Por: Krystal Ayala Reyes (krystal.ayala2@upr.edu)
«Muchos lo critican … incluso, muchos lo catalogan como vandalismo«, expresa Christopher N. Pellot Miranda.
Emprendedor, elocuente y atrevido, esas son las cualidades principales que proyecta Christopher Pellot Miranda, fundador y creador de la organización de arte urbano Ciudad Museo. El joven de cabellos rizados y estudiante de Comunicación Tele Radial en la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA), comenzó con este proyecto a la edad de 16 años, sin imaginarse el rumbo que tomaría. El añasqueño se arriesgó con la innovación de un movimiento que, hasta el sol de hoy, ha rendido más que frutos. Lo que comenzó como un proyecto escolar, se ha convertido en una conocida organización de arte urbano en el área oeste.
El comienzo
Fundado en el 2015 en el pueblo de Añasco, el proyecto sin fines de lucro, comenzó con un grupo de diez a doce estudiantes artistas. En la actualidad
son veinte los voluntarios que continúan dando vida a las paredes de Añasco, Aguadilla y Mayagüez, confeccionando más de quince pintorescos y llamativos murales.
KA: ¿Cómo nace Ciudad Museo?
CP: Ciudad Museo surgió de una tarde en la que yo estaba compartiendo con varios compañeros de la escuela. En aquel entonces estábamos en el casco urbano y viendo algunas áreas que se encontraban deterioradas, que tal vez no eran las más llamativas y decidimos que qué mejor forma de contribuir que aportando nuestro granito de arena con nuestro conocimiento que es el arte. Ahí reunimos a un grupo de amistades y comenzó como un proyecto escolar que creé con mi compañera Gabriela Ríos. Junto a la maestra y junto a los mismos compañeros creamos un primer y segundo mural. Luego ya a la hora de salir del grado doce decidimos no dejar el proyecto en la escuela sino llevarlo con nosotros para poder desarrollarlo un poco más.
Ciudad Museo tiene como propósito restaurar y rescatar las áreas “muertas” de Puerto Rico y crear un ambiente placentero a través del arte urbano. Con mucho esfuerzo y la ayuda del municipio, el equipo logró obtener un taller en el programa de Bellas Artes de Añasco donde almacenan todos los materiales que utilizan para la elaboración de sus obras.
Nuestra misión como tal es llevar el arte a todo lugar aquí en Puerto Rico siempre y cuando podamos alcanzar la mayor cantidad de personas, comunidades y esas vidas que muchas veces se ven deterioradas por tanto la situación económica del país y la depresión que estamos enfrentando por nuestra posición social.
El arte y la sociedad
Muchas personas consideran que el arte urbano, como el grafitti representa una manera de vandalizar. En este caso el colectivo obtiene una autorización legal escrita del respectivo municipio o del propietario de la estructura que se vaya a impactar antes de comenzar con la obra artística.
KA: ¿Qué complicaciones pueden enfrentar los muralistas o artistas que se dedican al arte urbano?
CP: Enfrentamos muchos retos porque esto no es fácil. En especial nosotros los jóvenes, que no únicamente nos dedicamos esto solamente, tenemos universidad, trabajo… En mi caso, yo estoy en la universidad y también estoy en un grupo de teatro, en Ciudad Museo y en otras cosas, al igual que mis otros compañeros. Es un poco complicado porque a veces la gente cree que esto es un hobby y que no nos dedicamos a más cosas. Además, no valoran lo que es el arte. Muchos lo critican, incluso, muchos lo catalogan como vandalismo.
KA: ¿Qué distingue a Ciudad Museo de otros movimientos similares?
CP: Somos un colectivo que no tenemos un estilo en particular. No somos como otros artistas que vez su obra y rápido lo identificas por su estilo. Nosotros al ser un colectivo tenemos a muchas personas de distintas áreas que tienen su fuerte en distintos estilos y lo logramos incorporar y llevar esa armonía en una sola pieza.
Actividades en las que ha participado
En el Verano del 2019, Ciudad Museo tuvo la oportunidad de representar a Puerto Rico en la parada puertorriqueña de Nueva York. En ese mismo viaje ofrecieron un taller a las Girls Scouts del Bronx y también colaboraron con un colectivo llamado Trying Collective, un proyecto de Nueva York similar a Ciudad Museo.
KA: ¿Cómo fue la experiencia de poder ofrecer un taller a estas jóvenes del Bronx y colaborar con otra organización como la de ustedes?
CP: Fue bien chévere porque por lo menos cuando pudimos colaborar con el otro colectivo, tú te das cuenta que hay personas fuera de Puerto Rico que también se dedican a esto, que no estamos solos en el mundo del arte y aprendes muchas cosas nuevas. Es como un intercambio de ideas, un intercambio cultural porque tuvimos la oportunidad de aprender de ellos y ellos de nosotros. El taller de las girls scouts fue todo un éxito, a ellas les encantó lo que nosotros les estábamos enseñando. También la experiencia de ellas porque son pequeñas y tienen quizás una perspectiva de Puerto Rico y nosotros tuvimos la oportunidad de contarle la situación de la isla, nuestro estatus, lo que nosotros hacemos a pesar de todo y realmente pudimos ver un reflejo del aprendizaje que nosotros pudimos enseñarle.
Una mirada al futuro
En cuanto a las metas de Ciudad Museo, Christopher mencionó que «ya hemos cumplido más de lo que nos hemos propuesto» y se espera que en este próximo año se ejerzan nuevos proyectos y murales.
KA: ¿Cómo visualizas a Ciudad Museo en cinco años?
CP: Wao, no me lo había visualizado a tan largo plazo, pero yo espero llegar a un plazo con una organización que pueda impactar a más personas en un tiempo más corto, ser más accesibles a todas las comunidades y los otros pueblos, y pues sí, expandirnos sin nunca perder el rumbo y nuestra misión, y claro, expandir nuestro grupo, que se sumen más personas y que todos disfruten de los que es el arte urbano de Puerto Rico.
La acogida de los ciudadanos hacia este movimiento, ha impulsado a más jóvenes a ser parte de las expresiones y comunicación por medio de las artes.