrecido al paciente que cuente con receta de su médico y se venderá en lociones, aceites, la flor, vaporizada, pastillas, entre otros. Se despachará una dosis máxima de onza y media por paciente.
En cuanto al costo, el precio de un gramo comienza en $20.00. Si hacemos la conversión, 28 gramos equivalen a 1 onza, la porción recomendada según los expertos. Esto quiere decir que 1 onza tendría el valor de $560.00. Por otro lado, eso dependerá de cómo el paciente desee el medicamento; si desea la flor el costo será $20.00, pero en el caso de las píldoras, cremas o vaporizadores, estos productos tendrán un costo adicional.
Según el Reglamento para el uso, posesión, cultivo, manufactura, dispensación, distribución e investigación del Cannabis aprobado el 8 de julio 2016 por el Secretario de Estado Víctor Suárez, «no se podrá por ninguna razón vender ni recomendar al paciente fumar de manera natural el cannabis”, afirmó José.
Lugo de explicarme los requisitos más importantes de la clínica, me presento al dueño del dispensario en Barceloneta, el licenciado José Rivera, quien muy entusiasmado comentó a la prensa: “Puerto Rico debe sanar y este es el momento para hacerlo”. El licenciado resaltó el respaldo del público y la presencia de los medios del país, a la vez que argumentó que vivimos momentos históricos y de muchos cambios positivos para la Isla.
Reacción de las personas que se dieron cita
Tomé un tiempo para observar lo que sucedía; me senté cerca de la gente que esperaba por la aprobación de su solicitud. Cerca de mí había una señora que no quiso identificarse, a la cual llamaremos Ana.
¿Usted es de aquí?
-Sí, me respondió
¿Vino para ser examinada?
Ana, una señora de sesenta y pico de años mecontó que ya había sido aprobada su solicitud, solo esperaba por la identificación. Sufría de dolores en el brazo derecho, pero los doctores desconocían la raíz de la molestia y, el diagnóstico más creíble era “puntos de dolor”- una condición muy extraña y poco estudiada.
“He probado todos los medicamentos y no me han funcionado. Mi doctor me recomendó utilizar el cannabis como opción y aquí estoy”, expresó.
Sus ojos mostraban mucha seguridad aunque sus nervios eran tan notables que jugaba con un papel en su mano mientras hablaba conmigo. Le pregunté si tenía hijos a lo que me respondió: “sí, tengo una hija y ella está de acuerdo con lo que deseo hacer, pero nadie más lo sabe. Quiero experimental primero para luego recomendarla a mis amigas que sufren de diferentes condiciones”.
Cerca había una enfermera tomando la presión y los niveles de azúcar a los pacientes. Hice la fila para ser examinado y hablar con un experto en la salud. Me senté y estiré mi brazo mientras la enfermera Briana Díaz hacía su trabajo. Le pregunté si había alguna afiliación con el Centro y me lo negó con un gesto. Meexplicó que participaba de la feria porque su jefe, el doctor Juan Luis Robles del pueblo de Arecibo la había enviado a observar. Tiene planes de trabajar con el producto y tomar los talleres para licenciarse.
El Departamento de Cannabis Medicinal exige que todos los doctores estén altamente cualificados y adiestrados para poder recetar este medicamento. Deben conocer todas las características y cualidades de la planta y, de igual forma, su función y beneficios.
Es importante recalcar que la marihuana medicinal aún no está a la venta. Los dispensarios abren sus puertas para los pacientes interesados y educación al público. Milena Marrero, quien se encarga de la publicidad del Centro en Barceloneta comentó que el tema era muy atractivo para el público. “Aún estamos comenzando y he visto en las redes sociales cómo las personas tienen el hambre de conocer lo que ofrecemos”.