Albinos africanos: víctimas de superstición y caza humana 

El albinismo no es más que la incapacidad del cuerpo para producir melanina, lo que provee la pigmentación de la piel, ojos, cabello y aparece con la aportación hereditaria del gen recesivo de los padres.

Para nuestra sociedad, no es raro que una persona padezca de albinismo; pero, en África, ser albino representa grandes problemas para estas personas y sus familias. En algunos países africanos, los albinos son víctimas de las supersticiones y prejuicios que se fomentan en su región.

Socialmente, son considerados hijos del diablo y una maldición para sus familias, destacándose entre la población. En los últimos tiempos los albinos han sido asesinados y sus cuerpos productos de contrabando. Los fetichistas y supersticiosos de África oriental creen que los cadáveres de estas personas brindan buena suerte a quienes los tienen.

Debido a la discriminación social que sufren, los albinos optan por huir a otras regiones donde puedan sentirse aceptados socialmente. Tras esto, muchos albinos no conocen la vida real hasta que llegan a la adultez, y una vez fuera, tienen que soportar todo tipo de maltratos. A causa de los múltiples incidentes en contra de los albinos el gobierno ha decidido persuadir a la población para que deje atrás viejas costumbres de discrimen, incluso aumentar la pena a quienes cometen dichas aberraciones; pero, quienes practican los asesinatos han optado entonces por aumentar de precio las partes de los cuerpos de los albinos destinadas a venderse.

Mientras están vivos son rechazados y considerados una maldición para sus familias y población; pero muertos, son muy valiosos. En África ser albino no es algo normal para las personas, dentro de su sociedad se les considera animales salvajes. Entre tantos nombres por los que son llamados los africanos albinos, el más inhumano es, dinero.

¿Por qué dinero? Estas personas son asesinadas en docenas de países de África; pero, los peores casos ocurren en Tanzania. Aquí muchos albinos son perseguidos, secuestrados y cruelmente asesinados por motivos comerciales; ya que, para los mineros y brujos su cuerpo atrae la buena suerte y aleja las posibilidades de muertes y derrumbes.

El mercado va en aumento, brujos y cazadores van tras los albinos en busca de al menos uno de sus miembros, todo para fabricar pociones y otros objetos con su piel, huesos y cabello. Actualmente el gobierno busca a estos asesinos para poder imputarles una pena. En Tanzania, donde se produce la mayor cantidad de casos, los comerciantes se han vuelto más despiadados, cortando solo los miembros de los albinos para que se les aplique la pena mínima de cinco a ocho años por lesión grave, si son atrapados.

Esto se ha convertido en un negocio lucrativo en Tanzania, donde una extremidad de un albino tenía el valor de dos mil dólares americanos en 2010, y actualmente ha alcanzado los diez mil dólares. Aunque se estiman alrededor de cien casos al año, pocos son reportados, porque se cometen con la ayuda de doctores, comunidades e incluso familias.

El gobierno de Tanzania y de otros países africanos han intentado orientar a la población sobre la naturalidad de esta condición; pero, no parece ser suficiente. La desinformación es el primer problema que enfrenta la sociedad. A causa de la discriminación de los mismos negros en África hacia los albinos, parejes similares recurren a casarse entre sí, lo que provoca un incremento en los nacimientos de niños con esta condición. En ocasiones, los bebés son abandonados a su suerte por su propia familia. En muchas de las escuelas a las que asisten sufren las consecuencias de la ignorancia de sus compañeros y maestros.

Algunos de estos niños no conocen lo que es vida hasta que llegan a la adultez, pues sus padres intentan protegerlos, dejándolos en casa. Sin embargo, una vez fuera, no logran conseguir un empleo; son rechazados por la misma razón que en las escuelas los niños son marginados. En el caso de quienes logran sobrevivir a este crudo ambiente, son obligados a trabajar bajo las fuertes condiciones del sol, llegando a desarrollar cáncer de piel y la gran parte de ellos desarrollan a su vez ceguera entre los dieciséis y dieciocho años.

Al contrario de quienes consiguen, digamos, adaptarse, hay muchos que optan por escapar; aun así, son perseguidos en sus destinos por los contrabandistas que se encargan del comercio de sus cuerpos. Algunos de los que logran salir ilesos, llegan a las costas de Tenerife, España, en pequeñas embarcaciones. Una vez en España, solicitan asilo a las autoridades. Esta larga huida va más allá de la aceptación social; estas personas van en busca de tranquilidad. Mientras que América y Europa nace un albino por cada veinte mil personas, en África nace un niño con esta condición por cada cuatro mil individuos. Para muchas sociedades ver albinos es algo normal; en África, animales del bosque.

No obstante, el gobierno africano, en especial el de Tanzania, ha decidido aumentar la pena a las personas que cometen estos crímenes de odio en contra de los albinos. También, los mandatarios se han encargado de orientar a la población sobre esta condición, con el fin de la aceptación de la misma. Su objetivo principal, hacer que las personas abandonen viejas creencias y supersticiones respecto a los albinos. En las escuelas y universidades, maestros y profesores han recibido orientaciones para el sano compañerismo entre los alumnos y las escuelas han sido adaptadas para las necesidades especiales que conlleva el padecer albinismo. Los grupos de apoyo hacia estas personas se han preparado para lograr un impacto en el carácter social africano y en la vida de todos los albinos.

Muchos de los grupos de apoyo pretenden mejorar la calidad de vida de los albinos brindándoles apoyo médico, sanitario y concientizando sobre los problemas que pasa este colectivo. Incluso, están en busca de un mejor acceso a la educación, para que al llegar a la adultez tengan la misma oportunidad de empleo que cualquier otro africano.


De igual manera, los grupos de apoyo buscan la integración social de los albinos sensibilizando a la población sobre los crímenes que se cometen contra los mismos. Las asociaciones encargadas de divulgar la información educativa al pueblo están aliadas con dermatólogos y médicos que han comenzado a ofrecer prendas de vestir, gafas de sol, sombreros y protector solar para el cuidado de su salud. Necesidades básicas, pero inalcanzables para estas personas, puesto que muchos de ellos no poseían forma alguna de obtener estos recursos. España, a su vez, es uno de los países que envían gran cantidad de estos materiales para el beneficio de los albinos.

Para conocer más acerca de este tema, recomendamos los siguientes enlaces:

African Albinos on CNN
The Silent Killer of African Albinos- BBC

Author: Loraine Ruiz

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